Ayer Josean Querejeta decidió cerrar una de las etapas más
brillantes de la historia del Baskonia. Nada más consumarse la
derrota por 68 a 77 frente al Blusens Monbus comunicó a Dusko
Ivanovic que había sido cesado. Una forma triste, injusta y sobre
todo indigna para una de las personas más importantes de la historia
de este club.
Siempre se había dicho que Josean no se casaba con nadie salvo
con Dusko, pues bien, desde ayer ya podemos quitar esa coletilla
final de la leyenda de Querejeta. Las razones del despido del ya ex
entrenador son bien claras. El equipo está a punto de quedar
eliminado de la Euroliga y en la Liga la cosa va regulera a pesar de
haber tenido un calendario complicado.
Como bien dijo el Chapu Nocioni en la conferencia post partido "es
más fácil echar al entrenador que a doce jugadores". Es obvio
que el equipo necesitaba un nuevo rumbo. Cuando se llega a este tipo
de situaciones se toma la misma medida que siempre va encaminada a la
decapitación del máximo responsable de la parcela deportiva.
Lo cierto es que de hacer un cambio de entrenador lo mejor es
realizarlo lo antes posible para que se pueda dar tiempo al nuevo
inquilino a implementar su metodología. Sin embargo en este caso el
Caja Laboral tiene un cierto tufo a transición del que es imposible
abstraerse.
Quedar por segunda vez consecutiva fuera del Top 16 ha sido la
gota que ha colmado el vaso de la paciencia del presidente. El año
pasado el Buesa Arena era una zona de guerra entre los partidarios de
Dusko y sus detractores. El personal estaba dividido sobre el
montenegrino pero para el presidente no hubo dudas durante la
campaña. Si las tuvo en verano, pero eso es harina de otro costal.
Hablar de que el modelo de Dusko está agotado es de un ventajismo tan extremo, y tan deleznable a partes iguales, que deja en bastante mal lugar a mucha gente. No importa que se ganase una Liga al todo poderoso Barcelona dándole un baño brutal. Tampoco importa que el año pasado se estuviese a nada de meterse en la final con un equipo cogido con pinzas debido a una nefasta planificación por parte de los rectores del club. No hay memoria ni sentimentalismos.
Esta temporada está siendo rara en Vitoria porque a diferencia de
la pasada campaña el equipo no da un nivel regular. O lo hace muy
bien o lo hace fatal. No hay termino medio. Dusko nunca ha alzado la
voz ante la evidente descompensación del actual plantel. Siguió
trabajando de puertas adentro aunque todos eramos conscientes de que
así no se podía ir a ningún lado. Cojos en el juego interior y con
tres bases que juntos probablemente no sean ni un base de nivel medio
alto.
Cuando hay este caldo de cultivo es fácil que las cosas no salgan
a pedir de boca. Si a eso le sumas un sorteo de la Euroliga realmente
venenoso entonces ya tenemos la tormenta perfecta que puede hacerse
llevar por delante a todo lo que se proponga.
Lo que se ha llevado ha sido al entrenador más laureado de este
club. Se mire por donde se mire es inaceptable que Dusko salga a una
rueda de prensa nada más acabar el partido siendo ya el ex
entrenador. Inadmisible a todas luces. La excusa de los plazos es
eso, una excusa. No cuesta nada reunir a los medios el lunes por la
mañana para hacerlo de una forma digna y con sentido.
Pero bueno tampoco sorprende que se cometa esta falta de tacto. Ni
los mitos baskonistas quedan eximidos del escarnio. Sólo hay que
preguntárselo a 'Peras'. Del intento de forzar la salida de Dusko en
verano mejor ni tocarlo.
Ahora todos los aficionados del Baskonia se preguntan quién será
el míster que se sentará como local en el banquillo del Buesa
Arena. Los tiros apuntan a Svetislav Pesic y a Neven Spahija. El
primero es un viejo anhelo de Querejeta pero tendría que renunciar a
su puesto en la selección alemana y no tiene pinta de que eso vaya a
suceder. El segundo es un viejo conocido de la parroquia
gasteiztarra. Estuvo sólo una temporada. Un año en el que se ganó
una Liga pero que no fue suficiente para que el croata se mantuviera
en el puesto debido a los numerosos problemas extradeportivos que
hubo.
Venga quien venga tiene por delante una papeleta muy grande.
Además tendrá que ser el encargado de dirigir, si le dejan que está
por ver, la necesaria e indispensable remodelación de la actual
plantilla. Uno de los bases saldrá y junto a él probablemente lo
haga Milko Bjelica.
La segunda etapa de Dusko Ivanovic en el Caja Laboral ya es
historia. Los 10 años que ha pasado como jefe del banquillo de la
entidad de Zurbano no han servido para que por lo menos se le
despidiese de una forma digna. Los mitos baskonistas ven demasiado a
menudo la puerta de atrás. Una lástima. Gracias por todo señor.
Agur eta ohore Dusko.
Imagen: SCOUTINGBASKETBALLBLOG, EUROSPORT
Imagen: SCOUTINGBASKETBALLBLOG, EUROSPORT
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