Tradicionalmente Sepang suele ser un trazado que depara carreras
apasionantes. No sólo porque sea un circuito ancho que permite
varias trazadas, si no también porque la meteorología es
impredecible. Además este año al atrasarse un poco el comienzo de
las tres categorías se aseguraron de que las tormentas tropicales
tan comunes por esos lares se diesen cuando las motos estaban en la
pista.
Dani Pedrosa llegaba a la cita malasia con la obligación de
seguir ganando para retrasar lo máximo el alirón de Jorge Lorenzo.
No había otra táctica posible. Gas a fondo, sacar los 25 puntos que
otorgan al primero y a esperar un fallo del mallorquín.
La clasificación fue sobre el guión previsto. Los dos pilotos
españoles se estuvieron jugando la pole position hasta el final de
la sesión llevándose el gato al agua el de Yamaha. A pesar de que
fueron los más rápidos (sobre todo en el simulacro de carrera)
ambos se quejaron de problemas en sus monturas. Pedrosa volvió a
tener ese chattering que tanto molesta a la RC213V, mientras que
Lorenzo no acabó de tener buen feeling con el neumático gastado.
Llegado el domingo el cielo dictó sentencia. Había lluvia y
condiciones muy difíciles. Curiosamente una situación buena para
Lorenzo y Pedrosa que así conseguían olvidarse de los problemas que
tuvieron el sábado. Desde la salida el dúo dinámico se puso en
cabeza y nadie, ni el todavía renqueante Stoner, pudo seguirlos.
Jorge llegó a tener casi un segundo de diferencia pero eso en mojado
es como si no hubiese distancia.
A medida que pasaron las vueltas quedó claro que Dani estaba
controlando al piloto de Yamaha. Estudiaba sus trayectorias, puntos
de frenada, etc. Tras una buena clase el '26' superó a su rival y
puso pies en polvorosa. Lorenzo conservó ante la insistencia de
Pedrosa. También hay que señalar que el mallorquín decidió poner
un neumático blando mientras que el catalán con la goma dura llegó
a los instantes finales de carrera más entero.
No se habían cumplidos los dos tercios necesarios para dar la
carrera por válida cuando cayó la mundial. Lorenzo bajó
alarmantemente sus prestaciones y Stoner estuvo a punto de cogerle.
Sin embargo, el momento crítico fue instantes antes de parar la
carrera cuando salvó milagrosamente una caída que muy posiblemente
le hubiese costado un cero trágico.
Ante el diluvio universal que estaba cayendo dirección de carrera
no tuvo más remedio que hacer una excepción y dar por finalizado el
evento. Pedrosa ganó y Lorenzo salvó los muebles. El caos estuvo a
punto de dar un golpe de teatro al campeonato pero el talento y la
suerte de Jorge lo impidieron. Quedan dos carreras (50 puntos) y los
23 puntos de ventaja del de Yamaha se antojan difícilmente
superables. Pedrosa necesita un milagro y Lorenzo dos terceros
puestos.
Márquez se lía sólo
En Moto2 estuvimos a punto de ver a Márquez coronarse como
campeón de la categoría. Sin embargo, una caída a tres vueltas del
final cuando era virtual vencedor le dejaron sin el cetro. Fue una carrera caótica desde el inicio. La pista estaba
secándose del diluvio que había caído justo después de Moto3 por
lo que los outsiders estaban con los colmillos bien afilados.
En estas condiciones pilotos como Gino Rea y Anthony West
demuestran la calidad y la finura de sus muñecas. Mención aparte
merece la actuación de Hafizh Syahrin. El wild card malayo hizo una
carrera espectacular.
Tanto Marc Márquez como Pol Espargaró estuvieron lejos de la
cabeza. Ambos no arriesgaron y eso se notó en que rondaron los
puestos medios. Pero mientras que Marc iba cómodo controlando, Pol
tuvo muchos problemas en estas condiciones. Al final los cinco puntos
obtenidos atrasaron el alirón de Márquez. De Angelis ganó por
delante de Rea y West, pero lo importante es que al '93' le vale con
sacar dos puntos en dos carreras.
Cortese, a lo grande
Cuando Maverick Viñales decidió actuar como un niño el título
quedó sentenciado. Cortese lo tenía más que a huevo para
proclamarse como primer campeón del mundo de Moto3. Dicho y hecho.
La victoria en el gran premio fue la guinda a una temporada realmente
espectacular. Salom y Viñales no han podido con la solidez del alemán.
Apoyándose en la potencia de su KTM Cortese ha sido una roca para
sus rivales. No ha cometido apenas fallos y eso ha sido la clave para
llevarse el título. La carrera de Sepang fue especial por el gran
rendimiento del local Zulfahmi Khairuddin. El delirio de la afición
malaya fue continuo cuando su piloto pasaba por línea de meta como
primero. Al final no pudo llevarse la victoria por apenas 28
centésimas pero se llevó su primer podio mundialista para alegría
de la parroquia local.
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