sábado, 1 de diciembre de 2012

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UNA OPORTUNIDAD DE ORO

Vaya lavado de cara el que sufrió hace menos de un año el Atlético de Madrid. Eliminado de Copa del Rey, en mitad de tabla en Liga, pero aun vivo en Europa League. Se fue Manzano, que apenas duró unos meses, y llegó un ídolo de la afición: Diego Pablo "Cholo" Simeone. Un jugador que estuvo presente en el doblete del Atlético de Madrid del 96, con aquella Liga y Copa.

En los banquillos apenas había actuado como entrenador en su Argentina natal, y podía ser un riesgo (según algunos), no había empatado con nadie. Y como es costumbre (cada vez más) en el mundo del fútbol, un jugador por el hecho de haber sido tal, consigue entrenar de la noche a la mañana a equipos de nivel. El currículum que presentaba el Cholo en el Calderón era más como jugador que como técnico. El riesgo, era importante, pero no tembló el pulso.

Y apenas un año después repitió la gesta que hace apenas dos años (como pasa el tiempo) logró Quique Sánchez Flores, que consiguió ganar la Europa League y al inicio de la siguiente temporada la Supercopa de Europa. El Cholo logró esos ambos retos. En la final de Europa League, de infausto recuerdo para los seguidores del Athletic, derrotaron por 3-0 al club entrenador por Bielsa; unos meses después, el Chelsea cayó por 4-1, en un partido donde las contras atléticas fueron letales, y pudieron caer más.

El caso es que no es casual. en Liga falló algo, se quedaron 5º, a apenas un par de puntos del Málaga. Esos dos puntos que volaron incomprensiblemente en el descuento ante la Real en la antepenúltima jornada terminarían siendo vitales. El Atlético vio esfumarse su sueño de Champions, y se llevó por delante al Villarreal en la última jornada, aun sabiendo que se escapaba el sueño. Sin embargo lo que fallaron fueron pequeños detalles, durante algunas jornadas el equipo practicaba buen fútbol pero fallaba arriba, en otras (como la mencionada ante la Real) salía a relucir el mote de "pupas" y encajaban goles en el tramo final. Faltaban pequeñas cosas para que el Atlético lograra el billete a la Champions.

Esas pequeñas cosas se han olvidado en lo que va de temporada. Está siendo el auténtico equipo revelación (si se puede llamar así a un club destinado a ser tercero o cuarto en liga) de la temporada. Pero es que los colchoneros han logrado 11 triunfos en lo que va de temporada, por un empate y una derrota. Unos números que en cualquier liga del Mundo, en cualquier periodo histórico, le darían casi seguramente el liderato, e incluso se les nombraría máximos favoritos al título liguero.

Sin embargo no es así en la Liga BBVA, el Barcelona está intratable, y cuando no lo ha estado (caso de en el Reyno o en Sevilla) han aparecido ayudas innecesarias que han convertido al conjunto de Tito Vilanova en líder destacado de la Liga, nadie le tose, eso sí, le aguanta un Atlético de Madrid con una plantilla quizás algo más justa de lo que es la culé. Pero de momento, ahí están, y que le quiten lo bailao.

Las bases del fútbol del Cholo son bastante claras. Lo primero que hizo al llegar al club colchonero fue asentar el entramado defensivo. Las quejas sobre lo madres que eran, sobre los regalos que hacían y demás, se han ido disipando. Con Courtois bajo palos, el cholo se sacó de la manga lo de poner a Juanfran de lateral derecho. Y curiosamente, con el lateral más ofensivo que habrá tenido el Atlético en años, el equipo funciona defensivamente a las mil maravillas.

Miranda se ha hecho un hueco claro en la defensa, acompañado del ex del Villarreal Godín, y en la izquierda está un renacido Filipe Luis (otro lateral peligroso para el ataque). Gabi y Mario Suárez son los encargados de dotar en el centro del campo de equilibrio al equipo, y lo han conseguido. El fútbol del Atlético no es de toque ni brillante, pero sí efectivo. Las contras que pueden preparar son letales, y saben replegarse muy bien. Un ejercicio de fútbol a la contra llevado a la perfección, si bien es necesario disponer de jugadores capacitados para ello. Para eso están Adrián o (sobretodo) Falcao. A nadie se le olvida que sin el colombiano, el sueño que está viviendo el Atlético no tendría mucho sentido.

