sábado, 27 de octubre de 2012

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ADIOS A LA EUROPA LEAGUE

El Athletic se presentó en el Stade Gerland con la obligación de ganar. El empate servía para muy poco tras los dos fiascos anteriores por lo que el objetivo estaba claro. Desgraciadamente para los aficionados rojiblancos el equipo volvió a caer derrotado. El 2-1 final deja a los hombres de Marcelo Bielsa a la espera de un milagro. Deben ganarlo todo y esperar acontecimientos.

Parece que esta temporada el rumbo del equipo está maldito. No hay forma de encadenar una racha positiva a pesar de que se va mejorando, aunque no lo suficiente si nos atenemos a los resultados. En Valencia se dejó escapar una gran oportunidad por una niñería cometida por Ander Herrera. En Lyon la falta de pegada y la ya mítica endeblez defensiva condenaron al Athletic.

Al igual que en Mestalla el equipo rojiblanco cuajó una primera parte más que decente, sin llegar eso si al nivel de Valencia. Seguros atrás y con buen manejo de pelota. Faltó algo de profundidad en un ataque que en demasiadas ocasiones esperó a que la jugada le llegase. Herrera se volvió a erigir en el faro aunque no con la visibilidad del anterior partido.

El Olympique de Lyon dio la sensación de estar disputando un partido de pretemporada. Mostraron bien poco en la primera mitad. Los múltiples cambios que hizo Rémi Garde pudieron ser la clave para esta apatía. El Athletic no supo aprovechar esta aparente falta de interés por el partido ya que dio la sensación de que si los rojiblancos hubiesen puesto una marcha más al encuentro se hubiesen ido al descanso por delante en el luminoso.

La segunda parte comenzó por los mismos derroteros. Poco ritmo y bastante juego subterraneo por parte de los franceses. Lisandro López no conseguía entrar en juego a pesar de correr como en él es habitual. Su constancia tuvo recompensa en el minuto 54 cuando remató de cabeza magistralmente un buen pase de Reveillere.

El gol del Lyon es el claro ejemplo de la nula capacidad defensiva que tiene el Athletic. Primero un mal despeje de Gurpegi, continuado por una inaceptable falta de sacrificio por parte de Muniain a la hora de cubrir la subida del lateral galo, y para finalizar una horrible marca de un Gurpegi que hasta ese momento había sido de lo mejorcito del equipo.

De la nada el Olympique se ponía por delante. Tanto Aduriz como Susaeta fallaron dos claras ocasiones (la del eibartarra ya es clásica). El Athletic pudo haber respondido con prontitud al gol francés pero no lo hizo para desesperación de un gesticulante Bielsa.

La salida al campo de Ibai y Llorente mejoró al equipo en ataque. Se subió la intensidad y el Athletic pasó a dominar con aún más insistencia. Dominio de posesión, que no de argumentos ofensivos. En un balón que bajó Llorente, Ibai Gómez consiguió el empate. Su remate a bote pronto fue precioso. Era el minuto 78 y había tiempo para consumar la remontada.

Sin embargo tras este gol rojiblanco el equipo desapareció del partido. Incomprensiblemente se convirtió en un azucarillo, completamente a merced de un Lyon que desde la salida de Gomis estuvo mucho más incisivo de cara a puerta. En una de esas oportunidades se pudo ver el enésimo error de Gorka. Un mal despeje del guardamenta navarro dejó el balón franco para que Briand pusiese el 2-1 definitivo.

Con este resultado, y el contundente 3-0 del Sparta de Praga al Hapoel, el Athletic depende de un milagro para pasar a la siguiente ronda. Vistos los problemas que tienen los muchachos de Bielsa puede que no sea tan mal negocio caer eliminado de Europa. Hay demasiadas cosas a mejorar. El siguiente partido liguero contra el Getafe se debe ganar si o si. No hay excusa alguna o de lo contrario el lío será aún mayor.

Imagen: TERRA

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