martes, 30 de octubre de 2012

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¿UN TOUR PARA ESCALADORES?

La semana pasada fue presentada la centenaria edición del Tour de Francia que partirá de Córcega para terminar como lo hace anualmente en París (a pesar de que se especuló con un final en el Mont Ventoux). Será una edición diferente al no tener en su paso la ascensión al Tourmalet. Y el plato fuerte de la carrera pudiera ser la doble ascensión a Alp D´Huez. Será esa etapa y la esperada ascensión al Mont Ventoux las dos etapas más esperadas del Tour de Francia, si bien tiene otros platos que podrían dejar a los escaladores sin capacidad para la especulación.

Nuevamente el Tour tendrá dos contrarrelojs individuales, de menor recorrido que el año pasado (donde se superaban los 100 km´s) pero igualmente serán dos cronos exigentes que podrían anular a unos cuantos ciclistas. Por si esto fuera poco, este año se suma una contrarreloj por equipos, lo que parece dejar (sumando todas estas cosas) una ventaja bastante "maja" a favor de (muy probablemente) Chris Froome. Es difícil hablar desde la lejanía. Pero el Tour de este año se lleva viendo desde tiempo atrás que pudiera ser un duelo Contador-Froome con permiso de Andy Schleck. El recorrido le da esa pequeña ventaja al "posiblemente" ciclista más fuerte en montaña del pasado Tour de Francia.

La carrera comenzará por Córcega, tres etapas, de las cuales dos de ellas tendrán media montaña suficiente para ver cambio en el liderato. Tras un primer día que Cavendish tendrá marcado en rojo para vestir el amarillo, vendrán dos etapas de las que gustan a los Voeckler, Chavanel y compañía. Etapas rompepiernas que pueden deparar alguna que otra sorpresa, donde se cribará y habrá muy posiblemente cambios de líder.

El primer plato fuerte llegará ya en la península, el martes 2 de julio, con la contrarreloj por equipos de Niza, que separará a los equipos cara a los primeros días de montaña. Aquí es donde Sky tiene que hacer funcionar su equipo y donde Contador tendrá su mayor handicap al no disponer de un equipo tan bueno como el que en principio parecen poseer Froome o incluso Andy Schleck.

La primera semana de Tour se despedirá con dos etapas de montaña. Una de ellas con final en alto (Ax 3 Domaines) y la otra una dura etapa que terminará en Bagneres de Bigorre. Será el primer contacto serio con la montaña, y decisivo puesto que los equipos que hayan hecho buena crono por equipos deberán intentar aguantar las acometidas de rivales. Los platos fuertes llegarán en la última semana.

A partir de aquí el Tour puede ser anodino (para variar), tras una primera semana prometedora con crono por equipos, 2 etapas y montaña y otras dos que se podrían considerar de media montaña, el Tour visitará parajes totalmente llanos y con poca dificultad, incluyendo dos cronos entre medio de 33 y 32 km´s. Entre ambas llegará el gigante, el Mont Ventoux. Que se subirá como quien dice "A pelo". En mitad de la nada, tras km´s llanos y entre etapas sin dureza. O lo que es lo mismo, el Ventoux, un puerto decisivo es la única dificultad seria que los ciclistas tendrán que atravesar entre la séptima y la decimoctava etapa.

Motivo suficiente para anular lo que uno viene escuchando de algunos medios como "Tour" para escaladores. El Tour a pesar de quitar km´s contrarreloj individuales (de 100 pasa a 65), añade la crono por equipos, y la montaña sigue sin tener suficiente fuste (en el ciclismo moderno) posiblemente como para desbancar al líder. De todos modos es lo que posiblemente querrán.

Haciendo ciclismo ficción, entre ambas cronos y por equipos, y esas ascensiones donde posiblemente la única etapa que se le atragante al mejor Froome debiera ser el Ventoux, el resultado parece claro, Andy y Contador deberían atacar en la última semana, no quedaría otra. Dentro de ese ciclismo ficción quedaría un tríptico montañoso. Un correcto colofón final para el Tour, que habría transcurrido (sería lo normal) por cauces tan normales como anodinos, dejando para esas tres etapas finales (cuatro si incluimos la crono anterior) todo lo goloso.
Ahí se decidirá el Tour, tras la crono entre Embrun y Chorges, con tres etapas que contendrán 12 puertos puntuables, y en una de ellas (la 18º) dos ascensiones al Alp D´Huez. Sin embargo visto así parece más bonito de lo que realmente es. La realidad es que en Alp D´Huez tendrán que verse ataques lejanos si quieren desbancar al líder (si este se ha mantenido fuerte), puesto que la siguiente etapa con final en Le Grand Bornand, tiene en su inicio Glandon y la Madeleine, pero a partir de ahí los tres puertos que quedan no tienen suficiente fuste como para intimidar a ciclistas fuertes. Tocará arremangarse.

La última oportunidad llegará al día siguiente con final en Annecy Semmoz, y con tan sólo dos puertos. Etapa corta de 125 km´s y con más de 20 km´s entre cima del primer puerto de la jornada y pie del puerto final donde se decidirá (o se sentenciará) el Tour de Francia antes de la llegada a París. Una llegada a París (y quizás sea lo más atractivo del próximo Tour de Francia) que se hará de noche. Una ciudad bien bonita que por la televisión se ha visto cientos de veces de día, pero ver a los ciclistas de noche por el circuito parisino posiblemente sea la imagen más bonita del Tour del centenario. 

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