jueves, 25 de octubre de 2012

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¿Y AHORA, QUÉ HACEMOS?

Lance Armstrong ya no es el poseedor de ninguno de los siete Tour de Francia que ganó consecutivamente entre 1999 y 2005. Oficialmente su historial ha sido borrado, nunca existió tal ciclista, o al menos, no participó en esos Tours de Francia. El ciclista más laureado de la historia de la Grande Boucle deja un panorama desolador, pasando de héroe a villano, y dejando vacías siete ediciones del Tour de Francia. O al menos, esa parece la postura más saludable, no declarar vencedor, pero ¿Se imaginan en los libros de historia siete Tours consecutivos sin ganador?, como si tales ediciones no hubieran siquiera existido.

Siempre había estado bajo sospecha, pero nunca había dado positivo. Se especuló sobre jeringuillas, sobre productos dopantes en el lejano 1999 donde empezó su historia de amor con la ronda gala. Sin embargo Lance dejó el ciclismo impoluto, sin haber pitado la máquina, y ahora, años después, y tras un retorno donde llegó a quedar tercero en el Tour de 2009, cogen y dicen que se le quitan los Tours, aunque no diera positivo en carrera. Le quitan unos triunfos logrados en la carretera hace más de siete años.

Peligroso. Quizás necesario, pero peligroso. Se ha tirado de la manta, se ha demostrado (o eso se supone) su dopaje, y el propio ciclista no ha querido ni siquiera defenderse (ha llegado a quitar de su perfil de Twitter  lo de "siete veces ganador del Tour de Francia"). Sin embargo desde el mundillo ciclista, la Uci, para lavarse las manos, carga contra él. Los ciclistas, todo lo contrario, quizás conscientes de lo que se está gestando. Indurain ha salido a defenderle. El ciclista que con la nueva noticia vuelve a ser el que más Tours consecutivos tiene en su palmarés, defendiendo al norteamericano.

Peligroso, decía, porque se está abriendo un precedente serio. De golpe se borran siete años de historia del Tour. Pero las cosas son mucho más serias. Desde que Indurain dejó de ganar Tours de Francia, en 1996 el ganador fue Bjarne Riis, que más de una década después, y al mando de un equipo ciclista, confesó haberse dopado en aquel Tour de Francia. Primer mazazo serio, además de atacar al Telekom de la época, Zabel confesó también. Dos grandes del ciclismo hablando en el mismo momento sobre un oscuro pasado, sobre lo que saltó en Festina pero tenía pinta de ser generalizado, y que ahora, con lo del Us Postal (hasta ciclistas tan anónimos como el noruego Kjaergaart ha confesado) parece confirmar que el (al menos) pasado del ciclismo está muy manchado, demasiado.

Era un secreto a voces, pero quitar del camino al que parecía intocable puede abrir la veda a nuevos caminos, a intentar destapar nuevos casos. O lo que es lo mismo, a de golpe dejar en mentira toda la historai reciente de este bello deporte. Peligroso, muy peligroso.

Decía que Riis, confeso, ganó el Tour de 1996. Los dos siguientes los han ganado ciclistas que han llegado a dar positivo (Pantani, 98) o que saltaron por los aires con la OP (aquel gran hallazgo que por culpa de algún jefazo de España se llegó a quedar en poca cosa para todo lo que podría haber salido, no solo del ciclismo. Nos quedamos con las ganas, pero así funcionan las cosas por ciertas tierras). El último caso es el de Ullrich, ganador en 1997, y que fue 2º tras Riis. Más adelante hablaremos de su situación concreta.

El caso es que tres Tours consecutivos tenían nombres manchados por el dopaje. Ahora son 10 Tours consecutivos los que parecen "de mentira" (y eso sin tirar más de la manta). Pero claro, al año siguiente de Lance nos encontramos con Floyd Landis, ex Us Postal, ganando el Tour (que pasaría a posesión de Pereiro). En 2007 fue Rassmussen el que debería haber ganado el Tour, lo echaron de malas maneras, pensando en limpiar el futuro ganador del Tour de Francia antes de que fuera demasiado tarde.

