miércoles, 28 de noviembre de 2012

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OTRA COPA A LA BASURA

La Real certificó ayer lo que para muchos estaba sentenciado desde hace unas semanas. Su enésimo error en Copa. Ahora los cuchillos afilados piden dimisiones olvidando que este mal no es ni mucho menos cercano. Los que pedían dimisiones porque no jugara fulanito, ayer no tuvieron excusa, y sin embargo siguieron a piñón fijo. Será que nos hemos vuelto quisquillosos, o simplemente vamos a Anoeta con ganas de montar jaleo. Otra cosa, no se entendería.

La Real, al contrario de lo que apuntan desde algunos medios y aficionados empujados por el resultadismo, fue superior al Córdoba durante 60 minutos. En los cuales le dio tiempo a hacer el 1-0 y a tener infinidad de ocasiones para el segundo. La pelotita no entró, y en una falta absurda cometida por Estrada (que minutos antes falló un remate franco de cabeza para hacer el segundo) se fue la eliminatoria al garete. Gol con falta y fuera de juego incluido (el que está en fuera de juego bien es verdad que no toca la bola, pero no peude influir en la jugada y estorba descaradamente a Mikel González, haciéndole además, falta).

Pero de eso no se habla. Si la eliminatoria fuera más abierta y ante un equipo de Primera, seguramente se harían eco de la jugada que hablamos que cambió por completo el partido, la cara de la Real y la de sus aficionados. Y es que en esos momentos se empezaron a escuchar cánticos de Montanier Dimisión. Verán, hace poco se pedía su dimisión por no confiar en la pareja Illarra-Pardo; en la tarde ayer, ambos pisaron cesped de inicio, y con Zuru por delante, con el centro del campo que muchos ansiaban ver.

En los extremos uno de los fichajes: Chory Castro; y en el otro lado el goleador de la noche y quizás (con permiso de Pardo) el mejor realista ayer: Griezmann. En punta de ataque el 9 realista, Agirretxe. Con ese equipo, con los pivotes deseados, con la pareja de centrales titulares en liga, y con José Ángel, alias el "deseado", partió la Real. Una Real que si ayer gana 3-0 o a penaltys dirían de ella que fue valiente, que Montanier salió con quienes tenía que salir y que el resultado era justo.

Una jugada aislada, un gol tonto y que no debió subir al marcador hundió al equipo, al final dio igual 2-2 que 1-3, las cosas como son. La Real quedó rota, Montanier tuvo que arriesgar quitando a Illarra y poniendo a Ifrán, dejando el centro del campo roto con Prieto de mediocentro. Pero eso es lo de menos. La Real buscó la remontada y la tuvo cerca, al menos forzar la prórroga. Y el resultadismo de algunos no deja ver que el equipo salió con los que tenía que salir (teniendo en cuenta, además, que era copa y había que rotar algo). La afición pedía dimisiones. Me gustaría preguntarles uno por uno cual era el argumento de ayer, porque no sería el mismo que el de hace una semana cuando la pedían por no confiar en Pardo, por dejarle suplente, etc.

La afición ha llegado al punto de que hasta Antoine (goleador anoche) parece que debiera ser suplente, o Zurutuza. Ambos vienen de lesión y tienen que recuperar nivel. Hasta que en Málaga se inventa la penicilina con la pareja de pivotes, esos dos estaban siendo los mejores jugadores realistas esta temporada. Ahora para algunos parecen unos repudiados, que no deben pisar el cesped. Totalmente erroneo. Esta Real jugó ayer a fútbol y podrá jugar más cuando Zuru se entone o Griezmann vaya a más. Porque hay mimbres, aunque falta gol. Ifrán tuvo el 3-2 pero está muy fallón cara a puerta, y Agirretxe con la cabeza muy bien, pero con la bola en el pie está torpe, hasta el punto que para cuando arma pierna ya tiene el defensa delante.

Es arriba donde más falla la Real, una Real seria atrás y que ayer tampoco pasó grandes apuros. Pero ay, dichoso balón parado, que fue el que condenó al equipo y provocó que lo que hubieran sido cánticos positivos por la remontada si Estrada mete lo que hay que meter (o el Chory, o Antoine o Agirretxe) se convirtió en una pesadilla para el entrenador, ya que la grada estalló. No sabemos muy bien el motivo. Anoche jugó un equipo bueno, que además, dio el callo. Fallaron otras cosas, pero no creo que haya que apuntar al banquillo por la derrota de anoche.

