jueves, 13 de septiembre de 2012

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CUESTIÓN TÁCTICA

Igor Antón no ha sido la única noticia negativa que deparó la Vuelta. El equipo se la había jugado a no ir con un ciclista experimentado como Mikel Nieve, que en cuatro Grandes vueltas por etapas llevaba 2 etapas (una en Giro y otra en Vuelta) y había sido las cuatro veces 10º. Un ciclista regular, que podría haber acompañado a Igor, siendo un buen escudero si fuera necesario o defendiendo intereses propios si Igor hubiese fallado.

Se la jugaron sin él, quizás con la esperanza de que Mikel Landa, aquel que brillara el año pasado en Burgos, diera buena muestra de su clase (Que la tiene) en la Vuelta de este año. Sin embargo Landa no se encontró bien, no anduvo lo suficiente, y aunque al final apareció en alguna etapa resultó insuficiente para mucha gente. Por los laterales le han adelantado dos ciclistas que el año pasado no parecían mucho mejores que él: Nairo Quintana y Pinot. Y que ambos en su primera grande han dado mejores muestras de su nivel escalador.

En cualquier caso es pronto para cargar piedras en la mochila de un ciclista tan joven. Que no haya cubierto las expectativas no lo convierte en un mal ciclista, y de esta experiencia habrá sacado mucho positivo. Quizás en el equipo debieran haber pensado tener otro ciclista que tuviera más responsabilidades (Nieve hubiera sido perfecto).

Pero no todo son notas negativas. El resto del equipo ha brillado mucho, pero quizás en el anonimato, pero no por culpa de ellos, si no de unas decisiones tomadas posiblemente desde el volante que no han surtido efecto.

El equipo ha colocado a Verdugo 11º, Velasco 26º, Amets 30º (y eso que se le hizo larga la prueba), Sicard 44º, Astarloza 48º y Oroz 50º. Siete ciclistas entre los 50 mejores. Así dicho parece sonar a poco, pero la realidad es que en pelotones cortos Euskaltel tenía ciclistas para trabajar, pero no tenía para quien hacerlo. El hecho de fallar el líder hacía que la labor de los aquí mencionados resultara esteril.

Por ello el equipo reaccionó tardísimo. Cuidar al líder no debiera exigir tener a todo el equipo para él, y en tal caso el líder debiera justificarlo (Samu con su podio del Tour, Igor cuando iba líder camino de Peña Cabarga allá por 2010). Pero Antón no justificó en ningún momento toda la labor de gregario que pudieran hacer para el, por lo que se debiera haber actuado antes a buscar fugas.

Y en eso el equipo no estuvo atento, llegó a coger buenas fugas. Y hay que reconocer que camino de Fuente Dé lo que privó al equipo de una mejor actuación fue posiblemente que hubiera hostilidades por la general. De no ser así Verdugo hubiera podido tener alguna opción en aquella fuga en la que fue 4º (detrás de Contador, Valverde y Henao) aguantando muy bien en la fuga.
Pero quitando ese día, el equipo no pareció enterarse de las cosas, y las culpas, repito, no debieran darse a unos ciclistas que demostraron dar el nivel. Rubén Pérez fue 2º en Lagos, Verdu 4º en Fuente Dé y Sicard 5º en la Bola del Mundo. Faltó la etapa, pero también faltó la decisión del equipo. En dos etapas se actuó “desde atrás”, tarde, a destiempo. Poniendo al equipo a trabajar en bloque para intentar quitar más de 10 minutos a una fuga.

En ambos casos el ridículo fue grande. No por la falta de nivel de los ciclistas, repito, si no por la brillante decisión de quienes mandaban las instrucciones de no haber tirado antes. No pilla por sorpresa. En Primavera a este equipo se le escaparon dos triunfos cantados con Urtasun. El navarro venía de ser 3º en Castilla y León y máximo favorito a La Rioja. Llegó un ciclista en solitario, adivinen quien hizo segundo. Unos días más tarde en la primera etapa de Asturias pasó lo mismo, un ciclista en solitario llegando a meta, y el equipo que intentó tirar abajo la fuga: Euskaltel, con la miel en los labios. Segundo, al sprint, Urtasun.

Por ello, ya con las dos de la Vuelta son (al menos) cuatro las ocasiones donde el equipo ha trabajado a destiempo, tarde, mal. Parecen no tomarse las decisiones acertadas. Y luego extrañará que no haya puntos o ciclistas rematadores, cuando el bueno de Pablo sin ser un sprinter de los mejores debiera llevar este año par de victorias (cuanto menos una) en su casillero.

El caso es que en la primera mitad de la Vuelta el equipo no anduvo muy atento a los cortes. Y en la segunda mitad, aunque progresó, mejoró, y ahí estuvo Astarloza llegando muy lejos, y los mencionados Top 5 en etapas, el equipo dio el mencionado recital en dos etapas de tirar tarde. Curiosamente fueron las dos únicas llegadas en alto donde Igor en lugar de aguantar atacó. En las dos etapas donde ya estaba el pescado vendido fue donde el vizcaíno saltó del pelotón con resultados buenos pero no brillantes.

Pero la nota al equipo debe ser buena.. Sobre todo Gorka Verdugo. Soberbio. Nunca se podría imaginar que tras ese gregario de (normalmente) Samu se escondía tan buen ciclista. El tener que abandonar el Tour por caída propició que corriera la Vuelta sí o sí. Y su nivel en la ronda española ya se vio desde el principio que era muy bueno. Al final 4º en una etapa y 11º en la clasificación final a tan solo 9 segundos del Top 10, teniendo en mente que camino de Valdezcaray le hicieron pararse para ayudar a un Igor descolgado, cediendo así medio minuto que hubiera sido Oro al final de la ronda española.

El de Etxarri-Aranatz había sido padre en los primeros días de la Vuelta, así que aprovecho para lanzar zorionak a la familia. Contagiado por el nacimiento de su hijo Verdu ha volado en su mejor nivel nunca exhibido. Hasta ahora una París Niza donde fue 6º había sido su resultado más destacado, fiel gregario que tenía pocas oportunidades a lo largo del año y  que no había llegado a coger galones cuando pudo haberlos tenido. Ahora, toca atarlo. Euskaltel quiere puntos, y tiene un ciclista sin renovar que termina cerca de los 10 mejores la ronda española.

Respecto al resto del equipo destacar que Sicard en su primera grande demostró aguantar las tres semanas, teniendo algún que otro día bueno, como camino de La Bola del Mundo (quinto), el resto cuando tocó currar (en balde) se trabajó, y unos cuantos: Amets, Astarloza, Rubén Pérez o Landa cogieron algún corte bueno en algunas etapas. En general dieron la talla como muestra la segunda posición en la clasificación por equipos. Pero a todas luces parece insuficiente premio para un equipo que debía haber exigido al menos un hueco entre los 5 mejores a su líder y haber vencido al menos una etapa.

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