jueves, 27 de diciembre de 2012

0

UN AÑO PARA SOÑAR

La Real Sociedad ha concluido este año 2012 en una comodísima séptima posición. A tan solo un puesto y dos puntos de Europa, si bien la noticia reciente de que el Málaga no podrá estar en Europa el año que viene (aunque habrá que esperar confirmación definitiva) acercaría a la Real a Europa en estos momentos. No es casualidad ver al equipo txuri-urdin en esas posiciones si nos atenemos a qué ha sucedido en los tiempos recientes.

Para comenzar, la Real no lleva desde verano haciendo una buena temporada. Si contamos todos los resultados de este 2012 de todos los equipos, la Real sería en una hipotética clasificación, y tras 39 partidos jugados, sexta en la clasificación, por detrás de los cuatro que actualmente están en Champions y del Zaragoza, que el año pasado firmó un final de liga impresionante para salvarse.

Teniendo esos resultados en mano, se puede ver que la Real lleva un año (concretamente desde un poco más atrás, desde noviembre del año pasado) dentro de lo que se podría considerar una "media europea". Lo que pasa es que las ligas se juegan de septiembre a mayo (o junio) y por lo tanto aun tocará remar para que el club txuri-urdin pueda terminar en buen puerto.

En cualquier caso no hay que olvidar que los de Montanier son un equipo en crecimiento. Es algo que se ha achacado mucho a los que no tienen paciencia tanto de aquí como de fuera, a los que desde fuera veían pocos mimbres en el equipo cuando hace dos años se salvaba por los pelos. Entonces, ni había profundidad de banquillo, ni había experiencia en Primera por parte de algunos, y alguna lesión (clave la de Llorente) y bajón de rendimiento de algunos propició que a final de temporada el equipo no jugara muy allá.

Ahora con Montanier las "crisis" se pasan al principio. El año 2011 estaba la Real colista en noviembre, y ya en diciembre estaba fuera de descenso, y este año apenas estuvo unas horas en descenso, lo que tardaban en jugar su partido en Málaga para ganarlo, 1-2 cuando se hablaba del posible despido del técnico galo. Lo que son las cosas, ha tenido que tener dos años consecutivos la soga al cuello para que el equipo se tire siete jornadas sin perder (en ambas temporadas) y salga del pozo.

El año pasado la remontada no pasó más allá del 11º puesto, y cabe recordar que se empezó desde el 20º. Este año la Real se ha encaramado a tiempo a la zona alta de la clasificación, y eso, unido a una plantilla cada vez más experimentada y a jugadores que prometen muchísimo y ya gozan de minutos, como el caso de Pardo hacen ser optimistas. Quizás este no sea el año de entrar en Europa, pero la Real lleva cuatro años, desde que comenzó en Segunda, a crecer pasito a pasito, manteniendo el bloque del ascenso, trayendo pocos fichajes pero que funcionen (al menos en el caso de Vela, el del Chory está por ver) y, lo más importante de todo, sacando cantera desde abajo.

El año 2012 comenzó con un auténtico varapalo. La eliminación absurda de Copa ante el Mallorca un año donde había mucha ilusión, con el sorteo, habiendo pasado de ronda y ganado 2-0 la ida ante el conjunto balear. Además de adelantarse 0-1 en Palma. Todo a huevo para pasar a cuartos, a un derby, y quien pasara tendría a Espanyol o Mirandés (finalmente este último) como rival. No hace falta recordar qué sucedió.

Aquel resultado escoció y se pidieron dimisiones a pesar de que en Liga el equipo llevaba 6 jornadas invicto. La séptima fue en Mestalla (0-1), aunque una semana después el Atlético del Cholo venció en Anoeta. En liga se terminó la buena racha y empezó a verse una Real irregular, o mejor dicho, bastante regular. Ganando en casa, perdiendo fuera. Solo así se explica que hasta final de la pasada temporada sumara, desde Mestalla, 3 puntos lejos de Anoeta. Cabe recordar que la visita a tierras valencianas fue en la última jornada de la primera vuelta.

