Intenso partido el que se vio anoche en el Buesa Arena de Gasteiz. Un derby siempre es pasional, cargado de emoción y el de ayer tuvo todo eso al cuadrado. La igualdad fue máxima durante todo el duelo y hasta los instantes finales del mismo no terminó por decantarse del lado vitoriano. Pero hasta llegar a ese momento se vivió como decimos todo lo que un buen derby debe tener, más aún uno entre Baskonia y Bilbao Basket que ya empieza a convertirse en un clásico de la ahora conocida como Liga Endesa.
Arrancaba la noche a medio gas, lentamente, donde si alguien mandaba eran los Hombres de Negro aunque sin despegarse en el marcador. Fotis Katsikaris demostró tener la lección aprendida de los últimos envites y decidió que los suyos debían meter una marcha extra y cerrar cualquier opción a Pablo Prigioni para así descabezar al quinteto baskonista. Todo iba saliendo sobre el guión preestablecido por el griego excepto algunos errores a la hora de redactar las jugadas dictadas en la pizarra y especialmente en momentos puntuales de la defensa donde los bilbaínos pecaban de cierta indolencia que terminaba por cargarles de faltas.
Por ahí estuvo otra de las claves de la derrota de los de Miribilla. Hervelle prontísimo cargado con cuatro faltas apenas pudo disputar siete minutos en el total del partido. Una cifra paupérrima para un hombre que en estos envites es el medidor de la energía moral de los bizkainos. Sin el belga, Banic y D'or estaban obligados a multiplicarse y sobretodo a frenar su fuerza defensiva si no querían seguir la estela hacia el banquillo que había dejado su compañero.
El empate a 42 al descanso reflejaba perfectamente la igualdad que había mostrado la primera mitad. El tercer cuarto fue una especie de últimos minutos de partidos adelantados en el tiempo en vista de los errores y ciertos nervios que afloraron en los jugadores. 13-15 de parcial y Gescrap Bizkaia llegaba al último parcial con dos puntos de ventaja. Insuficientes para vivir con tranquilidad pero necesarios para autoconfirmarse y autoconvencerse de que cuando quieren pueden con cualquiera. Como cuando desnudaron al CSKA de Moscú.
La intensidad y el acierto de ese día eran condición sine qua non para tener opciones al final. Lo primero se mantuvo pero no lo segundo. Las faltas de Hervelle (y una herida en la ceja), los problemas en la rodilla de D'or y sobretodo la ausencia por un tobillo en mal estado de Raúl López, faro del equipo cuando este le necesita. Y es que no es Aaron Jackson el mejor base para jugarte con tranquilidad las posesiones claves de un encuentro. Es mágico en la transición y el juego rápido pero sufre en estático cuando no tiene el día. Y ayer, tras 32 minutos jugados casi sin descanso, se notó la ausencia de Raúl en los instantes finales.
Unos y otros tienen motivos para la esperanza. Los ayer locales porque ganaron con la mejor versión de Teletovic pero sin la misma de Lampe o Nocioni. Y además con Prigioni maniatado. Así lo explicaba Dusko Ivanovic en sala de prensa: "El primer partido de cuartos de final siempre es muy difícil. Se ha notado la tensión, pero al final hemos tenido mucha paciencia para esperar el momento y poder sumar una victoria que es muy importante para nosotros"
Para los visitantes queda el saber que tuvieron que quitar del camino más piedras de las debidas para conseguir una complicada victoria. Fotis Katsikaris por su parte hacía hincapié en que no podía "reprochar nada" a su equipo ya que a su juicio acabaron "decidiendo los detalles después de un partido de Playoff de verdad, con mucha calidad e intensidad por parte de los dos equipos". Por eso mismo afirmaba anoche ser "muy optimista respecto al partido del domingo"
La victoria de Caja Laboral fue merecida. Como también lo hubiera sido si el marcador hubiera reflejado otra cosa diferente. Tal fue la igualdad que mostró la primera batalla de los cuartos de final de este Playoff ACB. Para los baskonistas queda la primera muesca y el saber que tendrán que sudar si quieren sacar la eliminatoria adelante. Para los de Katsikaris el saber que siguen vivos, que son un equipo fiable cuando la situación lo requiere. Y les queda el "Efecto Miribilla". Segundo round este domingo a las 12.30 h.
Imagen: acb.com (L. González)
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1 comentarios:
El primero y el último, buen articulo
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