lunes, 29 de octubre de 2012

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SE ENCIENDEN TODAS LAS ALARMAS

Las alarmas se encienden a todo volumen en el Athletic. Esa es la consecuencia de la derrota de ayer por 1-2 frente a un buen Getafe. No hubo momento alguno en el cual los rojiblancos estuvieron cómodos sobre el terreno de juego. Los madrileños, con un fútbol práctico y de buena utilización de los recursos existentes, fueron muy superiores a un tristísimo Athletic.

Ocho puntos en nueve jornadas no era el inicio soñado tras una pasada campaña en la que se alcanzaron grandes cotas. Si a eso le sumamos el descalabro europeo que se está produciendo tenemos un comienzo realmente nefasto. No hay otro adjetivo que poner. El equipo está en una situación muy comprometida a tenor de la falta de confianza que hay.

No hace falta mucho por parte de los rivales para que el Athletic empiece a hacer aguas por todas partes. La vuelta de Herrera ha ayudado a mejorar las transiciones ofensivas y el manejo de pelota. Sin embargo esto no ha acabado de traducirse en una mejora sustancial del caudal rematador. La defensa sigue siendo una auténtica calamidad. Infinita sensación de inseguridad corroborada por los múltiples remates del rival.

Incluso en las jugadas de estrategia defensivas, hasta este año más o menos bien solventadas gracias en parte a Llorente, no hay contundencia alguna. Este tipo de jugadas fueron la base del buen hacer getafense en la primera mitad. La precisión de los golpeos de Pedro León hizo mucho daño a los leones. Un centro muy cerrado del murciano fue desviado por un solitario Juan Rodríguez para poner el 0-1 en el marcador de San Mamés.

El Getafe pudo matar el partido en la recta final de la primera parte. Susaeta sacó un balón que ya se colaba en la portería y Gorka realizó dos maravillosas paradas para disgusto de Luis García. El Athletic salió vivo milagrosamente de la primera parte.

La parroquia rojiblanca tenía la esperanza de que la segunda parte fuese una película completamente diferente a la de la primera. Pero para su desesperación el dominio del Getafe continuó siendo una constante. 

En el primer minuto de la reanudación una falta sacada por Pedro León fue rematada por un omnipresente Rafa obligando de nuevo a intervenir a un buen Iraizoz. Era difícil de comprender la falta de respuesta de los hombres de un Marcelo Bielsa que no pudo cambiar en absoluto la deriva negativa que el equipo estaba teniendo en la segunda mitad.

Barrada, un auténtico incordio para la zaga rojiblanca, estuvo a punto de poner el 0-2 en el luminoso pero su remate se fue lamiendo el palo. Poco antes de cumplirse el primer cuarto de hora de este segundo tiempo Álvaro Vázquez sepultó definitivamente al Athletic con una magnífica chilena. 

Hubo algún tímido intento de reacción pero se quedó en eso. Ni la salida de Ismael López y Llorente hizo que los leones se reactivasen. Esporádicas ocasiones más fruto de un lógico repliegue del Getafe que de un buen juego ofensivo de los de Bielsa. Sólo en el minuto 94 fueron capaces de perforar la meta defendida por Moyá. Lo hizo San José, el improvisado goleador del Athletic.

Nuevo varapalo rojiblanco. Además esta vez en San Mamés y dando una pobrísima imagen. Es muy preocupante que a estas alturas no se haya dado por lo menos un giro drástico al tema defensivo. Desde el principio de temporada hay múltiples errores en la retaguardia. Si eso no se arregla se sufrirá horrores. En el ataque más o menos se va sacando algo, menos de lo esperado pero por lo menos se produce. La película de terror empieza a tener una duración demasiado larga en el botxo.

Imagen: AS

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