miércoles, 30 de mayo de 2012

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AIRES DE CAMBIO EN BILBAO BASKET

Hace algo más de una semana que el Gescrap Bizkaia se despidió de los Playoffs ACB y aunque los jugadores se encuentran de vacaciones, unos recuperando para los Juegos Olímpicos y otros pensando ya en la próxima temporada, las oficinas del club que dirige en los despachos Gorka Arrinda están que arden.  Porque tras dos años en los que el bloque principal de la plantilla se ha mantenido inalterable, se da la situación de que a día de hoy apenas cuatro hombres cuenten con plaza segura en los planes de Fotis Katsikaris para el año que viene.

Dos años cargados de alegrías en los que el timón lo comandaba Aaron Jackson. El de Hartford fue el primero del que se conoció que abandonaría a los Men in Black una vez finalizase la temporada. Un base eléctrico que ha conectado con la grada y que sin duda era el termómetro del equipo. Si él estaba bien los de Katsikaris tenían mucho ganado. Este año por desgracia para los intereses bilbaínos se ha mostrado muy irregular pero aún así cuenta con suficientes novias, todas de alta alcurnia, para decidirse por el cambio de aires. Cobrará más y seguirá jugando Euroliga, seguramente en Rusia o Turquía. 

Dos casos completamente diferentes son los de otros que se van. Josh Fisher ha sido desde su llegada más un jugador de rotación que alguien realmente importante. Queda en la gente la sensación de que podía haber sido más utilizado pero cuando el papel marcado era el de número once uno ya sabía que, sentado al fondo de la rotación, pocas veces se le vería en cancha. Por otro lado Janis Blums abandona Bizkaia tras cuatro años irregulares, con picos muy altos y un último año en el que su rendimiento ha dejado que desear. Relegado a un rol especialista y con pocos minutos, no iba a rascar mucho en el futuro de la institución. Se va uno de los clásicos del equipo. Según informaba Igor Minteguia en Solobasket el primero está tentado a probar la aventura china mientras que el letón parece que se dirigirá a Italia.

Pero si de clásicos hablamos, el nombre es Marko Banic. Siete temporadas han pasado desde la llegada de un croata que ya es como de la familia. Su despedida fue triste para él y para todos, club, prensa y aficionados. Nadie quería ni esperaba que llegase este momento pero se dio. Incluso entre sus escasos detractores, que alguno habrá. Siete años que le han dado para ser capitán indiscutible (cargo que pasará a Alex Mumbrú entendemos) y también para establecerse como máximo anotador en la historia de la entidad. La oferta a la baja que le planteó el club no colmaba los deseos del croata quien además veía como su importancia en el equipo parecía decrecer. Se va, como él mismo se denominó, "un bilbaíno más". Se echará de menos por su juego pero especialmente por su calidad humana y su posible futura vuelta será un deseo de todos.

En el apartado de dudas tres nombres. El primero, con un pie más fuera que dentro es D'or Fischer. Casi podríamos afirmar que tiene los dos pies fuera excepto el dedo meñique de uno de ellos. Su salario de un millón de euros, costeado en parte por el Real Madrid, y el hecho de que Bilbao Basket no dispute Euroliga hacen que al 95% el jugador no vista más la camiseta negra. Es alguien de complicado reemplazo pero precisamente por eso es pieza codiciada en el mercado estival. Deberán hilar muy fino Arrinda y compañía para encontrar un sustituto que se acerque a lo que D'or ha aportado, tanto en números como en intangibles, intimidación principalmente. 

Los otros dos son los griegos. Mavroeidis parecía que seguiría un año más, el estipulado por su contrato, pero ver que ha terminado por tener un papel testimonial ha hecho que se replantee su situación. Habrá que ver las intenciones del club pero no parece que vayan a poner pegas a su marcha. El otro, Kostas Vasileiadis, sigue pensándose la oferta del club. Sin anuncio oficial, podríamos decir que la situación se encuentra al 50%. Su buena actuación en la Euroliga ha puesto muchos ojos sobre él pero da la sensación de que el alero se encuentra cómodo en Bilbao. Además es muy apreciado por la afición. En caso de que Kostas decida marcharse, Arrinda podría ejercer su derecho a extender un año más su contrato y buscar así una contraprestación económica. 

