Cada año, entre la lista de equipos que aparecen en las quinielas para ascender de Segunda a Primera, aparecen, como es lógico, los recién descendidos. Equipos que vienen de una categoría superior y por lo tanto mantienen un bloque que estaba "supuestamente" capacitado para pelear en Primera. A final de liga, no siempre se consigue el sueño del ansiado retorno. Y lo que es peor, algunos equipos han caído de golpe, de un plumazo, en las redes de la Segunda División B en una, dos o tres temporadas.
Este año le está tocando la china, a menos que cambie una situación crítica, al Racing de Santander y Hércules. Dos equipos que están en la cola clasificatoria. Los santanderinos, recién descendidos de Primera, y los alicantinos el año pasado tras el descenso, pelearon los play-off por el ascenso. Este año parecen hundidos y no se respira nada de optimismo. De seguir en esta racha, habrían en apenas dos y tres temporadas pasado de Primera a Segunda B, algo que varios equipos han hecho en los últimos años.
El más sonado descenso, por lo conjunto del asunto, fue el que protagonizaron Cádiz y Burgos entre las temporadas 92-93 y 93-94. Ambos conjuntos terminaron colista y penúltimo en Primera, y al año siguiente en Segunda, lejos (en cuanto a puntos) de los puestos de promoción en Primera, y de salvación en Segunda. El Burgos no era la primera vez que hacía algo parecido. Su anterior descenso de Primera a Segunda, una década antes (temporada 79-80) se saldó con descenso en los despachos en apenas dos años (81-82) a Segunda B. Un año después tuvo que ser refundado. Tras siete años para llegar a Primera, y tres años en la máxima categoría, desapareció.
El Cádiz volvió a hacer una del estilo tras su último sonado ascenso a Primera. Los gaditanos jugaron la temporada 05-06 en la máxima categoría, tan sólo estuvieron una campaña. Descendieron, y no aprendiendo de los errores del pasado, tardaron tan sólo dos años en volver a la categoría de bronce, en la que aun andan inmersos tras un brevísimo retorno por Segunda.
Otros dos equipos han pasado, al igual que Burgos y Cádiz, de Primera a Segunda B en apenas dos temporadas. El más reciente es el caso del Tenerife, que vio como el sueño de un ascenso en gran medida inesperado con Oltra, se desvaneció. Solo pudieron estar un año en Primera, a pesar de estar cerca de salvarse. Y al año siguiente todo empezó cuesta abajo, y continuó sin frenos hasta dar de bruces con sus huesos en Segunda B.
El Rayo, por su parte, ahora está en Primera, y en una situación cómoda, pero todo pareció irse al traste hace apenas diez años. Los vallecanos, tras ser un equipo ascensor en los 90, parecieron adaptarse, y vivieron cuatro años maravillosos consecutivos en Primera, llegando a jugar en Europa incluso. En la 02-03 descendieron a Segunda, y un año después, ya dieron con sus pies en Segunda B en un año lamentable.
Precisamente en aquella plantilla estaba (cosas del destino) un jugador que un año anterior había descendido con otro equipo ilustre. Se trata de Idiakez, que en la temporada 02-03 fue a parar al Oviedo con el objetivo del ascenso tras un año donde los ovetenses casi retornaron a Primera. Annus horribilis del conjunto asturiano y en dos temporadas pasaron a Segunda B.
Ese mismo periodo es el que duraron Mérida y Murcia en su paso por Segunda. El primer conjunto extremeño que pisó Primera, y que en cuatro temporadas ascendía y descendía, jugando dos veces en Primera, pasó a Segunda por última vez en la temporada 97-98. Dos años después, y a pesar de terminar 6º la Liga, descendieron por problemas económicos hasta quedar olvidados del mundo del fútbol. El Murcia, por su parte, pisó dos veces Primera en los últimos años. La segunda de ellas, en la temporada 07-08, terminó con el equipo, entrenado por Clemente, en Segunda. Dos años después (ya sin el vasco en el banquillo) terminaron en Segunda B. Actualmente están cómodamente en mitad de tabla de Segunda.
La lista de equipos con cierto nombre que en pocos años se borraron de Primera para ir a parar a Segunda B se concluye con los que en apenas tres años pasaron de soñar a estar en el olvido. El caso más llamativo es uno que toca aquí cerca, el del Alavés. Un equipo que llegó a Primera, jugó una final de Uefa, competición en la que participó dos veces, y concluyó en apenas cinco años en Segunda. No tardaron en ascender, y estuvieron a nada de mantenerse en Primera (con Piterman), un gol de Coro a la Real Sociedad en el descuento les descendió.
En Mendizorrotza soñaron con el ascenso apenas un año. Después el equipo acabó muy abajo. Cabe recordar que lograron una agónica salvación a costa del ascenso de la Real Sociedad (aquel 3-2 que nunca se olvidará) que les mantuvo en la categoría. Apenas duraron un año más. En total tres temporadas en la División de Plata a la que no han podido volver aún, aunque este año llevan buen camino yendo líderes de su grupo.
Otros equipos que en tres años se les acabó su sueño futbolístico fue el de Extremadura, Compostela, Logroñés, Castellón y Las Palmas. Tan solo estos últimos siguen soñando tras volver a Segunda y estar peleando por los puestos cabeceros, los otros tres han quedado olvidados, siendo refundados y quedando relegados a Segunda B y Tercera.
El Compos, que llegó a ser equipo revelación y pelear casi toda una temporada por Europa, apenas estuvo cuatro años en Primera. Pero de buen recuerdo, y descendieron vía promoción, por lo que no fue un equipo hundido, más bien, que volvieran a Primera podía parecer cosa de par de días. Sin embargo en la temporada 00-01, en apenas tres años, desaparecieron de Segunda, para no volver. El Extremadura, que siguió los pasos del Mérida en cuanto a ascensos y descensos consecutivos (solo que nunca coincidieron en Primera) terminaría en la temporada 01-02 con sus sueños.
Por su parte, el Logroñés, equipo clásico que se mantuvo numerosos años en Primera. Descendió en una temporada catastrófica (solo superada por el Sporting poco después) con 13 puntos (entonces valía 2 la victoria), pero en un año estaba de vuelta. Tras ese segundo descenso en la 96-97, como colistas, estuvieron tres años en el filo de la navaja. Descendieron como antepenúltimos. Pero el descenso administrativo del Mérida y del filial del Atlético tras el descenso del club colchonero a Segunda pudieron abrir la puerta al Logroñés. No había dinero, y esa plaza de salvación fue a parar al Recreativo, que como penúltimo se vio salvado y, lo que son las cosas, en dos años llegó a ascender a Primera.
Los últimos casos a comentar son los del Castellón y Las Palmas. Los castellonenses hace más de 20 años que no están en Primera. Descendieron en la 90-91 a Segunda, y tres años después bajó a Segunda B, acompañado de los antes mencionados Burgos y Cádiz. El Las Palmas, pisó Primera en la 01-02. Llegaron a estar en zona media-alta de la clasificación y soñaron con Europa. Un final de liga horrible les condenó al descenso, y en la temporada 03-04 bajarían a Segunda B. Ahora, como se ha comentado unas líneas más arriba, sueña con jugar los play-off de ascenso a Primera. Esperemos que hayan aprendido del pasado.
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