Este final de año 2012 estaba siendo un cuento de hadas para los
aficionados bizkainos a la pelota. Pablito Berasaluze estaba siendo
la sensación de este Cuatro y Medio gracias a las continuas
exhibiciones que estaba dando ante el respetable. Partido tras
partido, jugada tras jugada. Un Berasaluze en estado puro que nos
hacía soñar de nuevo con ver a un bizkaino en la gran final de uno
de los grandes campeonatos.
Desgraciadamente este sueño finalizó en las semifinales. El de
Berriz cayó derrotado por 16-22 ante un gran Oinatz Bengoetxea. El
partido fue vibrante, lleno de emoción y sobre todo igualado.
En frente dos pelotaris que rindieron a un altísimo nivel conscientes
de la grandeza de la cita. No todos los años se está ante la
posibilidad de meterse en una gran final.
Pocas veces te puedes encontrar ante un inicio de partido en el
que se hagan tantas igualadas (1-1, 2-2, 3-3, 4-4, 6-6 y 7-7). Tantos
de bella factura, con lucha y dándolo todo para conseguir ponerse
momentáneamente por delante en el luminoso del Labrit. Tras el 7-9
se dio el momento clave del partido donde Pablito empezó a caer
derrotado.
En una incomprensible decisión del juez, Bengoetxea VI se vio
beneficiado tras darse por buena una pelota que fue llevada al
frontis tras dar el segundo bote. Tras esta polémica Pablito se
descentró un poco y el de Leitza aprovechó para abrir hueco en el
marcador. Se pasó de estar igualado a un casi definitivo 8-17.
Parecía que todo el pescado estaba vendido. El navarro estaba
pletórico de confianza y su rival no acababa de volverse a meter en
el partido. Habiendo 11 tantos de diferencia se olía ya el aroma a duelo decidido. Sin embargo Berasaluze VIII no se rindió y consiguió
recuperar el saque para volver a mandar en la iniciativa. El de
Berriz puso el modo artista que tantas pasiones levanta entre la
parroquia y poco a poco fue remontando en el luminoso.
Se llegó a un apasionante 16-18. El Labrit estaba que no podía
aguantarse de la satisfacción reinante. Había emoción, calidad,
intensidad. El Cuatro y Medio en estado puro. En el siguiente tanto
Pablito se la jugó con un remate que se le fue por la mínima. Con
este fallo Oinatz respiró y de una tacada llegó al cartón 22.
Berasaluze VIII remó y remó para ahogarse en la orilla. Sin embargo
lo hizo siendo fiel al 100% a su estilo. Siendo Pablito hasta el
final. Por eso se le adora y por eso siempre será uno de los
favoritos de la afición.
LA FICHA
Pelotazos: 222
Tiempo de partido: 59 min 20 s.
Jugadas: Berasaluze VIII: 1 saque y 2 faltas / Bengoetxea VI: 4 saques.
Parciales: 1-0, 1-1, 4-4, 6-6, 7-13, 8-17, 12-18, 16-19, 16-22.
Imagen: DIARIODENAVARRA , ASEGARCE
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