jueves, 1 de noviembre de 2012

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LORENZO & MÁRQUEZ CAMPEONES

Los organizadores del gran premio que se disputa la semana que viene en Cheste tenían la esperanza de que en su prueba se proclamase campeón alguno de los candidatos al título de MotoGP y Moto2. Desgraciadamente para ellos eso no va a suceder ya que el pasado fin de semana Phillip Island fue el escenario en el que Jorge Lorenzo y Marc Márquez sellaron sus títulos.

MotoGP estaba bastante decidido salvo que la mala suerte llamase a la puerta del piloto de Yamaha. Los 23 puntos que tenía sobre Pedrosa eran un colchón más que suficiente para plantearse una carrera a la defensiva. A Jorge le valían las plazas de podio por lo que la presión no era muy grande visto que salvo Pedrosa y Stoner nadie podía tosérle.

El circuito australiano siempre había sido zona Stoner. Este año había alguna duda al respecto ya que el aussie llegaba todavía un poco renqueante de su lesión de tobillo. Sin embargo desde que se puso el semáforo en verde en el primer entrenamiento libre se despejaron todas las dudas. Como si el problema en su pie no fuese más que un ligero picor Casey puso el listón demasiado alto para la competencia.

Al igual que lo hizo con Ducati, o el año pasado con la Honda, empezó sacando distancias siderales sobre Lorenzo y Pedrosa. Y además no era sólo una vuelta. Eran giros a los que los registros de los españoles ni se acercaban. Teniendo en cuenta esto Dani sabía que era casi misión imposible conseguir una nueva victoria.

La clasificación fue por los mismos derroteros que los entrenamientos libres. Stoner muy por delante de Lorenzo y Pedrosa. El resto peleándose, e incluso con la CRT de Randy de Puniet dando la vara a las Ducati. Olía a carrera fácil para el canguro.

Para deleite de los aficionados congregados en el maravilloso circuito de Phillip Island Stoner se llevó su último gran premio disputado en su país. Fácil, sencillo y disfrutando en todo momento de sus últimas vueltas sobre la Honda.

A pesar de la superioridad que tenía Casey Pedrosa no se arrugó. Salió a ganar y desgraciadamente para él se fue al suelo en la segunda vuelta. Para Dani esta era una carrera de todo o nada. Sabía que había que arriesgar para poder recortar nueve puntos a Lorenzo. El catalán besó el suelo australiano cuando estaba en la primera posición tratando de poner pies en polvorosa.

Cuando Jorge vio a su rival caído puso en su cabeza el chip segurola para agarrar los puntos necesarios. Stoner se enfundó el mono de trabajo y poco a poco fue aumentando la renta sobre el mallorquín. No hubo pelea porque no se necesitaba. Uno quería ganar la carrera, el otro el título. El armisticio estaba hecho antes incluso de mirarse.

Por segunda vez en su carrera Lorenzo se proclama como campeón del mundo de MotoGP. Su temporada ha sido inmejorable. Salvo el pinball de Bautista en Assen no se ha bajado del cajón. Y claro cuando haces seis primeros y diez segundos el título es coser y cantar. Hemos podido ver al Lorenzo más calculador de su carrera. Ambicioso cuando tocaba y conservador cuando las Honda eran manifiestamente superiores. El binomio Lorenzo-Yamaha es una relación casi perfecta que amenaza con tiranizar los próximos mundiales.

Márquez bicampeón

No sólo Jorge Lorenzo celebró el título en las Antípodas. Marc Márquez también lo hizo al terminar en tercera posición en la carrera de Moto2. Al de Cervera le valía con coger dos puntos pero para llegar a esos extremos tenía que haber ido parado, cosa que nunca hace. Sin embargo en esta cita si que corrió de manera mucho más conservadora.

En la gran mayoría de las vueltas fue acompañado de Redding, probablemente uno de los tres pilotos con los que no se quiere ir cuando te estás jugando un título. El inglés es bueno pero tiene tendencia a pilotar de forma muy salvaje. Sus trazadas son espectaculares para el espectador pero peliagudas para los rivales. Era evidente que Marc podía pasárle pero nunca lo intentó. Los golpes y las caídas de la pasada temporada han sido un duro peaje que le ha proporcionado una gran madurez.

El interés de la carrera estuvo ahí centrado. Anthony West llegó al binomio para completar una tripleta de virtuosos con las Moto2. Por delante un Pol Espargaró que estuvo en otro mundo. Al más puro estilo Stoner. Ganó por más de 16 segundos, un auténtico churro.

Por detrás hubo pelea entre West y Redding. Marc nunca entró al trapo pero como es más listo que el hambre supo adelantar al inglés en la última curva para celebrar el título desde el podio. Ha sido el mejor de la categoría. Lo de este chico es insultante. Calidad a raudales y capacidad de aprendizaje fuera de lo común. Veremos que tal lo hace en su debut en MotoGP el año que viene pero seguro que en Qatar ya estará dando la tabarra a los Lorenzo, Pedrosa, Rossi y compañía.

Imagen: ZIGWHEELS

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