lunes, 1 de octubre de 2012

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LA MALDICIÓN SIGUE VIVA

Nadar para morir en la orilla. Esa fue la sensación que le debió quedar a la plantilla del Gescrap Bizkaia Bilbao Basket tras caer el domingo en La Roca ante el Herbalife Gran Canaria. Una vez más se cumplió el guión de las anteriores visitas y los bizkainos volvieron para casa con una derrota, la novena en los mismos partidos que han disputado en las islas. Quizá con la nueva oportunidad esta temporada ante el recién ascendido Canarias cambie la inercia.

La mañana del domingo arrancaba con los locales intentando poner distancia de por medio desde el primer momento pero los de Fotis Katsikaris supieron aguantar el arreón inicial y terminar el primer cuarto solo tres puntos por debajo. Fue en el segundo pulso cuando los canarios abrieron brecha ante la inoperancia ofensiva de los Hombres de Negro. En siete minutos una única canasta era el bagaje de un equipo al que directamente se le apagó la luz.

La oscuridad más absoluta de esos minutos quedó mínimamente compensada con el esfuerzo final. Pero aún así la desventaja, que superó en algunos instantes los 10 puntos, era bastante amplia y complicada de reducir, más si cabe recordando los antecedentes en el Centro Insular de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria. Los más pesimistas seguro que decidieron apagar la televisión o alejarse del ordenador para dedicarse a otros menesteres. No parecía la mañana idónea para disfrutar del basket.

En el tercer cuarto el panorama cambió. No de manera brusca pero si paulatinamente. Los MIB fueron poco a poco trabajando como las hormiguitas, reduciendo pasito a paso la desventaja gracias a un tercer parcial que dejó un 12-17 para los visitantes. Pero no era el día. A pesar de esa reacción se veía que a los de Katsikaris les faltaba un punto para poder llevarse la victoria. Por ejemplo por momentos la intensidad en la zona brillaba por su ausencia, lo que permitía en algunas situaciones ataques cómodos de los locales.

Aún a pesar de ponerse por delante en el último cuarto la victoria terminó quedándose en las islas. Los minutos finales fueron un despropósito por parte de ambos equipos, corriendo de lado a lado como pollos sin cabeza y siendo incapaces de finalizar sus ataques con buenos tiros. No hablemos ya de anotar. Sí lo terminaría consiguiendo el equipo local. Como buena muestra de lo que fue el partido para los bilbaínos quedan dos acciones en el último cuarto desde más allá del 6,75 de Álex Mumbrú. En la primera un triple que estaba dentro terminó saliéndose. La segunda tras una jugada de pizarra y con el capitán de los MIB en la esquina, se le escurrió el balón en la que quizá era la última oportunidad de ir a por el triunfo. 

Con más aspectos negativos en el partido que positivos, haremos balance. En lo negativo quedan algunas lagunas defensivas así como un nuevo viaje mental a quién sabe donde de los jugadores de Miribilla en el segundo cuarto que terminó siendo definitivo. Además el porcentaje en triples lastró muchísimo a los de Katsikaris. Tres de veintidós para un 14% de acierto. Hasta la segunda mitad bilbaínos no disfrutaron de la suerte del tiro exterior. Por último rescatar esos instantes finales en los que los bizkainos erraron en sus decisiones cuando todo estaba por jugarse. Faltó una mayor tranquilidad.

En el lado positivo nos quedaremos con aspectos individuales. Por ejemplo la buena labor en la dirección de Nikos Zisis, gran noticia tras su lesión. El acierto de Mumbrú y Vasileiadis permitió a los Hombres de Negro seguir con vida hasta los instantes finales. El griego terminó con 14 puntos y 6 rebotes en su casillero. Pilepic también dejó buenos detalles de lo que puede tener dentro aún a pesar de no estar todo lo acertado que le hubiera gustado. Puede haber algo más que un simple tirador ahí dentro.

La eterna derrota de La Roca ha llegado en la primera jornada. No es mal momento, no rompe ninguna racha positiva y hay tiempo de sobra para corregir según que situaciones. El domingo a las 19.00 horas será el momento de dar la bienvenida de manera oficial a la temporada en el Bilbao Arena. El rival un duro hueso de roer. El Barça Regal será quien tenga el honor de estrenar el pabellón de Miribilla este año. Vendrán con ganas tras caer en la primera jornada ante el Blancos de Rueda Valladolid en el Palau. La batalla en el CID tendrá que quedar para el próximo año.

Imagen: EFE

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