Como no podía ser de otra manera el anuncio que realizó el club bávaro ayer ha supuesto un terremoto informativo en todo el mundo, de lado a lado. Las reacciones no se han hecho esperar e incluso rivales del club muniqués como el Borussia Dortmund han alabado el movimiento del club que preside Uli Hoeness. El máximo dirigente Hanz-Joachim Wazke se alegró por la llegada de Guardiola a la Bundesliga: "lo encuentro genial. Felicitaciones al Bayern por el golpe que ha conseguido".
Así es la figura del catalán, capaz de ser alabado por unos y otros e incluso por los que presumiblemente serán tus máximos enemigos en unos meses. ¿Cómo ha logrado eso? Con una acertada imagen de serenidad y calma, siendo alguien que parece vivir a gusto consigo mismo y especialmente con el trabajo que desempeña incluso en los peores momentos.
Pero por supuesto por encima incluso de la excelente imagen que tiene el de Santpedor está su legado deportivo. Y no es una cuestión de recitar títulos de carrerilla, que los tiene y a pares. No. Se trata del cómo llegaron esos títulos, esa especie de cambio de época que él ha llevado a cabo. Sí, no es el único que enarbola la bandera de lo estético y el gusto por el balón, pero el escaparate en el que se encontraba y el preciosismo con el que logró los títulos su Barcelona le situaron como obligado estandarte de esta corriente futbolística.
¿Qué se encontrará Guardiola en su nuevo destino? Un equipazo. Ribery, Robben, Schweinsteiger, Lahm, Javi Martínez y compañía. Y además dinero para hacer y deshacer a su antojo. No al nivel de Barça, Madrid, Chelsea o Manchester City, pero los alemanes cuentan con una fuerte posición económica como lo demostró el fichaje del navarro. No está de más reconocer lo evidente, el Bayern es sin ninguna duda el club con mayor potencial económico de Alemania.
Eso le sitúa varios peldaños por encima de sus rivales. No hay que olvidarlo. Quizá no sea una plaza muy arriesgada por todo ello, pero bien hará Pep en no confiarse ante sus enemigos. Porque si algo ha demostrado la Bundesliga en los últimos años es la posibilidad de sorpresa en cualquier momento. Ahí están los dos títulos del Dortmund en 2011 y 2012 o el cosechado por el Wolfsburgo en 2009.
Es la competición alemana una liga en constante crecimiento, al amparo de una reestructuración realizada con la vista puesta en el Mundial de 2006 y que no ha parado de dar sus frutos. La igualdad aún a pesar de esas diferencias de presupuesto ha sido una constante en una de las tres mejores ligas del continente. Porque, y esto no deja de ser un juicio personal, la liga italiana ha claudicado ante el empuje de la Bundesliga.
La presencia del comúnmente conocido como mejor técnico del planeta no hará más que aumentar el valor del torneo germano. Aún con todo el catalán no podrá bajar la guardia. A la fuerza de los equipos locales se le suma las exigencias que su club siempre tiene en Europa, donde llevan años buscando la ansiada quinta Copa de Europa. Tras el pinchazo en la final disputada en su campo la temporada pasada es más una necesidad que un simple deseo.
Habrá que ver si Guardiola consigue llevar al Bayern al mismo nivel de excelencia que logró con su Barcelona. Y si lo consigue cuánto tiempo necesitará para ello. Los nombres de posibles fichajes ya van uniéndose al anuncio de su llegada a Baviera. Como el de Beñat Etxebarria, jugador que encajaría como un guante en el ideario del de Santpedor. De aquí a junio todo serán especulaciones. Solo una cosa es segura: hay un nuevo Kaiser en Alemania.
Imagen: The Guardian
¿Qué se encontrará Guardiola en su nuevo destino? Un equipazo. Ribery, Robben, Schweinsteiger, Lahm, Javi Martínez y compañía. Y además dinero para hacer y deshacer a su antojo. No al nivel de Barça, Madrid, Chelsea o Manchester City, pero los alemanes cuentan con una fuerte posición económica como lo demostró el fichaje del navarro. No está de más reconocer lo evidente, el Bayern es sin ninguna duda el club con mayor potencial económico de Alemania.
Eso le sitúa varios peldaños por encima de sus rivales. No hay que olvidarlo. Quizá no sea una plaza muy arriesgada por todo ello, pero bien hará Pep en no confiarse ante sus enemigos. Porque si algo ha demostrado la Bundesliga en los últimos años es la posibilidad de sorpresa en cualquier momento. Ahí están los dos títulos del Dortmund en 2011 y 2012 o el cosechado por el Wolfsburgo en 2009.
Es la competición alemana una liga en constante crecimiento, al amparo de una reestructuración realizada con la vista puesta en el Mundial de 2006 y que no ha parado de dar sus frutos. La igualdad aún a pesar de esas diferencias de presupuesto ha sido una constante en una de las tres mejores ligas del continente. Porque, y esto no deja de ser un juicio personal, la liga italiana ha claudicado ante el empuje de la Bundesliga.
La presencia del comúnmente conocido como mejor técnico del planeta no hará más que aumentar el valor del torneo germano. Aún con todo el catalán no podrá bajar la guardia. A la fuerza de los equipos locales se le suma las exigencias que su club siempre tiene en Europa, donde llevan años buscando la ansiada quinta Copa de Europa. Tras el pinchazo en la final disputada en su campo la temporada pasada es más una necesidad que un simple deseo.
Habrá que ver si Guardiola consigue llevar al Bayern al mismo nivel de excelencia que logró con su Barcelona. Y si lo consigue cuánto tiempo necesitará para ello. Los nombres de posibles fichajes ya van uniéndose al anuncio de su llegada a Baviera. Como el de Beñat Etxebarria, jugador que encajaría como un guante en el ideario del de Santpedor. De aquí a junio todo serán especulaciones. Solo una cosa es segura: hay un nuevo Kaiser en Alemania.
Imagen: The Guardian
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