martes, 23 de octubre de 2012

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FICHAJES DE SERIE B


Ya es definitivo. Este fin de semana se confirmó lo que venía anunciándose desde tiempo atrás, y lo que los más escépticos llegaron a comprender cuando no se renovó a par de ciclistas del nivel de Txurruka y Velasco. Euskaltel deja de ser un equipo único en el pelotón internacional, y se convierte, en palabras de los protagonistas, en un Rabobank, con una "base" vasca y canterana y fichajes que vengan a mejorar el equipo.

Pero he ahí el problema. Los fichajes anunciados por Igor González de Galdeano para el nuevo proyecto son de todo menos una mejora. Hasta nueve ciclistas han llegado de golpe a las filas del equipo, para aportar, según el propio Galdeano, experiencia y cubrir los huecos donde el equipo flojea. Entiéndase aquí: Clásicas y sprints.

Una mentira repetida varias veces se puede convertir en verdad. La frase no es de Igor González de Galdeano pero lleva tiempo repitiéndose en su mensaje para entrar entre los 15 primeros. Objetivo que sorprendentemente puede lograr Euskaltel a pesar de que el nombre de sus fichajes es de segunda no, de tercera fila.

Se despidió a ciclistas alegando falta de puntos (ciclistas que tienen los mismos puntos pero más nivel que algunos que siguen en el equipo, sin olvidar que solo cuentan 12 para el ranking de méritos y Euskaltel a día de hoy tiene una plantilla de 29 ciclistas, casi nada). Otro argumento de lo de los puntos se va al garete cuando uno de los que viene es el veterano del Vietnam Radochla. 0 ptos en el Ranking de méritos. Las malas (o buenas) lenguas hablan de que ha sido metido en el paquete por el fichaje de Schulze, joven promesa de 39 años, sprinter de profesión.

Eso es lo que le faltaba a Euskaltel, velocistas (además de gente de pavé). Y de los nueve fichajes ninguno es un experimentado en las piedras, algunos son auténticos ganadores como el ruso que a esta fecha va líder con una etapa en una prueba de perfil bajísimo en tierras asiáticas. De esas que Euskaltel no participa. Es la gran mentira de la bola de la Uci, y del propio Galdeano. Hacer creer que los de fuera son ganadores porque ganen en la carrera del barrio.

Sin restar mérito a las victorias de los ciclistas. Todos los triunfos de los nueve (ocho, que Radochla no tiene ninguno) "asimilados" que pisarán Euskal Herria (si es que llegan a pisarla más allá de la foto oficial) son en pruebas continentales, muchas de ellas desconocidísimas para el público (incluso para los que, como un servidor, son capaces de tragarse la Bayern Ruhfarth, Tour de Austria y pruebas fuera del WT y sin mucha fama).

No importa. Aquí en el mensaje de Igor González de Galdeano se lee todo claramente. Lo que valen, lo que interesa, son los puntos. Ningún equipo en su sano juicio sin pensar en puntos ficharía a un ciclista de casi 40 años que está desde hace un tiempo lejos de la élite. Euskaltel lo ha hecho, haciendo añicos 18 años de filosofía y provocando unas fisuras que quizás ya no tengan arreglo con una gran parte de la afición, que no traga el cambio de filosofía en general, y menos con medias verdades, camuflando despedidas en argumentos que se quedan endebles. Radochla, con los mismos puntos y más edad (y sin ser vasco y sin tanto nivel) que Amets o Velasco, estará en el WT el año próximo, los otros dos, en Caja Rural.

Y mientras tanto otros tantos vascos de nivel están desperdigados por ahí. Se ha vendido desde un tiempo que se marcharon por aspectos económicos. Puede ser cierto, tan cierto como que Euskaltel no ha hecho a tiempo los deberes, y ha aumentado el presupuesto bastante tarde. Aunque no es lo único. Se especula cada vez más (y no es casualidad la carta firmada por algunos ex-Euskalteles) que quizás salieron por la puerta falsa, en la época en la que Igor González de Galdeano estaba en el poder.

