sábado, 22 de diciembre de 2012

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EL BASKONIA RESUCITA CON TABAK

El aire que se respira en Zurbano ha cambiado por completo respecto a hace apenas un mes. El Caja Laboral estaba en una espirar negativa difícil de revertir. La confianza estaba por los suelos y las perspectivas para esta temporada prácticamente se habían convertido en un absoluto desastre. Llegada a esta situación Josean Querejeta hizo lo que tenía que hacer para revertir la situación.

Cuando un equipo está tan mal ya se sabe porque lado se va a romper. El más débil siempre es el entrenador y por lo tanto es la cabeza de turco que en el 99% de los casos se 'corta'. El Chapu Nocioni lo dijo bien claro "es más fácil echar al entrenador que despedir a doce jugadores". Las dudas eran enormes en Gasteiz.

El Top16 era una quimera ya que los resultados eran nefastos. Sin embargo el presidente no se resignó a un segundo año sin estar entre los 16 mejores del continente. Fichó a un entrenador prácticamente novato. Un hombre que carecía de la experiencia al más alto nivel pero que procedía de la escuela balcánica, garantía para el lazkaotarra. Zan Tabak era el elegido para reflotar una nave completamente a la deriva.

Su estreno en Kaunas fue un absoluto desastre. Una humillante derrota que puso las pilas a todo el mundo. El croata vio desde el primer momento que delante tenía a un miura. La orden desde el staff técnico fue muy clara. Hasta que no se estuviese eliminado de la Euroliga se haría una táctica de supervivencia para ganar todo lo posible y tener opciones. Quedaban tres finales que si se ganaban podían dar el billete a la siguiente ronda.

No ha sido en muchos momentos bonito pero a la hora de la verdad Tabak ha sido capaz de recuperar ese 'Caracter Baskonia' que últimamente parecía desaparecido en combate. La primera piedra se puso ganando al Milan en el Buesa Arena a pesar de hacer un partido nefasto. Durante todo el partido se fue por detrás en el marcador para al final asestarle un golpe dolorosísimo al Armani de Scariolo.

Probablemente esa noche fue la clave. El Baskonia estaba prácticamente desahuciado. La gente estaba resignada a un nuevo fracaso. Sin embargo se salvó ese match ball y el panorama era alentador si se ganaban los dos partidos que restaban y el Milan ayudaba un poco.

La primera de las dos finales fue en el Abdi İpekçi frente al potente Anadolu Efes. Había que dejarlo todo en la cancha. Demostrar que se podía y se quería estar en el Top16. Todos, tanto jugadores como entrenadores, estuvieron a la altura de lo exigido por la afición baskonista. Se jugó bien, se compitió bien y sobre todo se demostró que los jugadores estaban a la altura de esta camiseta. Ponerse esta zamarra tiene unas obligaciones que van más allá del mero hecho de competir.

Se venció al Efes con todas las de la ley. Mandando siempre en el marcador y mostrando riqueza táctica. Puede que Tabak no lleve mucho tiempo como entrenador pero sabe mucho de baloncesto. Propone y además dispone. Una de las claves está siendo la confianza que da a sus pupilos. A diferencia de Dusko no sienta a un jugador por un fallo o una defensa. El jugador lo agradece ya que sabe que no tiene esa presión por no fallar.

En el Abdi İpekçi se vio la diferencia entre un equipo y un buen plantel de jugadores. El Baskonia fue una roca y el Efes una agrupación de baloncestistas con buenas condiciones. Por fin se había recuperado el concepto de equipo. Se iba a llegar a la última jornada dependiendo de si mismo. Si el Caja Laboral ganaba al Cedevita estaría en el Top16.

Este día el Buesa Arena estuvo a la altura de lo exigido. Desde el primer momento a tope con el equipo y con su sentimiento baskonista. Los croatas aguantaron el primer cuarto. Después no hubo color. El juego exterior con Causeur a la cabeza les aniquiló. La táctica de supervivencia ideada por Zan dio sus frutos.

Ahora hay más tranquilidad para seguir trabajando en esta buena dirección. Sería mejor que no hubiese doble jornada semanal para entrenar más pero por lo menos se ha quitado la tensión de la Euroliga. A pesar de esto Tabak no baja el pistón. Es un hombre muy exigente, como no podía ser de otro modo siendo balcánico, y todavía cree que el grupo tiene mucho margen de mejora.

El último partido frente al Blancos de Rueda confirma que el nivel de exigencia sigue siendo altísimo. Dusko pedía mucho pero Tabak no se queda atrás. Se va a pedir lo mismo que con el montenegrino pero con un grado de rigidez menor. Escuchar al croata en rueda de prensa es el claro ejemplo de que la relajación no es aceptable sea el rival que sea.

Poco a poco se ve el sello que imprime al equipo. Sus rotaciones de 20 minutos por jugador son la clave para que el equipo defienda a un nivel alto. Se da confianza al jugador para que consiga desarrollar todo su potencial. Uno de los máximos exponentes está siendo el francés Fabien Causeur. Letal en ataque con su versatilidad para anotar desde larga distancia o con penetraciones, y sacrificado cuando tiene que defender.

Llega Omar Cook

Toda esta regeneración baskonista se ha producido a pesar de que sigue habiendo una clara inestabilidad en el puesto de base. Thomas Heurtel es a día de hoy el 'uno' titular y Carlos Cabezas el complemento. Pero esto va a cambiar con la llegada de Omar Cook, un base completamente diferente. Llega un 'cerebro', un hombre que en el ataque estático sabe cómo atacar a las defensas rivales. Este fichaje era imprescindible para el Baskonia ya que ni Heurtel, ni Cabezas, ni Rochestie han carburado para lo que se exige en un base titular.

Omar Cook viene para dotar al Caja Laboral de un faro que es imprescindible si se quiere optar a ganar títulos, objetivo del club que preside Josean Querejeta. La apuesta por el base americano era necesaria ya que era evidente el déficit de creación de juego que tienen Heurtel y Cabezas. Tabak tiene ya las piezas necesarias para seguir creciendo. La mejora tiene que seguir produciéndose poco a poco pero siendo conscientes de que muchas veces habrá que sacar partidos adelante con trabajo. Ahí es donde Zan está haciendo hincapié. Se jugará mejor o peor pero es inadmisible no dejarse la piel en la cancha. El Baskonia vuelve a ser fiel a si mismo. 

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