El arranque de la temporada ha dejado dudas en la Real Sociedad. El proyecto ilusionante que comenzaba hacía esperar que se viera un equipo cuanto menos como el del final de la temporada pasada, que terminó 12º dejando la sensación de quedarse corto debido a su mal arranque y a la irregularidad en ciertos momentos (sobre todo fuera de casa).
Sin embargo el inicio de campeonato ha dejado un sabor amargo. Se sigue por el mismo camino, pero encima sin aportar buen juego. El año pasado a estas alturas se llegaba también al Derby (en la misma jornada) con tan sólo un punto más (siete, por los seis que tienen ahora), pero se venía de una inmerecida derrota en Mallorca, de haber empatado ante el Barcelona en casa y de haber dado buena imagen en Sevilla.
Esta temporada, sin embargo, todo el buen fútbol se reduce a la primera mitad ante el Celta (concluyó 0-0 injustamente) y a los 10 minutos en los que la Real espabiló y pasó del 0-1 al 2-1. Ante el Zaragoza un partido trabado de un equipo que quería y no podía y otro que ni siquiera quería concluyó 2-0 también en par de fogonazos en menos de cinco minutos. La Real ha sacado sus 6 puntos de esa manera, por la vía rápida (en la segunda mitad) en los momentos que parecía la cosa más difícil.
Sin embargo está la otra cara de la moneda. Fuera de casa se sigue sin mejorar, y las críticas (a pesar de ser un mal común desde hace temporadas, ya con Lasarte, Lillo o incluso Coleman) apuntan al banquillo. El francés no debe estar a gusto trabajando cuando todo merodea alrededor suyo. La pasada semana fue controvertida. Con 0-1 en Levante, con la Real haciendo una buena primera parte optó por quitar a José Ángel (jugando de centrocampista) para meter al Chory Castro, justo al descanso.
Quienes conocen la metodología de este míster saben que le cuesta horrores hacer un cambio, y más si el resultado es favorable. Además cuando el cambio es en cierto modo "ofensivo" (quitar a un lateral que actuaba de interior para meter a uno de los jugadores que menos espíritu defensivo puede tener) resulta extraño. Hacerlo al descanso, más.
Y se mezcló la caraja realista tras los descansos, el órdago (u All In) del Levante cuando pintan bastos, y quizás también un poco de ese cambio incomprensible que dejó algo coja una banda que había funcionado bien defensivamente en los primeros 45 minutos. El resultado fue una derrota 2-1, de las que se huelen desde el minuto 1 de la segunda mitad si no es antes (como pensó el que aquí firma, cenizo).
La Real llega, por lo tanto al Derby con dudas. Y no ayuda nada la última noticia. El chileno Claudio Bravo se ha lesionado para dos meses, por lo que será Eñaut quien cubra la portería realista este periodo de tiempo (desde el partido ante el Athletic). Quienes siguen un poco a la Real le habrán visto buenas actuaciones. Ya en Segunda le tocó ser el guardameta de la fase final del ascenso ante la lesión y posterior marcha al Mundial de Bravo y la lesión de Riesgo.
Entonces cubrió un final de año muy bueno, olvidándose la afición de la ausencia de Bravo. En Copa del Rey el año pasado empezó muy bien, siendo héroe en Granada. Sin embargo un partido fatídico, aquel 6-1 en Mallorca, y una jugada concreta (la que Chory Castro, ahora compañero, le birla la bola) terminaron con esa imagen de seguridad. Algunos aficionados no se quitan esa espina. Le culpan exclusivamente a él como único culpable de aquella sangría o desconfían de su buen hacer bajo palos. Por regalar un gol una vez ya le llaman matagatos.
No será la única baja realista. Ifrán aun será duda (si bien cuenta entre poco y nada para Montanier), y Elustondo en su enésima lesión eterna sigue sin ejercitarse con el equipo, al igual que le pasa a Rubén Pardo. Con ello Montanier no variará excesivametne el once de lo que viene acostumbrando estas semanas: Zubikarai bajo palos y misma defensa de los últimos partidos con Estrada, Mikel González, Iñigo Martínez y De La Bella.
En el centro del campo Markel volverá a actuar muy posiblemente de 4, relegando a Illarra a una posición donde no parece estar tan cómodo en uno de los volantes. El otro volante casi con seguridad irá para Zurutuza, si bien cabe la posibilidad de ver a Antoine Griezmann. La mejor Real de la temporada pasó con el francés actuando por el medio.
A partir de ahí lo único claro es que en casa Agirretxe será el 9 con casi total seguridad y ya recuperado de su lesión. Los extremos se los disputarán entre el mencionado Griezmann, Vela, Prieto y Chory Castro. Muy posiblemente al tratarse de un Derby el capitán tiene opciones serias de ser de la partida, dejando la otra posición para Vela o Griezmann con casi seguridad. Si bien podría verse a estos dos en el campo y que Prieto fuera al banquillo. En cualquier caso el Chory no parece estar tan entonado ni parece el partido más adecuado para verle desde el inicio, aunque no se descartaría esa posibilidad.
Son múltiples las opciones para esos puestos ofensivos y Montanier tiene la última palabra. Tiene profundidad de banquillo para si algo va mal poder actuar. Como ha señalado Markel, son importantísimos los tres puntos moralmente. La Real continuaría maquillando en casa lo que no consigue fuera, y además serían tres puntos importantes para ver el devenir con mejor cara. No ganar el derby acrecentará las dudas en el proyecto, pero en su mayor medida en el francés que se sienta en el banquillo. Ganarlo dará cierta vidilla hasta ver si se es capaz de empezar a sumar fuera de casa.
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