miércoles, 9 de enero de 2013

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BAJO NIVEL EN LOS WILDCARD (II)

Continuando con el análisis de los partidos de wildcard hoy toca ver lo sucedido entre los equipos que se enfrentaron el pasado domingo. La tónica de poco juego se mantuvo, aunque si es cierto que hubo otra serie de matices que dieron a estos dos partidos un toque especial. En Baltimore asistimos al último partido en su casa del gran capitán Ray Lewis. En la capital de los Estados Unidos un duelo entre dos QB rookies que maravillaron durante la regular season.

Baltimore Ravens-Indianapolis Colts (24-9)

La previa de este partido venía marcado por el anuncio de la retirada de Ray Lewis cuando acabase esta temporada. Esto significaba que si o si el duelo contra los Colts sería su último partido como local en lo que ha sido su carrera. Se juntaban emociones e ilusiones por llevar de nuevo a su gran capitan a lo más alto del fútbol americano. 

El primer cuarto se ventiló sin que ninguno de los dos equipos consiguiese inaugurar su marcador. Las defensas estaban bien plantadas en el campo dejando poco espacio a los ataques. Cada equipo quería establecer un juego de carrera que les diese más margen de maniobra a sus quarterbacks. Poco a poco lo fueron consiguiendo, sobre todo los Ravens. Al descanso se llegó con un igualado 10-6 aunque lo cierto es que quedó un cierto regusto de decepción en los Colts al no materializar en forma de touchdowns sus drives.

Tras el descanso los Ravens salieron mucho más resolutivos con el ataque. Joe Flacco empezó a conectar con sus receptores y esto hizo que la defensa de Indianapolis empezase a resquebrajarse. Boldin trajo por la calle de la amargura a una secundaria que en ningún momento de este periodo pudo con él. 145 yardas en dos cuartos es el claro ejemplo de lo que es dominar a tu par.

En el momento en el que los Ravens empezaron a dominar en el marcador y sobre todo en el juego, a los Colts se les apagaron las luces. Las 54 jugadas de pase ejecutadas por Luck no son la mejor manera de llevar a cabo un game plan aunque vayas por detrás en el marcador. Es posible que la baja de Bruce Arians, su coordinador ofensivo, fuese clave para esta pérdida del norte. Al final los Ravens ampliaron aún más la ventaja para acabar imponiéndose por 24-9. Su próximo rival serán los Denver Broncos de Peyton Manning. Mile High les espera.

Washington Redskins-Seattle Seahawks (14-24)


El duelo entre estos dos equipos era probablemente el que más expectación despertaba. Se citaban frente a frente Robert Griffin III y Russell Wilson, dos QB rookies que habían cuajado una regular season de record. Ambos con unas cifras nada habituales para novatos. Pero no sólo estaban los quarterbacks. El duelo de corredores entre Morris y Lynch era también brutal.

Los Redskins comenzaron el partido a tope. Estaban como una moto. Su ataque era imparable combinando el pase y la carrera, mientras que la defensa conseguía parar sin demasiado esfuerzo a unos Seahawks que estaban muy incómodos sobre el lamentable césped del FedEx Field. Los locales pronto se pusieron con un inquietante 14-0. Había un evidente riesgo de que Seattle se quedase fuera del partido sino reaccionaba con prontitud.

No fue hasta el segundo cuarto cuando Seattle empezó a carburar. Russell Wilson y Marshawn Lynch empezaron a combinar su talento y la defensa de los capitalinos empezó a conceder jugadas con bastante ganancia de yardaje. El RB les machacaba a base de fortaleza, mientras que el quarterback a base de pases cortos y scrambles les remataba. Al descanso sólo se fueron perdiendo de uno (14-13) pero era evidente que tenían el momentum ya que Griffin III estaba más que renqueante dejando huérfanos de liderazgo a los Redskins.

En el tercer cuarto ninguno de los dos equipos anotó. Las defensas y los pañuelos impidieron que el luminoso se moviese. A pesar de que los Redskins jugaban en casa, cada vez estaban más y más cohibidos. Griffin III apenas podía moverse y su aportación era casi nula. Por su parte Seattle empezó a poner en marcha a la 'bestia', apodo de Lynch. Un TD tras una carrera suya de 27 yardas puso por primera vez a los visitantes por delante.

A penas dos jugadas después los Redskins se despidieron del partido cuando Robert Griffin III cayó lesionado en un mal snap. Su rodilla dijo basta y los Seahawks recuperaron el balón en la red zone de Washington. Un nuevo field goal de Hauschka selló el partido. Es imposible saber que hubiese pasado si Shanahan hubiese sustituido antes a su QB, pero lo cierto es que la tozudez por mantenerle en el campo fue a la postre decisiva. Seattle viajará a Atlanta para intentar meterse en el NFC Championship game. Wilson venció en el duelo de rookies.



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