No solo no lo hicieron, si no que el que sería a la postre ganador de ese año, corren los rumores (y dicen las malas lenguas) que tenía una bolsa a su nombre (sus iniciales estaban) en la casa de Eufemiano (A.C.). Por si fuera poco ese ciclista, que ganaría, además, los Tours de 09 y 10, daría positivo en este último. Es decir, a día de hoy, entre 1996 y 2010, solo un ciclista ha pisado lo más alto del podio de París sin haber dado nunca positivo, ni haber reconocido haberse dopado, ni haber sido sancionado (aun sin dar positivo). Se trata de Carlos Sastre en 2008. En las otras 14 ediciones (aunque algunas siguen en posesión de los que ganaron) aparece en lo más alto un ciclista que a día  de hoy en su curriculum tiene alguna mancha.

Triste, muy triste, es contemplar esto. Como el pensar que si lo de Riis o Lance sale 10 años después, o si hasta la OP algunos campaban a sus anchas (otros parecieron seguir haciéndolo), quizás hasta dentro de 10 años no se sepa a ciencia cierta quienes son los ganadores del Tour de Francia de estos últimos años (a día de hoy en posesión de Evans y Wiggins).

Algo huele a podrido dentro del mundillo ciclista. Y la solución no parece fácil. Aunque no parece así para algunos medios, que dispuestos a especular, hablan de la posibilidad de otorgar (en sí sería lo lógico) los siete Tours de Lance a los que quedaron segundos en la General de esos respectivos Tours. Perplejo, me quedo, al contemplar esa lista que publican como si nada. Empezando por el nombre de un alemán, Jan Ullrich.

Un gran ciclista, sin lugar a dudas, pero al que la OP le dejó marcado. Si se le dieran los Tours de gente que sí ha sido cazada o confirmado su dopaje, tendría, además del suyo, el de Riis (96) y tres de la era Armstrong. Sería, de golpe, un pentacampeón del Tour. Y eso sin contar en si les diera por tirar de la manda con Pantani (último ganador de Giro-Tour el mismo año). Asombroso pensar que la UCI o el Tour darían tantos Tours a un ciclista por el que sobrevuelan sospechas de dopaje. De hecho, tener a Eufemiano como médico de cabecera no juega a su favor.

Los otros Tours de Lance irían a parar a Zulle, Beloki, Kloden y Basso. Casi nada, el primero, uno de los alumnos aventajados de Manolo Sáiz (nombre que la Uci ha querido borrar, como el de Lance, del ciclismo). Líder de la Once en los años que Lance dominaba los Tours. Llegó a ser segundo en 2002. Cuando salió la OP era uno de los nombres que aparecía, y terminaría retirándose en el ostracismo y anonimato. Lo de Basso ya se sabe, apareció en la OP tras ganar (con una pata) el Giro de Italia (que aun sigue en su poder oficialmente). Tras ello, cumplió sanción (no quería hablar, pero terminaría confesando) y tras su retorno tiene un Giro de Italia más en sus vitrinas.

Y Kloden. Podríamos hablar de que sería el único sin haber dado positivo oficialmente ni haber sido sancionado. Sin embargo en 2009, cuando salió a la palestra el Caso Friburgo, fue acusado de dopaje. No es de extrañar que salieran dichas acusaciones cuando es uno de los pocos (él y Hondo) que quedan de aquel lejano Telekom de finales del siglo pasado. Compañero de equipo de Ullrich o Riis. Casi nada. Pero, repito, al menos ni ha dado positivo, ni ha sido sancionado, ni es confeso. Así que de momento el beneplácito de la duda para él.

Y qué decir de Alex Zulle. Perteneciente a la vieja guardia, a los ciclistas que pulularon en los 90 (como Riis) y no a los de este siglo. Dentro de esa vieja guardia, flaco favor le hace estar en el 98 en Festina, el mismo año en que salta por los aires el "Caso Festina", haber sido alumno de Manolo Sáiz, y terminar su carrera en el Phonak Suizo (equipo con más casos de dopaje por metro cuadrado de la historia del ciclismo).

