lunes, 28 de enero de 2013

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ESPAÑA CAMPÓ A SUS ANCHAS

La selección española de balonmano se proclamó campeona del Mundo en el Mundial disputado en su propio país. La final fue un mero trámite ante una débil y desdibujada Dinamarca, que era favorita. De este modo, la roja logra su segunda estrella tras ganar hace ocho años en Egipto el que hasta ahora era el hito más grande de la selección.

Ayer escribieron una página gloriosa, y lo hicieron a lo grande, ante una débil Dinamarca que no tuvo nada que ver con ese equipo serio y rocoso que ha deslumbrado al mundo en los últimos años. Campeona de Europa el año pasado y en 2008, y subcampeona del Mundo en 2011. Con el mejor jugador del momento (y de este Mundial): Mikkel Hansen; el mayor goleador del Torneo: Eggert, y uno de los mejores porteros: Landin.

Tenían todo a su favor, menos a la afición. España competía en casa, y eso se hizo notar y fue motivo suficiente. Dinamarca apenas aguantó viva el partido hasta ponerse 8-7 perdiendo. Tan solo a un gol de España. Fue un espejismo de los nórdicos, que a partir de ahí se hundieron. El recital de contras de España, favorecidas por la ineficacia no solo en tiros si no a la hora de mover el balón de los daneses abultó el marcador hasta el 18-10 con el que se llegó al descanso.

Sobró la segunda parte, donde Dinamarca anotó el primer gol y no hizo mucho más. Los daneses se quedaron al final del partido en 19 tantos, uno más de los logrados por España en toda la primera mitad. España se fue a los 35. 16 tantos de ventaja, la mayor paliza que ha visto una final de un mundial de Balonmano. En 1958 Suecia ganó de 10 a Checoslovaquia. Desde entonces ningún equipo había mejorado esa marca. España pulverizó ese record ante una Dinamarca que se fue de vacaciones poco antes del descanso.

Se cerró así un campeonato perfecto de la selección española, donde tan sólo cayeron ante Croacia en fase de grupos. Una derrota en cierto modo "dulce" porque evitó cruce ante las potentes Francia y Dinamarca.  España pasaba segunnda de grupo, tras vencer a otra temible selección como era la Hungría de Nagy. Entre las 16 selecciones que pasaron de grupo, 13 eran europeas. Tan sólo Montenegro no logró pasar entre los países del viejo continente.

El camino de España hacia la final tuvo de rivales a Serbia, Alemania y la sorprendente Eslovenia, que llegó a pisar semifinales. No sufrieron los de la roja ante una Serbia lejana a su mejor versión, y poco más ante Alemania, quizás el que más problemas supuso. Al final del camino esperaría Dinamarca, vencedora de su cruce de semifinales ante otra favorita: Croacia. Estos habían eliminado en cuartos a una Francia que poco a poco está perdiendo su condición de mejor selección del Mundo. Los galos, ganadores de todo hace no mucho, llevan dos patinazos serios en el último europeo (11º) y Mundial (6º), aunque entre medio se llevaron el Oro en Londres.

La final, en principio reñida y donde España compensaba el favoritismo de Dinamarca con el hecho de jugar en casa, no existió. A los 20 minutos dejó de haber partido, al descanso ya casi podían celebrarlo. Al final un festival goleador donde todo funcionó a la perfección desde el "manchego" Sterbik, hasta el mejor pivote del Mundo, el irundarra Julen Aguinagalde, que tardó en marcar el primer gol, pero tampoco hicieron gran falta sus goles en una final donde Dinamarca dio muchas facilidades.
El danés Mikkel Hansen fue proclamado mejor jugador del campeonato. Y en el siete ideal aparecen dos españoles: el mencionado Aguinagalde, y el eterno Entrerríos, el viejo rockero que se retiraba de la selección en esta final y que puso un broche de oro a su carrera con la misma. Él y Albert Rocas son los únicos que quedaban de aquel Oro en Egipto de hace ocho años. España es bicampeona del mundo y demuestra que su nivel está a la altura de las grandes favoritas en estas citas como son Francia, Dinamarca o Croacia.


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