Tres empates ante Espanyol (tras ir 0-2 ganando), Málaga y Atlético (este en el descuento), y el resto derrotas. En casa todo fueron buenos resultados, con numerosas victorias, algún empate, y la derrota ante el Levante en un partido que la Real fue ganando hasta que le dio la gana al árbitro con un penalty inexistente que supuso el 1-1 y el comienzo del hundimiento (aquella tarde) realista.

Así fue imposible mirar para arriba, sin mostrar una cara más amable fuera de casa. Todo lo contrario que ha pasado esta temporada. La Real no carburaba fuera de casa, pero en casa seguía contando sus partidos con victorias. Hasta que le hirió de muerte el Atlético, falló Vela una ocasión clarísima y en el descuento Falcao no perdonó. Volaba un punto en un buen partido de los de Montanier. Y el siguiente visitante, el Espanyol. Mejor dicho, un rácano Espanyol, se llevó los tres puntos con un cerrojazo, una ocasión, gol... y a dormir.

Nuevamente por noviembre Montanier parecía tener un pie fuera de la Real, llegó Málaga, con numerosas bajas, y se inventó la pólvora. No quedó más remedio que poner a Illarra de 4, a Pardo de acompañante y sin más mediocentros (acostumbraba a jugar con tres). Desde entonces, la Real ha jugado con ese sistema, cambiando si acaso alguna pequeña pieza. Y el resultado son cuatro victorias y tres empates. Sin conocer aún la derrota.

Son los mimbres de este equipo, que parece tener la mejor defensa en mucho tiempo. Con Mikel González en su mejor temporada, eclipsando a la gran promesa Iñigo Martínez. Ambos de pareja de centrales dan unas garantías que no se recordaban desde el año del subcampeonato. Por si fuera poco De La Bella y Carlos Martínez están cuajando, sin lugar a dudas, su mejor temporada. Goleadores, asistentes, ofensivos, y defensivamente mucho mejor que en pasadas temporadas. Cuando funcionan todos los engranajes, se sabe lo que sucede.

El éxito puede estar a la vuelta de la esquina si se mantiene esta dinámica. El centro de campo con Illarra de 4, del puesto del que nunca debió salir y una inoportuna lesión duradera le apartó (Elustondo le terminó comiendo la posición), Pardo gozando de más y más minutos, siendo por fin determinante, bien sea como titular o saliendo de suplente. Con Zurutuza aportando la pausa que sabe. Con Prieto experimentando por el centro, yendo a más en las últimas jornadas aunque a un jugador de su calidad se le deba pedir más.

Hay profundidad de banquillo. La Real en un partido normal, sin contar al inédito Elustondo o al ahora lesionado Markel, tiene de normal al Chory Castro en el banquillo, jugador importantísimo en Mallorca y que no encuentra hueco teniendo a Prieto, Griezmann y Vela (sin lugar a dudas el mejor realista de 2012) ocupando la línea de tres ofensiva. En punta de ataque se ha recuperado para la causa a Ifrán. El uruguayo ha pasado de no jugar nunca, de ser desconvocado, y como mucho jugar cinco minutos a la desesperada, a ser titular indiscutible en las últimas siete jornadas. Le falta gol, pero va sobrado de otras cualidades, el equipo juega muy rápido en posiciones delanteras gracias a él. Con él en el once, Agirretxe (10 goles la temporada pasada) ha vuelto a ser relegado al banquillo.

El caso es que la Real, si las lesiones le respetan en algunos puestos donde pudiera estar más coja de revulsivos (caso de los centrales o el portero; o de perder a un pulmón como pudiera ser Illarra o a un jugador tan determinante como el mexicano Vela) puede soñar en este 2013 con volver, diez años después, a jugar en Europa. En cualquier caso, lo mínimo que debe esperar la afición txuri-urdin es que el equipo se deje el alma. El resto, ya llegará. Porque donde hay calidad, ganas, y un buen bloque unido, se pueden esperar frutos. Tarde o temprano.

0 comentarios:

Publicar un comentario