Fuera de ver el ganador. Tenemos que pensar en el podio. En 1999 el supuesto podio sería Zülle, Escartín y Dufaux. Fueron los tres siguientes, aunque dos de ellos: Zülle y Dufaux pertenecían a Festina el año anterior, por lo que ¿por quién se pondría la mano en el fuego? Escartín nunca fue sancionado ni saltó nada. Sin embargo Kelme fue uno de los equipos muy implicados en la OP. Claro que para entonces Fernando ya no estaba en el ciclismo. Por lo que se puede salvar "in estremis". Los siguientes (por si alguien quiere buscar el podio "idóneo") en la tabla fueron Ángel Casero, Abraham Olano y Daniele Nardello.

En el año 2000 y 2001 el podio (que se repite) lo conforman tres con pasado dopante: Lance, Ullrich y Beloki. Para buscar un ganador de esos Tours de Francia habría que escarbar más hondo. El de 2000 es difícil encontrar trigo limpio: Heras, Virenque y Botero han llegado a ser sancionados o haber reconocido dopaje. Por delante de ellos quedó Christophe Moreau, entonces en Festina y sobre el que han sobrevolado acusaciones de dopaje. Después de toda esa lista nos encontramos entre otros a Mancebo (el que jugó con fuego y se quemó).

En 2001 aparecen como posibles limpios Kivilev y Simon. ¿El resto? Apunten la lista: Igor González de Galdeano, Santiago Botero, Oscar Sevilla, Marcos Serrano o Michael Boogerd. Unos cuantos implicados en la OP, Boogerd pertenece a un Rabobank en una época en la que acaba de salir a la luz que debía existir dopaje generalizado en el seno del equipo (motivo por el cual Rabobank va a dejar el ciclismo).

Se puede seguir así sucesivamente. En 2002 entre los 10 primeros aparece límpio Carlos Sastre (10º). La lista del top 10 la componían: Beloki, Rumsas, Botero, Galdeano, Azevedo, Mancebo, Leipheimer y Heras; además de Lance Armstrong (obviamente). En 2003, el año grande de Euskaltel el podio lo compondrían "supuestamente" sin tener en cuenta dopaje: Ullrich, Vinokourov y Hamilton (casi nada al aparato). Por detrás de ellos aparecería Haimar Zubeldia, sin ninguna sospecha de dopaje. Y detrás otros que han pitado alguna vez en su carrera como Mayo o Basso; además de Moreau (quizás de lo más salvable) y nuevamente Sastre.

Por último, destacar que en 2004 para encontrar ganador (si no contamos a Kloden) nos iríamos al 7º puesto (Georg Totsching), si bien el austriaco llegó a ser acusado (que no sancionado, ni desposeido) de dopaje por algunos medios años tiempo después de haberse retirado. Tras el 8ºSastre y 10º Pereiro parecen lo más limpio de aquel Top 10. En 2005, último Tour de Lance, y el que debería haber ido a parar a ¿Basso? ¿Ullrich? ¿Mancebo? ¿Rasmussen?... pasaría a ser de Cadel Evans (7º), completando el Top 10 de ciclistas sin manchas en el curriculum Óscar Pereiro (9º) y (si acaso) el siempre dudoso Christophe Moreau.

Como ven, un panorama desolador, que deja casi siempre los mismos nombres: Sastre y Pereiro. Recalcar que el primero salió de las filas de Manolo Sáiz para llegar al equipo dirigido por Bjarne Riis. Mientras que el gallego salió de las filas de Phonak antes de que saltara por los aires este equipo con los sucesivos casos de dopaje de Camenzind, Botero o Hamilton, Landis entre otros. Y es que hoy en día, muchas de las escuadras del ciclismo de esa época están manchadas (Us Postal, Telekom, Once, Festina, Kelme...), y otras de hoy en día les mancha que tienen al mando a gente que tiene un pasado, cuando menos, sospechoso: Riis, Bruynell (hasta ahora), Igor González de Galdeano, Vaughters... no hay trigo limpio, gente que empieza a confesar su dopaje con el paso del tiempo, aprovechando que está de moda, y sabiendo que no son los primeros en salir del armario.

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