lunes, 3 de septiembre de 2012

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TRES PUNTOS PARA CRECER

La tormenta parece que amaina. Así podemos resumir la balsámica victoria lograda por el Athletic en la tarde de ayer ante el Valladolid en San Mamés. Con el mercado de fichajes ya cerrado para las salidas y ante la expectativa de una posible llegada en las próximas fechas los focos se centran por fin en el balón y el césped, el verde que tanto gustaba denominar Joaquín Caparrós. 

Llegaba la afición a 'La Catedral' con ganas de ver ganar a los suyos, sí, pero también con muchas dudas sobre cuál sería el comportamiento de los mismos jugadores que el año pasado tantas alegrías les dieron. Todo se resume en la primera ocasión del encuentro, un remate al poste de Susaeta cuando lo tenía todo a favor para marcar de manera plácida y adelantar a los suyos. No es la jugada en si misma, fueron los 35 minutos que tardaron los bilbaínos en crear una llegada peligrosa lo que exasperó al respetable.

Una grada que estuvo lejos de llenar los asientos del santuario zurigorri y a la que le costó entrar en materia. Más allá del minuto 20 comenzaron a escucharse tímidos cánticos de ánimo para los pupilos de Marcelo Bielsa. El rosarino fue el centro de los primeros gritos de apoyo, al menos de los más fuertes. La afición o al menos buena parte de ella está con él, algo a tener en cuenta cuando el viento sopla en contra en todos los frentes, no solo en lo deportivo. 

Se mostró la afición demasiado nerviosa, exasperada por algunas acciones de sus jugadores. Con especial atención en los iniciales errores de Iraizoz con el pie, los continuos pases hacia atrás, algo que nunca gustó demasiado en San Mamés, y también en las dudas que mostró Iñigo Pérez, incluso a la hora de ejecutar los saques de banda. Los ánimos ante las dos primeras derrotas estaban caldeados, nadie parecía desear un inicio como el de la temporada pasada.

Y a decir verdad los futbolistas no ayudaron a calmar esos nervios con lo que ofrecieron sobre el césped. Partido flojo y pobre el que ofreció el conjunto rojiblanco en la tarde de ayer. Por momentos adolecieron de una alarmante claridad de ideas y durante 70 minutos fueron un equipo plano, lento en la construcción y que sobrevivía de los chispazos de un activo y acertado Isma López y del buen hacer del siempre correcto Aduriz

Del resto escasas noticias y quizá eso fue lo que obligó a Bielsa a mover ficha. Al descanso cambio de cromos, saltaba al campo Galarreta intentando ofrecer frescura en un atascado centro del campo, quedándose en el vestuario un Ander Iturraspe que de momento está lejos de su mejor nivel. Aún así quizá ayer mereció algunos minutos más. Y, cómo no, no podía fallar el cambio en el lateral. Un errático I.Pérez recuperó una posición más habitual en el centro del campo dejando a De Marcos el lateral zurdo. 

El fino navarro no se siente cómodo incrustado en un flanco de la defensa y cada partido queda reflejado. Aún así el técnico argentino insiste en esa opción quien sabe si motivando con ello a la directiva a mover ficha en el mercado y conseguir la llegada de Monreal

Si la primera ocasión llegó en el minuto 35, la segunda se demoró otro tanto. No fue hasta el 70 que el Athletic consiguió hilvanar otra buena jugada y esta vez Aduriz conseguía enviar el balón al fondo de las mallas. En los siguientes 10 minutos los leones acosaron a un conjunto pucelano que mostró pocos motivos para sacar algo más que un punto. Una vez pasado ese pequeño "rush" vuelta a la normalidad que en estos momentos se traduce como mediocridad. 

La genialidad de Susaeta quitando las telarañas de la portería llevó la tranquilidad a una grada que se quedó contenta por los tres puntos pero con dudas ante el pobre juego. Por suerte para Bielsa y sus pupilos los tres puntos antes del parón permiten afrontar estos quince días sin partidos con un mayor relax y así poder seguir creciendo en su propuesta.

Además llega el momento perfecto para introducir a Fernando Llorente en la dinámica del grupo. En silencio, con los focos en otro lugar y con la primera victoria en el bolsillo. Por fin vuelve a hablarse de fútbol y eso es lo mejor que le podía pasar a la institución. Por cierto, los cuarenta millones que dejó Javi Martínez han sentado bien a las arcas bilbaínas, tanto que ayer los focos de San Mamés estuvieron trabajando a pleno rendimiento desde el descanso del partido. Un dos de septiembre a las cuatro de la tarde. Espera el Espanyol.

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3 puntos - Isma López: Fue un auténtico puñal en la banda izquierda. Única opción ofensiva en la primera mitad, durante la segunda además de mantener el nivel mostró un nivel de esfuerzo defensivo encomiable. La grada se lo agradeció con aplausos. Ha vuelto con buen pie.

2 puntos - Aduriz: Excelente en el arranque de la temporada, echándose el equipo a la espalda. Ganándose galones de líder de una escuadra necesitada de ellos. A su gol hay que añadirle su buen trabajo con el balón, descargando a sus compañeros, y sus buenos movimientos. 

1 punto - Gurpegui: Tras una dubitativa primera mitad en la segunda se mostró intachable. Nadie pudo echar de menos a Javi Martínez o Amorebieta. Atento en el corte, anticipándose cuando la situación lo requería, hizo buen tándem con un Ekiza que parece ir a más.

Imagen principal: Athletic Club

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