De hecho es de sobra sabido como trató Igor (como si el hubiera sido un fiel de Euskaltel de toda la vida cuando se marchó bien pronto a Seguros Vitalicio con su hermano) a Castroviejo en medios públicos (algo inconcedible), o como trataron a Beñat cuando yendo tercero en la Itzulia le hicieron trabajar. O como Igor soltó las palabras sobre Koldo. Hace poco más de un año "sobraban" sprinters. Ahora parece que es lo que más falta hace al equipo, viendo los fichajes que se han hecho.

La gran mayoría son gente con triunfos parciales, porque son gente rápida, casi todos sprinters. Y ya intentan vender la burra en forma de futuro. Cuando algunos son veteranos (y no de la kaleborroka) y otros son ciclistas que a la hora de la verdad, en pruebas de gran nivel, no aparecen o no tienen previsto aparecer. Ciclistas rápidos, pero sin el nivel exigible para vencer a gran nivel.

Alguna excepción hay, y habrá que verla. El ruso Serebryakov, el que más triunfos aporta, parece un buen velocista, con algún resultado interesante en sprints con sprinters de verdad. Porque sí, para que nos vamos a engañar. Igor está empeñado en vender que ahora hay sprinters, cuando me gustaría (y me atrevería decir, nos gustaría, en referencia a muchos aficionados del equipo) saber qué hubiera pasado si Rubén Pérez, Pablo Urtasun o Koldo Fernández de Larrea (o Galdós, que también ganaba antes de ir a la élite) hubieran corrido en carreras tercermundistas del ciclismo, a ver si no hubieran tenido más victorias en su palmarés.

Lo dicho, una mentira repetida veces. Los fichajes no tienen el nivel de otros sprinters que podría tener el equipo. Por comentar, hay dos campeones de CRI de sus paises, veremos a la hora de la verdad qué tipo de contrarrelojs hacen. Y por supuesto en las piedras Euskaltel quizás mejore, pero tampoco demasiado (empeorar es difícil). Galdeano habla de que a Euskaltel le faltan clasicómanos. Ahí están los Izagirre como buen ejemplo de ello. También habla del hambre de victorias.

Durante muchos años Igor González de Galdeano ha estado al frente del equipo. Vendiendo a los ciclistas que había que arropar en masa a Samu. Vendiendo a los ciclistas que sus picos de forma debían estar con Antón en la Vuelta. Sin dar libertad a casi ningún ciclista, o al menos acomodándolos. Con currar les valía para cubrir expediente, no se les pedía más que el sacrificio. Incluso antes de la Vuelta a dos ciclistas que no han renovado, se les dijo eso mismo. "No os preocupéis", todos con Igor Antón al fin del mundo.

Esos dos ciclistas recibieron llamadas cortas. Cual sms, de un Igor que no contaría el año próximo con ellos. Con dos ciclistas que no han cumplido lo que se esperaba (o al menos eso dijo de Amets). Claro, tenerlo corriendo todas las Grandes de un año, para Nieve, para Samu, para Igor... y luego pedirle resultados. A esos mismos ciclistas que dos años atrás fueron frenados en el momento de mayor gloria (Itzulia 2010), en el mismo momento donde otro que no está trabajó jugándose el podio. Un despropósito.

Como despropósito es también pretender pedir resultados y puntos al equipo, que no llegan. Y dejar que Igor Antón prepare con mimo la Vuelta para hacer noveno. Como despropósito es que Mikel Nieve, que sabe lo que es doblar (y con top 10) grandes vueltas (Giro-Vuelta), tras hacer un gran Giro nuevamente no corra casi nada desde junio, sin tener un segundo pico de forma. Faltan puntos y mientras tanto a los que más facilidad tienen para lograrlos se les permite (o invita) a hacer un calendario ridículo.

Son muchos los gazapos o errores que han llevado a la necesidad imperiosa (para ser World Tour, que no para correr el Tour de Francia, cosa que siendo Pro-Conti posiblemente conseguirían) de Euskaltel (como empresa) e Igor González de Galdeano como hombre en el poder, para tener que fichar extranjeros (hasta nueve), cargarse una filosofía mayor de edad, y romper con ello con una de las cosas que movían a este equipo: la afición.

