La Real Sociedad se impuso por 2-0 ante el Athletic gracias a los goles de Griezmann y Vela de penalty. Los txuri urdin mostraron su mejor versión ante su afición, si bien tuvieron la inestimable ayuda de un rival que, sin ideas, deambuló por el terreno de juego, mostrando una versión muy lejana de la que deslumbró a Europa la temporada pasada.
Comenzó el encuentro con una Real que si bien no conseguía crear peligro sí daba muestras de estar viva, todo lo contrario que su rival. Rapidez de ideas, ir al corte con ganas. Se les veía con muchas ganas, quizás para acallar las críticas tras su mala segunda parte en Levante, o quizás por el ambiente de Derby. También estaba en el recuerdo el del año pasado donde la Real ni apareció y solo Iñigo Martínez la mantuvo con cierta vidilla.
Este año la Real salió a comerse el cesped desde el principio. Con el equipo más lógico posible, las únicas dudas generadas (los extremos) se saldaron de la decisión más salomónica, era derby y tocaba salir con los dos canteranos: Prieto y Griezmann. En total 10 canteranos dispuso sobre el cesped Montanier, con la novedad de Eñaut Zubikarai bajo palos tras la lesión (para par de meses) del chileno Bravo.
La Real no conseguía crear peligro, pero hasta el área rival llegaba con cierta facilidad, sin excesiva oposición de un rival que no se ayudaba y parecía partido en dos: Defensa-Ataque. La primera media hora de encuentro transcurría por los mismos derroteros. Con el mejor Athletic del día (haciendo poco), llegando con cuentagotas pero sin demasiado peligro a la meta de un Eñaut que parecía algo nervioso, pero que no tendría excesivo trabajo en toda la noche.
Al filo de la media hora llegaría el arreón donostiarra. Algo más asentados en el campo y tras un tramo donde el Athletic sí intentaba hilvanar algunas jugadas (y tenía algo más la posesión), la Real achuchó, y de las botas de Griezmann vino la mejor ocasión de la primera mitad. Su tiro se topó con Iraizoz, el mejor de los suyos en el encuentro. Zurutuza también dispuso de la suya e Illarramendi en un rechace estuvo a punto de poner el 1-0 en el marcador.
Llegaba el descanso con una Real que debía intentar mantener la misma intensidad que había mostrado, y mantener el ritmo de esos minutos finales para intentar ahogar a un Athletic inoperante totalmente en esos momentos, desbordado y sin ideas. Más que zurigorri, gris.
Tras el descanso la Real salió con ese ímpetu, y esas mismas ganas, y el premio terminaría llegando. Con su rival partido en dos, Zurutuza llega con facilidad cerca del área para ceder a Agirretxe. El usulbirdarra se la pasaría a Antoine, que con un tiro cruzado batía a Iraizoz y ponía el 1-0 en el marcador. Se abría la lata, se hacía lo difícil, y ahora tocaba no relajarse.
Montanier movió ficha poco después. Quitó a Agirretxe para dar entrada a Vela. La idea, clara, buscar la velocidad, poner a la defensa del Athletic pegada atrás, sin poder permitirse muchas alegrías ofensivas. Funcionó. Zurutuza y Griezmann siguieron tirando del carro realista, uno llevando la bola y trabajando a destajo (mención a sus compañeros Illarra y Markel que se multiplicaron por el cesped), y el otro poniendo el peligro.
De las botas del francés arrancó la jugada del segundo gol. Su tiro tras una buena jugada terminó salvándolo Iraizoz con una gran parada. El rechace llegó a Prieto que tiró y... penalty. El balón rebotaba en la mano de Amorebieta, que veía así la segunda amarilla y era expulsado. Vela se encargaría de transformar el 2-0 y la Real tenía el partido en el bolsillo.
A partir de ahí especulación, se regaló demasiado la bola al Athletic, que no supo (como el Zaragoza hace apenas 2 semanas) qué hacer con ella. Se jugó cómodamente atrás, y se esperaba a las contras. Para ello entró el Chory Castro por Zurutuza, colocando a Antoine por el medio. El final del partido, aburrido, apenas deparó una o dos ocasiones para los realistas, por ninguna de un Athletic que no inquietó al rival.
Los minutos finales sirvieron para que la afición txuri urdin fuera saboreando el triunfo, y para ver a Cadamuro en una nueva posición en los minutos finales, la de voltante. El pitido final anunciaba que los 3 puntos se quedaban en casa y colocaban a la Real en una cómoda situación (cerca de los puestos europeos), mientras que el Athletic seguirá una semana más coqueteando en la zona baja y dejando sinsabores. La imagen de los leones estuvo lejos de ser rival en el derby. Por su parte la Real continúa sumando de tres en tres en casa, haciendo de Anoeta su fortín.