El caso es que el equipo tiene un once bastante perfilado, y fuera del mismo, apariciones como la del Cebolla Rodríguez (que no podrá jugar hoy ante el Real Madrid), Raúl García o Diego Costa (bastante olvidado para el Cholo en Liga, hasta que hace par de jornadas revolucionó el equipo) dan un extra al equipo. Pero ahí termina todo. Un once bastante definido y que exige pocos cambios y un par o tres buenos revulsivos en caso de que la situación no funcione es lo que tiene el Atlético. Eso, de momento funciona, pero veremos cuando en enero la Copa cobre mayor importancia o en Europa League haya rivales peligrosos.

Porque de momento Simeone ha rotado en Europa League lo que no está escrito. Hasta el punto que el pichichi de las dos últimas temporadas en dicha competición, Falcao, no ha llegado a jugar ni un solo minuto en la liguilla de grupos. De momento se le ha reservado para la Liga. En Copa, ante el Jaén, no hubo problemas. En enero vendrá lo goloso, si bien el calendario por ese lado del cuadro no parece demasiado complicado, y si el Atlético no decide tirar la copa tendrá serias opciones de poder aspirar a estar en la Final. A día de hoy es máximo favorito por su cuadro.

En esas está el Cholo, segundo en Liga a tres puntos del mejor equipo de la historia (12 victorias y 1 empate en 13 jornadas, lo que lleva el Barcelona). El Atlético ha hecho el mejor arranque de su historia y aun así no son líderes, curioso dato. O quizás desesperanzador. Será difícil plantar cara o pelear el título cuando la Liga no se disputará a 75-80 puntos como a principios de Siglo, si no a casi 100.

Sin embargo la suficiencia en Europa con suplentes, el sorteo de Copa y el buen arranque liguero invitan al optimismo. Llegan hoy al Derby ante el Real Madrid en el Santiago Bernabeu, y en dos semanas visitarán el Camp Nou. Es ahora el momento de la verdad, de saber si este Atlético se queda en el camino como el Valencia de Emery, o puede aspirar a estar con los mejores (o en este caso con el mejor). El Madrid viene dolido, en crisis institucional y ocho puntos por debajo de sus vecinos, quien lo diría. Es ahora o nunca.

Lo saben en el Manzanares. Una victoria ante el eterno rival colocaría en Jaque al Barcelona, que si bien seguirá a lo suyo, sabrá que el Atlétivo va a vender muy caro el título. Al menos valdría para dar toque de atención a una afición y prensa que siguen mirando el segundo puesto a once puntos (los que está el Real Madrid) y no al Atlético, que en tres semanas en el Camp Nou podría convertirse en líder de la Liga BBVA.

Una derrota no debiera dañar el punto de vista. La temporada del Atlético está siendo muy meritoria, con pleno de triunfos en casa (si bien lejos de su estadio sufren mucho para ganar) y tan solo han hincado la rodilla ante el Valencia (2-0) hace unas pocas semanas. Puntuar es el objetivo prioritario, si bien un empate podría dejarles a cinco de la cabeza de la Liga. Pero eso no debe preocuparles lo más mínimo, el Barcelona parece de otra galaxia, y ellos deberán seguir sumando aquí y allá, como han hecho hasta ahora.

Esta noche llega quizás el derby "más igualado" de los últimos tiempos, un Real Madrid menos fiero que estas últimas temporadas y un Atlético de Madrid crecido. Pero claro, se juega en el Bernabeu, con lo que ello conlleva (el Real Madrid en su feudo tan sólo ha cedido un empate en seis partidos de Liga), y habrá que andarse con cuidado.

Esta noche saldremos de dudas, de si el Atlético de Madrid puede ser un serio candidato o tendrá que seguir remando, trabajando duro y esperando que la liga se juegue en 80 puntos. En cualquier caso, una oportunidad así para ganar al eterno rival no se presenta cualquier día, y el Cholo y su equipo deben ser conscientes de ello.

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