Ahora en Euskaltel a la par que los Izagirre se podría llegar a animar a Radochla y Schulze; al igual que animas a Verdugo puedes animar a Ricardo Mestre; Samuel Sánchez o el campeón de Marruecos Chaoufi... así hasta que completan la lista Kocjan, Vrecer, Tamouridis, el mencionado Serebyakov o el andaluz Lobato. Una auténcica serpiente multicolor donde incluir países como Grecia o Marruecos (auténticas potencias del ciclismo) suena a broma de mal gusto.

Así será el nuevo Euskaltel un equipo de Serie B, o mejor dicho, unos fichajes de Serie B. Cualquier cosa menos ilusionante. Era difícil ilusionar a una afición que quiere raices como seña de identidad, que exige vascos. Pero si encima en lugar de traer gente que conozca Euskal Herria, que haya competido en estas tierras y sepa lo que se cuece, se trae a un grupo de extranjeros (cada cual con su idioma) a correr en el equipo, mal asunto.

Aun queda una esperanza para el futuro. Igor González de Galdeano dice (al menos en público, para que la gente no se baje del proyecto) que esto es necesario y quizás incluso pasajero. Insinúa (o al menos se puede entrever) que estos fichajes (la mayoría para una temporada) vienen a lo que vienen, a cumplir con los puntos. Dicho de otro modo, si le cae una Licencia World Tour por varios años a Euskaltel o el sistema de la Uci termina desapareciendo por el bien del ciclismo (o al menos de los equipos y de las carreras históricas), puede que en cosa de un año solo haya tres o cuatro extranjeros, y en menos de tres se vuelva a los orígenes.

A fin de cuentas Igor González de Galdeano ha hecho lo necesario para que el equipo continúe en la élite (no sabemos si por pretensiones suyas, o posiblemente porque Euskaltel quería ser a toda costa WT, a cualquier precio). El equipo posiblemente continuará entre los 18 del WT. Es más, no creo que ninguno de los nueve fichajes extranjeros compita ni en Tour, ni en Vuelta, ni en ninguna carretera de Euskal Herria. Quizás ni en París Niza, Suiza, Dauphiné... son fichajes que vienen a cubrir el calendario alternativo, a comerse las piedras de Roubaix, y de vez en cuando hacer de parches "rellena-equipos" en alguna prueba por etapas tipo Polonia o Eneco Tour.

Quizás ande equivocado. El tiempo lo dirá. Pero los fichajes de Serie B que ha planteado Igor son perfectos para hacer en masa lo que Lotto hacía con Sohrabi. Esos extranjeros (quizás Lobato se salve y compita algunas pruebas más estatales o incluso el Giro) que puede que vayan en bloque a carreras del Este, a sumar puntos o a hacer el menos ruido posible, lejos de las pruebas de primer nivel. Y entonces alguno vencerá, y venderán la burra (los que quieran hacerlo) de que son ganadores, no como Gorka o Ion, no como Pablo o Mikel... no como Iban o Amets.

Sea de una forma o de otra, Euskaltel ha dejado de ser ese equipo especial. Ha terminado sucumbiendo a las presiones de la Uci (si es que de verdad las había). O más que a las presiones al invento del Ranking de méritos. El que queda de héroe ha sido el siempre criticado Madariaga (que aun con sus salidas de tiesto es el que ha dado todo por este proyecto). Ha tenido que venir un ex compañero suyo, por la espalda, y romper con un proyecto de 18 años.

Quizás sea solo pasajero, quizás se siga con el camino marcado ahora durante otros 18 años más; o quizás esté Igor, con los parches para hoy, cargándose el futuro de mañana. Cuando un ciclista joven a la hora de decantarse por el ciclismo no tenga el hambre que hasta ahora tenían los jóvenes de "ser naranja", cuando los niños en la carretera no animen como hacían a un equipo naranja (además de a todo el pelotón) y prefieran ver ganar a un ciclista cualquiera antes que al ruso/marroquí/esloveno de Euskaltel. Ellos (Igor a la cabeza) sabrán lo que se traen. El caso es que muchos no tragan con ello.

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