Este pasado fin de semana se dio el pistoletazo de salida a los
playoffs de la NFL. Los cuatro partidos de wildcard se esperaban con
impaciencia ya que a priori tenían muy buenas perspectivas a la hora
de ofrecer espectáculo. Sin embargo a la hora de la verdad ninguno
llegó a la altura de las expectativas creadas. Sólo el
Redskins-Seahawks puede ser catalogado como un buen partido si se es
generoso.
Houston Texans-Cincinnati Bengals (19-13)
El partido que inauguró la ronda del wilcard fue el disputado en
el Reliant Stadium. Se enfrentaban dos equipos que llegaban en
trayectorias opuestas. Los Texans de más a menos y los Bengals de
menos a más tras haber dejado fuera a los Steelers ganándoles en el
Heinz Field. Muchos de los ojos estaban puestos en el QB del equipo
local. Schaub estaba bajo el microscopio debido a su bajísimo
rendimiento en las últimas jornadas de la temporada regular.
Teniendo esto en cuenta Gary Kubiak diseñó un inicio de partido
conservador. Había que surtir de balones al RB Foster para que la
defensa se fuese centrando en el corredor. Menos presión para
Schaub. El partido fue bajo el guión previsto por los Texans. Su
ataque estaba en el campo pero no acababa de rematar la faena. Shayne
Graham (un ex de Cincinnati) puso el 6-0 con dos field goals.
Una de las claves para esta buena regular season del equipo de los
Bengals ha sido la defensa. Mike Zimmer, su coordinar defensivo, ha
sabido dotar al conjunto de una consistencia extraordinaria. Un
ejemplo de esto fue la intercepción de un excelso Leon Hall que la
retornó para touchdown. De nuevo los fantasmas de Schaub fallando se
arremolinaban en las cabezas de los aficionados locales. Un nuevo FG
de Graham hizo que los Texans se fuesen al descanso con un
inquietante 9-7.
La segunda parte tampoco tuvo mucha historia. Sin embargo los
Texans se mostraron algo más resolutivos. Un drive sostenido les
puso a las puertas de la end zone. Foster con una carrera de una
yarda consiguió un touchdown que les ponía con una ventaja
sustancial.
Era el momento perfecto para que el ataque bengalí diese un
puñetazo sobre la mesa. Los ojos se centraron en Dalton y Green.
Desgraciadamente para los aficionados de Cincy el play calling fue
horrible. Además, de nuevo el joven QB volvió a decepcionar en los
momentos clave. Es una constante en las últimas temporadas de los
Bengals. El ataque, salvo en contadas ocasiones, desperdicia el gran
trabajo de la defensa. Finalmente los Texans ganaron por 19-13 y se
enfrentarán a los todo poderosos New England Patriots en Foxboro.
Green Bay Packers-Minnesota Vikings (24-10)
Este duelo interdivisional tenía todos los condimentos para ser
uno de los grandes partidos de la temporada. Estaba Adrian Peterson,
el mejor corredor de la liga de largo, y en el otro bando Aaron
Rodgers, uno de los mejores QB de la competición. La sorpresa saltó
pocos minutos antes del comienzo del encuentro cuando se anunció la
baja del QB visitante Christian Ponder. Un auténtico problemón a
pesar de que no fuese un jugador muy bien considerado.
Con este condicionante se dio el pistoletazo de salida al partido.
Desde el comienzo la idea de los Vikings fue clara y efectiva. Balones
a Peterson y de vez en cuando jugadas de option por parte de Joe
Webb, el hombre que sustituyó a Ponder. En el primer drive funcionó
a la perfección este sistema. Después la cosa cambió por completo,
en parte por la buena defensa de Green Bay y en parte por el nefasto
play calling de Minnesota.
El 0-3 inicial fue el único momento en el que los Vikings
estuvieron por delante en el marcador. El touchdown de Harris puso el
7-3 que fue el inicio del fin equipo visitante. Incomprensiblemente
se empezaron a marcar más jugadas de pase y Webb en momentos llegó
a rozar casi el ridículo. Aunque Peterson estuviese siendo contenido
no tenía sentido alguno poner en ese tipo de situaciones a un QB que
no estaba preparado para plantear un partido de ese estilo.
Una desventaja de 14 puntos cuando restan dos cuartos es algo
perfectamente remontable. Sin embargo prácticamente todos sabían
que los Vikings estaban enterrados, y bien profundos además. La
segunda parte no tuvo casi historia. Casi una mera formalidad.
Rodgers conectó con Kuhn para touchdown en el tercer cuarto sellando
el partido. Al final maquillaje de los visitantes para acabar con un
claro 24-10. Green Bay viajará a San Francisco para seguir vivos en
la lucha por el Lombardi Trophy. Partidazo.
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