martes, 9 de octubre de 2012

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A LO GRANDE

No había una mejor manera de arrancar en casa. El estreno oficial de la temporada en el Bilbao Arena recibía un invitado de lujo este domingo. El Barça Regal, último campeón de la Liga Endesa, llegaba a Miribilla con la necesidad de ganar tras caer en el primer envite en casa ante el Blancos de Rueda Valladolid. Los locales tenían la misma obligación pero su afición sabía de lo complicado de la empresa.

Era por tanto un día difícil. Además, la dirección de la Liga había decidido beneficiar una vez más al grande, en este caso el equipo 'futbolero', con el tema de los horarios. La hora inicial establecida hacía que el encuentro quedase encuadrado entre el del Athletic y el Clásico. Buscando que los aficionados blaugranas no tuvieran problemas para ver a su versión futbolística decidieron adelantar una hora el de Miribilla para así hacerlo coincidir con el de los leones. Todo un fin de semana por delante y las luces de aquellos que dirigen la ACB deciden que lo mejor es colocar a Athletic y Gescrap Bizkaia en la misma hora, disputándose ambos a unos kilómetros de distancia.

El temor a ver el templo bilbaíno con una mediocre entrada se notaba en el ambiente. No sabremos si bien motivado por ello o porqué tipo de razón pero sucedió lo contrario. El pabellón rozó el lleno y superó los 9000 asientos cubiertos según informaba el club. Y con esas arrancaron 40 minutos de baloncesto llenos de emoción e intensidad. Nadie se aburrió.

Un buen Bilbao Basket aguantaba sin problemas al Barça Regal en los compases iniciales. Amagaban los catalanes con despegarse en el marcador pero siempre aparecían los Hombres de Negro para dejar claro que si querían llevarse la victoria a la Ciudad Condal iban a tener que sudar. Los cinco tantos de desventaja al final del primer cuarto no reflejaban con exactitud lo que se vio en el parqué.

El segundo parcial siguió los mismos derroteros. Muy voluntariosos los bilbaínos, acertados en ataque excepto algún momento de atasco puntual, los problemas para cerrar el rebote defensivo lastraban enormemente las opciones de remontada. Por lo demás el partido que había planteado Fotis Katsikaris se mostraba acertado, buscando que los visitantes tuvieran que ganarse las habichuelas en el lanzamiento exterior. Cuando se conseguía frenar las opciones ofensivas de Tomic o Jawai los locales tenían mucho ganado.

El 37-43 al descanso dejaba un único comentario en los vomitorios: "injusticia". Tenía la sensación la afición local de que su equipo merecía más que ir seis puntos abajo en el marcador. Por tanto las esperanzas de una remontada estaban muy presentes en el ánimo de la grada, muy animada y apoyando sin descanso a los suyos desde el primer minuto. Alguno de los nuevos debió disfrutar de lo lindo con el ambiente del domingo, primera oportunidad que tuvieron para conocer el 'Efecto Miribilla'.

Pero si alguien disfrutó del encuentro ese fue Mamadou Samb. Habitual inquilino de las profundidades del banquillo, las tres faltas en tres minutos de Lamont Hamilton, obligaron a Fotis a tirar del meritorio y este respondió con creces. La afición agradeció los esfuerzos y el trabajo incansable del senegalés y no dudó en corear su nombre en un par de ocasiones. Si bien sus números no hablan bien claro de lo que fue su partido (3 de valoración en 13 minutos), las buenas sensaciones que dejó, especialmente en lo que a frenar a sus pares se refiere, animó mucho a los presentes. Definitivamente puede haber ahí un buen proyecto de jugador.

Pero no fue solo Samb. La ausencia de una referencia anotadora es palpable pero queda resuelta con las múltiples opciones en ataque con las que cuentas Katsikaris. Cinco jugadores llegaron o superaron la decena de puntos. Y qué decir de las opciones y seguridad que ofrecen Raül López y Nikos Zisis en la dirección. Sin duda una de las mejores y más fiables parejas de bases de la competición. El de Vic, sin comerlo ni beberlo, se plantó con cinco asistencias antes de que sus rivales pudieran empezar a pensar en cómo frenarle. El griego a su buen hacer dirigiendo añadió 10 tiros libres sin fallo para sumar un total de 16 puntos en el encuentro.

Otro que estuvo espectacular fue el capitán de la nave. Mumbrú conoce a la perfección cuál es su papel y se encuentra más a gusto que nunca. 15 puntos, 5 rebotes y dos asistencias para un total de 22 de valoración. Sin duda el MVP de la tarde. Otros como Adrien Moerman fueron un martillo pilón desde más allá del 6,75, sin fallo. Hervelle o Grimau, más romos en ataque pero especialmente finos y agresivos en defensa, fueron la punta de lanza de un equipo que aprendió rápidamente a apretar atrás y ajustar el rebote para jugar más desahogado en ataque.

El 20-9 del tercer cuarto puso a los bilbaínos por delante de manera clara en el marcador. Los blaugranas estaban fuera del partido y solo en los segundos finales gracias a un excepcional Jasikevicius llevaron el miedo a las gradas. Pero el triunfo nunca peligró. 

Las bases del proyecto han quedado bastante claras entre la semifinal de la Euskal Kopa y la segunda jornada de la Liga Endesa. Y si algo disfrutarán sobremanera los seguidores de los Men in Black es el hecho de ver como su equipo no pierde la compostura en esas clásicas desconexiones mentales a las que estaba acostumbrado. Durante 40 minutos el ritmo, la intensidad y las ideas son las mismas. En eso tienen mucho que ver dos grandes directores como Zisis y López. Todos a una.


Imágenes: Bilbao Basket

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