jueves, 6 de septiembre de 2012

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LOS DILEMAS DE LA VUELTA

"La mejor Vuelta de los últimos años". Esa es la cantinela que vienen repitiendo muchos (aficionados, periodistas, ciclistas) sobre una carrera que está dejando a mi juicio más sombras que luces. Sí hay espectáculo pero este esta racionado para un tipo de corredores. Ese, el del recorrido, es solo uno de los dilemas que nos plantea esta Vuelta a España 2012 y que intentaremos desgranar a continuación.

Comenzamos con el ya nombrado recorrido. Las 21 etapas que jalonan esta edición de la última gran vuelta del año resulta más bien pobre para los aficionados. Bien parece que hayan pensado cada etapa como una opción para conseguir una mayor audiencia televisiva. Los excesivos finales en alto (12 en total), con un claro perfil favorable para los uphill finisher ayudan a que la gente este esperando los últimos metros de cada etapa despreciando el resto del kilometraje. 

Repito, doce de 21 de las jornadas terminan picando hacia arriba. El 57% del total. ¿Dónde quedaron los finales tras el descenso de un puerto? ¿Y las etapas de media montaña? Qué decir del hecho de que solo haya una contrarreloj en las tres semanas de carrera y esta no fuese, en absoluto, para especialistas. Tres apuntes con los que podemos destacar el absurdo del diseño de esta Vuelta.

Parece una lucha desesperada por conseguir enganchar a neófitos aficionados. Los que habitualmente siguen el calendario ciclista durante el año seguirán al pie del televisor todas las etapas. Con este tipo de etapas han buscado una carrera que no se decidiese antes de tiempo, que contase con emoción hasta el final. Ahí han acertado, hasta el día de ayer las diferencias entre los primeros clasificados eran ínfimas y solo el peso de la temporada echaron por tierra las aspiraciones de unos de los cuatro candidatos al triunfo final, Chris Froome.

Se ha limitado la carrera a esperar a esos finales ajustados, con los favoritos buscando picar tiempo a sus rivales con ataques en los últimos 2-3 kilómetros de cada día, con el añadido extra de las bonificaciones existentes en línea de meta. El espectáculo quedaba limitado por parte de los organizadores.

El mayor ejemplo de este último punto se vio el lunes en el ascenso a esa cuesta de cabras que se inventó la organización llamada Cuitu Negru. Ninguna crítica a la subida pero sí a la brillante cabeza pensante que decidió que era un final atractivo para el ciclismo en carretera. Ciclistas que apenas podían dar pedales, un ganador, Cataldo, que llegó fundido, el eritreo Teklehaimanot vomitando al cruzar la línea de meta... sufrimiento es lo único que ofreció esa etapa. Espectáculo cero, especialmente vistos como de los ataques entre los favoritos ninguno conseguía abrir diferencias. No había opción para ello ya que en un final así las piernas están muy justas y bastante tienen con sobrevivir.

Esa seña de identidad de los finales en alto y las cuestas con porcentajes endemoniados que intenta crear la Vuelta a España no es el ideal para una gran carrera por etapas. Los ciclistas, como Gilbert, ya han mostrado su descontento al respecto. No son necesarios y ayer tuvimos un gran ejemplo de ello. Una etapa con un perfil normal, pero muy bien pensada, los ciclistas con fuerzas y sabiendo que no hay ninguna trampa en el terreno deciden intentarlo con ataques a la vieja usanza. ¿Resultado? Un gran día de ciclismo. En resumen, Fuente Dé 1 Cuitu Negru 0.

Vender el producto
Otro de los puntos a tener en cuenta para ver cómo y cuáles son los problemas de una Vuelta encajonada en el final del calendario ciclista es lo que respecta al producto en si. El Tour es el ejemplo perfecto de cómo se tiene que vender una carrera de estas características. Por supuesto que la organización española hace cosas bien, entre ellas por ejemplo esos retornos a Galicia y Euskadi

Otros en cambio son un despropósito. Los circuitos, siguiendo con el recorrido, resultan bonitos para el espectador que se encuentra en la carretera pero completamente innecesarios tanto para los ciclistas como para los que siguen la carrera por televisión. Qué decir de esas bucólicas imágenes que no faltan cada año donde vemos preciosos conos naranjas en alguno de los lados de la carretera para marcar los límites a los ciclistas. Hoy en un tramo de ello ha habido una caída que ha provocado el abandono de Linus Gerdemann.

No es bonito tampoco ver como los ciclistas 'vuelan' por autopistas. Una estampa que por desgracia también es ya todo un clásico en la Vuelta. Pero si algo hay que destacar es cómo la organización vende su producto para con los medios de comunicación. La primera vía de ello es la retransmisión de RTVE. ¿Hay cosas que fallan? Sí.

Comencemos por el despropósito de ayer. En la que seguramente fue la mejor etapa de los últimos años en la carrera y una de las mejores de esta temporada apenas pudimos disfrutar frente al televisor de poco menos de 30 kilómetros, con Contador ya escapado y abriendo diferencias y sin imágenes de lo que ocurrió antes. Y todo ello en una cadena que cuenta con Teledeporte y su página web para ofrecer una mayor cobertura.

La calidad de la imagen es otra de las cuestiones. En el streaming de la web el píxel es la nota predominante. La cosa no mejora en exceso en lo que ofrece La 1. Colores casi de otra época que resultan bochornosos, especialmente si lo que desean es enganchar a nuevos aficionados. Nada que ver con el Tour de Francia, ya no hablemos del excelente HD que los galos ofrecen.

Los planos es también algo a resaltar. El helicóptero en ocasiones brilla por su ausencia, en los sprints está siendo un caos descubrir rápidamente y por medio de la televisión quién consigue la victoria (ejemplos como el de Arrate o la etapa de hoy mismo)... Demasiados errores para alguien que quiere conseguir mejorar la imagen de su producto. 

Por último destacar el segundo plano del ciclismo en los medios de comunicación. La prensa deportiva vive exclusivamente de fútbol y se nota en la importancia de otros deportes. Hoy tras la que fue, repetimos, la mejor etapa de la Vuelta en los últimos años el panorama en los periódicos deportivos era desolador. Solo Marca le ofrece tímidamente un hueco más o menos amplio en su portada. El resto un suspenso a todas luces.

Cada cual es libre de ofrecer en su medio lo que desee. Así lo hacemos también en KIROLMANIA. Pero cuesta mucho entender cómo As, diario oficial de la Vuelta que gasta en publicidad en carrera con zonas valladas donde solo vemos el logo del diario, apenas le de el 'rinconcito' superior a una jornada como la de ayer. Ahí la organización debería tener algo más de mano y pedir a 'su' diario una mayor cobertura en pos de conseguir una mejor Vuelta a España y, por qué no, una mayor fidelización en los seguidores.

Por suerte para los aficionados, neófitos o veteranos, los ciclistas tienen la voz cantante en todo esto. Al menos en lo que respecta a sus ganas de dar espectáculo cuando les dejan. Ayer fue un día propicio y lo aprovecharon. Eso no lo perderemos nunca.

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