Pocas veces se pueden contemplar actuaciones tan buenas de casi todos los
pilotos punteros del mundial de F1. La carrera de Abu Dhabi fue el ejemplo
perfecto de cómo llamar la atención. Alonso, Vettel, Räikkönen y Hamilton
(hasta que el coche le aguantó) demostraron el porqué son considerados unos
cracks.
Desde los primeros entrenamientos libres se pudo comprobar que la
superioridad de Red Bull no era tan grande. Es más, Lewis Hamilton era
claramente el hombre más rápido. Por detrás, los coches de la marca energética
eran los segundos más rápidos no muy por delante de un entonado Alonso.
Las previsiones eran medianamente claras. Hamilton tenía el cartel de
favorito por su fortaleza a la hora de hacer una vuelta rápida. Vettel a pesar
de no estar a su altura no estaba descartado visto su pedigrí de las últimas
carreras.
Llegados a la Q3 las cartas se pusieron boca arriba. Lewis demostró que su
ritmo de entrenos no era un farol. Los Red Bull no pudieron ni acercársele.
Alonso cuajó una qualy decepcionante que en un principio le colocó como
séptimo. Posteriormente fue ascendido a la sexta posición debido a la
penalización que sufrió Sebastian Vettel al no poder entregar la muestra mínima
de combustible a los comisarios.
Tras este golpe de teatro la carrera se presentaba de una forma inmejorable
para Alonso. Tenía la opción de recortarle muchísimos puntos al líder del
mundial e incluso volverse a encaramar a lo más alto de la clasificación. La
tarea que tenía Vettel era hercúlea pero factible a poco que tuviese algo de
suerte con un safety car.
Red Bull fue muy inteligente al hacer salir al alemán desde el pit lane.
Esta medida les posibilitó un cambio drástico en el set up del coche,
suspensiones y relación de caja de cambios incluido. Cuando el semáforo rojo se
apagó Lewis Hamilton puso la directa para conseguir una nueva victoria. Tenía
toda la pinta de que lo iba a conseguir pero un nuevo fallo mecánico de su
McLaren le hizo retirarse prematuramente.
Al quedar fuera el inglés, Kimi Räikkönen cogió las riendas de la carrera.
Vuelta tras vuelta fue aumentando las diferencias sobre la competencia. Alonso
por su parte fue escalando poco a poco hasta situarse en una gran segunda
posición. Vettel rondaba ya los puestos de puntos cuando salió el primer SC
provocado por el fuerte y peligroso accidente de Rosberg con Karthikeyan.
Ese paso por boxes le permitió cambiar el alerón delantero de su Red Bull,
tocado tras un incidente con Bruno Senna. Al poner un nuevo juego de neumáticos
blandos fue remontando poco a poco sin problema alguno. Los Marussia, Caterham,
Toro Rosso, Lotus, etc... no fueron rival para un desmelenado Vettel que llegó
a colocarse en una fantástica segunda posición aprovechando las paradas de los
rivales.
A pesar de rodar con unos blandos con más de 20 vueltas sobre sus espaldas
el ritmo de Vettel estaba a la altura del ofrecido por los duros que llevaban
los primeros. Jugarse ir hasta el final con esas gomas parecía un suicidio así
que Red Bull en cuanto vio que el gap que tenía sobre el quinto clasificado era
suficiente le paró para un nuevo juego de blandas.
Segundo SC
Estaba lejos del cuarteto que lideraba la carrera pero tenía la ventaja de
tener unos blandos nuevos. Un safety car y la cosa podía ponerse interesante.
Dicho y hecho. Accidente triple con Webber, Pérez y Grosjean como protagonistas
y nueva salida del coche de seguridad. Vettel tenía a tiro un podio que ni en
sus mejores sueños podía llegar a imaginarse tras la debacle del sábado.
Hay quien dice que fue todo suerte. Es obvio que el componente de la diosa
fortuna fue un elemento importante, pero no lo fue menos el recital de ritmo y
adelantamientos que tuvo el de Heppenheim. Button contuvo todo lo posible al
alemán pero a poco del final no pudo resistir el ataque del actual campeón del
mundo.
Por delante ajenos a esta batalla estaban Kimi Räikkönen y Fernando Alonso.
Ambos estaban cuajando una carrera brutal. Ritmo endiablado que gracias al
safety car se hizo emocionante al final de la carrera. Alonso se acercó mucho,
pero Kimi no tuvo problema alguno en mantener la primera plaza y así alzarse
con la primera victoria de la temporada de su retorno al gran circo. Exhibición
de un piloto que está cuajando un gran mundial.
La carrera de Alonso fue buenísima pero quedó en parte ensombrecida por los
21 puestos de mejora que tuvo Vettel respecto a la posición de salida. Una
animalada propia de un gran piloto que por mucho que se empeñen algunos
pertenece a la elite del automovilismo. 10 puntos de ventaja a falta de dos
pruebas para el de Red Bull. Dos circuitos diferentes que nos van a mantener el
culo pegado al sillón. A disfrutar.
Imagen: MARCA, NEWSCDN, TERRA:
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