Recta final de la temporada, últimos dos partidos para los nuestros en la Liga BBVA. Dos encuentros que resultan completamente intrascendentes para Athletic y Real Sociedad. Unos porque su mente está en otro sitio y otros porque ya lograron su objetivo esta temporada. Pero el interés que nos depara el fútbol nunca se pierde y este llegará desde otros lados.
Comenzando por los bilbaínos, como decimos su cabeza está en dos futuros partidos, sí, pero ninguno es liguero. Las fechas marcadas en rojo en el calendario de los leones hace una primera parada el próximo miércoles en Bucarest. Allí, frente al Atlético de Madrid, los de Marcelo Bielsa intentarán saldar la deuda que Europa tiene con los de San Mamés y especialmente con ese gran equipo que fue el del 77. Han logrado repetir la marca de aquellos héroes y están en disposición de superarla en caso de conseguir algún título.
Mañana ante el Getafe se esperan rotaciones. Quizá no de todos pero sí de los hombres más importantes. Con el rosarino uno nunca sabe a qué atenerse pero las preferencias están en otro lado y no cabe la posibilidad de correr riesgos de una posible lesión o molestia que ponga en peligro la presencia de alguno de los habituales en la capital rumana. Es una buena oportunidad para que jugadores con pinta de salir del club reciban un pequeño homenaje. Nada pomposo ya que a pesar de su trayectoria en el club ni Ocio, ni Koikili ni Gabilondo (en el caso de salir este último) han dejado gran huella en la historia rojiblanca. En el agradecimiento debe estar el hecho de que ellos fueron la semilla del Athletic actual, ellos fueron quienes con su trabajo llevaron al club a su primera final 24 años después.
Buen momento también para ver a los menos habituales, recordar que siguen ahí y porqué no, disfrutar con algún nuevo cachorro (Galarreta en boca de todos). Pero como decia, la mente de jugadores, técnicos, directiva y especialmente seguidores está ya en Bucarest. Nervios, ilusión, ansia, emoción... son pocos adjetivos para describir lo que Bilbao, Bizkaia y todo athleticzale está viviendo desde aquel tardío gol de Llorente ante el Sporting de Portugal.
En el otro lado de la A-8 la Real Sociedad afronta sus dos últimos encuentros con la satisfacción del deber cumplido. La siempre exigente afición realista ha pedido y pide un poco más a sus futbolistas, entendiendo que estos son capaces de ofrecer ese extra. Eso se verá en futuras campañas, no ya en esta 2011-2012. Con mayor o menor lucidez el galo Montanier ha sido capaz de cumplir el objetivo que su directiva le propuso el verano pasado.
Para los donostiarras queda también poco o nada que dilucidar en lo que a la Liga BBVA se refiere. Buen momento para que posibles promesas hagan acto de presencia en alguna alineación de los próximos dos duelos. Pero sobretodo es el momento ideal para que Mikel Aranburu disfrute de minutos con la que ha sido su camiseta durante toda su carrera deportiva, nada más y nada menos que desde 1999.
El de Azpeitia tocará los últimos balones como futbolista profesional el próximo domingo ante el Valencia. Irrelevante para el devenir de la Liga en cuanto a su clasificación pero importante para él, la Real Sociedad y toda su afición. El mediocentro ha sido buque insignia de los ‘txuriurdin’ durante toda la pasada década y su tándem con Xabi Alonso en el centro del campo será siempre recordado por la afición. El homenaje que recibirá será sin duda merecido y seguro estará a la altura.
Poco en juego pero muchos alicientes por tanto en lo que resta de temporada de los nuestros. Ambos sin pensar en la Liga BBVA pero sabiendo que igualmente vivirán minutos muy especiales. Para arrancar y abrir boca de la final de la Europa League y de la despedida de Mikel Aranburu, mañana desde las nueve de la noche el Athletic dirá adiós a los partidos como local ante el Getafe mientras que la Real Sociedad viajará a Pamplona a hacer frente a un Osasuna que sueña con Europa.
