La pasada semana dio comienzo al mundial de rallyes 2013. Montecarlo fue el
escenario perfecto para dar el pistoletazo a una temporada que se presenta
apasionante. Entre la pseudo retirada de Loeb y la entrada de Volkswagen se ha
recuperado buena parte del interés perdido.
Como siempre el rally más famoso del planeta fue un regalo a la vista.
Afortunadamente para los espectadores la climatología ayudó. Un frío intenso,
pero sobre todo unas fuertes nevadas fueron decisivos para el resultado final.
Para la historia quedará el primer tramo. Sebastian Ogier marcó el scratch
con su Polo WRC. Nada más comenzar ya dieron un toque de atención a la
competencia. Puede que sean nuevos en este año, pero tienen todos ingredientes
para cuajar una gran temporada. Hay pilotos de categoría y una gran ingeniería
alemana testada durante todo un año.
La FIA y los organizadores del rally fueron muy inteligentes al recuperarse
el formato de varios días en los que se pisaba la zona de Valence. Se volvía a
pasar por tramos míticos como Burzet - St. Martial o Labatie D´Andaure -
Lalouvesc. Todo con la intención de recuperar ese sabor añejo que tan buen
regusto siempre ha dejado a pilotos y espectadores.
La primera jornada tuvo un claro dominador. Sebastian Loeb se fue a descansar
como sólido líder gracias a una soberbia primera jornada. Al no tener la
presión de luchar por el campeonato pudo disfrutar de su pilotaje. A más de un
minuto se situó Sebastian Ogier confirmando las buenas sensaciones que el Volkswagen Polo
le transmitió en los últimos test. De primeras el coche alemán demostró (teniendo claro las características de este cambiante rally) que estaba a un nivel muy alto.
Era una situación inesperada para VW ya que a pesar de que sabían del
potencial del coche eran bastante conservadores en las previsiones. Jost Capito,
director de Vokswagen Motorsport, no cambio nunca de discurso durante todo
el 'Monte'. Detrás de Ogier vimos una batalla realmente bonita entre
varios pilotos y varias marcas. Los Sordo, Hirvonen, Novikov y Latvala se
dieron cera de lo lindo para intentar llegar a ese tercer escalón del
podio.
En la parte central del rally vimos un 'maximum attack' del piloto ruso de
Ford. Aprovechándose de la utilización de un juego nuevo de neumáticos de
clavos fue recortando tiempo a Sordo tramo a tramo. La renta llegó a ser de
casi diez segundos a favor de Novikov, pero Dani los neutralizó gracias a que
el tramo de Sisteron - Thoard fue casi entero en asfalto.
No había dudas de que el ganador, salvo accidente o problema mecánico, iba a
ser Sebastian Loeb. Contaba con minuto y medio sobre un Ogier que ni se le
pasaba por la cabeza atacar. Otra cosa era la batalla por el tercer puesto.
Novikov y Sordo iban a mantener un mano a mano.
Desgraciadamente para el interés de esta batalla, el ruso apenas duró un par
de curvas en el tramo 14 de Moulinet - La Bollene Vesubie. Este tramo conocidísimo
por el Col de Turini fue el escenario de unas condiciones dantescas. La lluvia
hizo que la nieve se medio fundiese formando una pasta en la que no hubo grip
alguno. Si te salías de las roderas el accidente estaba asegurado.
Tres pilotos tuvieron que abandonar en este tramo. Novikov y
Latvala duraron pocas curvas, mientras que Hanninen bajando el Turini se salió
de la zona negra y se chocó contra un murete. Los WRC apenas alcanzaron los 40
km/h en estas condiciones.
Al final Loeb amarró el Montecarlo conseguido en el primer
día a base de pilotar rápido pero seguro. Sin duda alguna hay dos pilotos que
salen reforzados de este rally. Ogier es a efectos prácticos el líder del
mundial ya que el de Citroen no cuenta. El otro triunfador fue Dani Sordo. Gran
rally para el cántabro que le coloca en buena posición para ser el número uno
de la marca gala. Una pena el accidente de Novikov ya que su actuación fue
excelente. Ford no luchará por el mundial pero con Ostberg y Evgeny tiene a dos
jóvenes con calidad para ir trabajando.
Imagen: MOTOR, FANATICOSDELRALLY
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