domingo, 30 de diciembre de 2012

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FESTIVAL TRICOLOR

Bien dentro del campo, mal fuera. Así podríamos resumir el encuentro navideño Euskal Herria disputado anoche en Anoeta. En el partido no hubo historia alguna, con la tricolor dominando a placer a Bolivia, la convidada de turno, desde que el cuero echó a rodar. El resultado final de 6 a 1 deja muy claro que equipo llevó el peso del partido.

Además quedó la sensación de que tras el cuarto gol los locales echaron el freno de mano para no endosar una goleada de escándalo a un rival voluntarioso pero sin argumentos. Las fechas no ayudan para que los equipos nacionales que se prestan a jugar contra Euskal Herria traigan a sus mejores jugadores. Incluso la entidad de esos rivales es ya escasa, a diferencia de lo ocurrido en la década de los 90 cuando equipos como Uruguay, Nigeria o la extinta Yugoslavia pasaron por Anoeta o San Mamés.

Demostró la tricolor que sabe jugar al fútbol aunque solo le permitan hacerlo una o dos veces al año. Con dos jugones como Xabi Alonso y Beñat llevando el peso del equipo en el centro del campo todo resulta más fácil. Xabi Prieto estuvo espectacular en banda derecha, percutiendo una y otra vez con sus centros, bien rematados por sus compañeros. En esas Aritz Aduriz puso el 2-0 en quince minutos y ahí se acabó todo. El donostiarra se convertía de esa manera en el máximo goleador de la selección superando a un histórico león como Julen Guerrero.

Toquero e Ibai doblaron el marcador y para la media hora ya no había duelo. Sin historia ni emoción en el césped, convertido el partido en una insulsa 'pachanga', la atención pasó entonces a las gradas donde hubo quien tenía ganas de llamar la atención y desviar esta de lo realmente importante. El lanzamiento de bengalas, que dejó una imagen nefasta para los intereses 'oficializadores', las cargas policiales en la grada y el destrozo del mobiliario de Anoeta es una constante que ayer sufrió el estadio txuriurdin y que, invariablemente, año tras año sufre San Mamés.

Nulo favor el que realizan esos indeseables que, viendo que pagaron la entrada para el partido, deben tener algún interés en apoyar a la selección para que esta logre su oficialidad. Como digo, con ese tipo de escenas se complica aún más un proceso que ya de por sí es realmente complicado.

Queda en el debe de Anoeta y el público donostiarra la imagen de un campo con apenas media entrada. Cuesta entender que, viendo las actitudes de cierta parte de la afición, más interesada en desestabilizar que en apoyar a su equipo, haya quien se plantee el ir o no al estadio. Pero que no registre ni tres cuartas partes del aforo, a pesar de lo que digan las fuentes oficiales, clama al cielo. Ocho años ha costado que el partido vuelva a San Sebastián y habrá que ver si no se repite algo similar de aquí al futuro.

En esas, ya en la segunda mitad, Toquero hizo su segundo tanto de la noche y Pontons logró el gol del honor para los bolivianos. Agirretxe hizo el sexto en los minutos de la basura y puso la nota txuriurdin al abultado resultado de anoche. Con todo lo vivido ayer queda claro que un año más Euskadi tiene mucho trabajo y un largo proceso por delante si quiere lograr sus objetivos. Hay que cambiar cosas, empezando por la afición.

Imagen: El Correo

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