Por tanto tenemos que para el año que viene Katsikaris puede perder hasta a tres de sus hombres más importantes (Jackson, Banic y D'or) y a otro de los que han jugado un papel relevante este año (Kostas). Las bajas de Mavro, Josh Fisher y Blums no suponen un gran daño en el nivel de la plantilla pero aún así son huecos a cubrir. Siete bajas de una plantilla de 12 hombres. Tocará hilar muy fino para conseguir mantener el nivel, más si cabe teniendo en cuenta que el escaparate de la Euroliga ya no existirá como caramelo para atraer posibles fichajes. La disputa de la Eurocup puede significar que el perfil de la plantilla cambie a una más joven. Y es que sin contar a a Samb por su presencia testimonial la media de edad de la plantilla de esta 2011/2012 era de 29 años. 

Los que siguen son además parte del bloque más veterano de la plantilla. Los que llevan los galones de este Gescrap Bizkaia (y tres de ellos cupos). El previsible futuro capitán, Álex Mumbrú, dos recién llegados como quien dice como Raúl López y Roger Grimau y el joven del cuarteto, Axel Hervelle. La continuidad de Samb ni está en duda ni confirmada. Digamos el 'bloque duro' del equipo. Por tanto los cimientos de la futura plantilla son sólidos, algo a lo que también ayuda la continuidad de Fotis Katsikaris en el banquillo bilbaíno. 

Pero ¿quién llegará? Esa es la gran incógnita. El rumor, en su momento casi confirmado, de la llegada del base Nikos Zisis no hizo más que confirmar la marcha de Jackson de los Hombres de Negro. El heleno es un excelente base, importante en su selección aunque suplente en Siena, que también puede hacer las veces de dos. Pero si algo asegura su llegada en caso de confirmarse es el cambio de estilo de juego. Porque las características de Zisis se asemejan más a las de un uno puro, un base clásico, que a las que nos tenía acostumbrados el de Hartford.

A partir de ahí la oscuridad absoluta. Con las principales ligas aún disputándose apenas han surgido rumores de posibles fichajes. Salen nombres como Todorovic o Jelinek, surgen deseos eternos como Felipe Reyes u otros más oníricos como Ante Tomic o Novica Velickovic. Tres nombres por cierto del Real Madrid. Ya es una costumbre ver ex madridistas por Bizkaia así que casi se espera la llegada de algún miembro de la actual plantilla blanca.

Con Raúl, Mumbrú y Hervelle confirmados se espera un buen escolta y un pívot que imponga en la zona. Lo segundo es lo más complicado y en lo que tocará hilar muy fino. En lo primero el anhelo eterno de la hinchada es ver a un americano cargando una metralleta en su brazo. Pero si algunas cosas están claras son las siguientes, veamos:

Primero, la plantilla se rejuvenecerá. Para competir en Eurocup y ACB es innecesario cargar el equipo de jugadores de dilatada experiencia. De ahí que como cuarto alero o cuarto pívot puedan verse  promesas europeas. Ya ocurrió en el pasado, esperemos que esta vez con más acierto. 

Segundo, el cambio de estilo del equipo. Parece ser que el correr sin freno ha llegado a su fin. Se verá un basket más pausado, de control, con fuerte defensa y posiblemente a pocos puntos. Veremos como se acostumbra la grada a semejante cambio.

Tercero, comienza un nuevo proyecto. La Euroliga queda atrás y ahora toca construir un proyecto a dos o tres años en el que el fin sea el mismo. Arrancando casi de cero habrá errores que tocará minimizar. Pero el objetivo debe ser volver a la Euroliga. El camino más corto, ganar la Eurocup, parece igual de complicado que el largo (vía Liga Endesa). Paciencia por tanto.

Imagen: Globedia

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