Menos aún cuando una de las críticas más feroces e interesadas fue que "ha hecho el ridículo dos años seguidos en copa". Vale, compramos el 6-1 de Mallorca como ridículo absoluto. Tendrá culpa Montanier de que Prieto fallara en plena remontada rival lo que hubiera sido un 2-2 en el marcador que dejaba hundido al Mallorca. Compramos también que la culpa la tiene el entrenador de que Eñaut haga la que hizo con 3-1 regalando el cuarto y definitivamente la eliminatoria. La Real el año pasado perdió en 8 minutos tontos una eliminatoria que era suya, pero la perdieron en el campo con la actitud, y no desde el banquillo por amarrategi ni cosas del estilo. Pero eso a la gente de piñón fijo les importa poco.


Lo de la Real en Copa es la historia de nunca acabar, el año pasado la Real hasta ese 6-1 ilusionó por primera vez a su afición en muchísimos años de Copa. Pero aquel resultado escoció y aun se recuerda hoy y se recordará. Pero al César lo que es del César, el año pasado aun con ese ridículo, la Real hizo posiblemente su mejor actuación copera en muchísimos años, llegando a tener pie y medio en Cuartos de Final. No importa.

No pretendo salvar a Montanier directamente. Simplemente me parece injusto lo que desde ciertos lados se vierte sobre él. Cuando hace cosas como ante el Osasuna, destrozando el solito el centro del campo, lo digo alto y claro. Cuando saca a un equipo bueno, damos buena imagen y se pierde por una o dos acciones puntuales, no creo que haya que echar culpas al banquillo. Pero está de moda y Anoeta se suma a la moda, como que se hace la ola en el derby menos de un mes antes de pedir su dimisión. Así se funciona, en una ola constante, y eso no es bueno para el futuro del club. Aclaremos ideas.

La afición pide rendir en liga, para ello lo mejor es rotar en copa. Así se hace y se pierde 2-0 en Córdoba, no solo por rotar, si no por actitud. El entrenador es tan culpable como los once que saltaron al cesped aquel día. Pero no, solo hay palabras en contra de una figura, la del míster. Así es el mundo del fútbol. La Real perdió allí la eliminatoria, no ayer. Y sin embargo parecía ayer que se terminaba el mundo, cuando la Real dio imagen de querer remontar y lo tuvo cerquísima por momentos.

Mismos errores
A los que quieran ver que este entrenador ha tirado dos copas a la basura (que es cierto, en parte), recordarles que otro francés que hizo una liga del copón, antes de hacer semejante temporada tiró otra copa, con la Real perdiendo 3-1 en Zaragoza (entonces equipo de Segunda), al año siguiente el verdugo realista fue el Deportivo Alavés (también en Segunda) en dieciseisavos, tras eliminar al Oviedo.

Así ha funcionado la Real, desde el subcampeonato posterior al título copero del 87, el club txuri-urdin ha fracasado en todas las Copas del Rey de una forma abrumadora. Pisando Cuartos de final tan sólo en dos ocasiones. En la 92-93 se dio la última buena actuación copera. La Real perdió en Cuartos ante el Real Madrid por un parcial de 5-4 tras rozar la gesta de la remontada. Pero el árbitro hizo de las suyas.

Desde entonces la lista de equipos con solera que elimina a los realistas es demoledora. Y lo es para los tres años de Krauss (salvándose el año en que el Atlético de Madrid fue el verdugo tanto en Uefa como en Copa del Rey), daba igual el alemán y sus tres participaciones coperas, o Irureta. Desde Toshack (y también con él en su segunda época hubo de todo) la Real no rinde en Copa del Rey.

En los primeros años de los noventa los verdugos eran equipos de la misma categoría. En la 93-94 fue el Sevilla, y un año después el Betis. Sin embargo en la temporada 95-96 se inicia el descalabro, en ese año, la Real entrenada por Salva Iriarte cayó ante un Segunda B, el Numancia. Remontando el 2-0 de la ida. En Anoeta, con idéntico resultado se fue a la tanta de penaltys, pasó el Numancia, que escribiría una de las páginas más brillantes de su historia al llegar a Cuartos y tutear al Barcelona.

Un año después, un por entonces Segunda, Osasuna, eliminó a los realistas a las primeras de cambio. En la 97-98 volverían a caer ante el Betis. Fue menos ridículo, pero la Real cayó 0-2 en Anoeta en la ida, dilapidando sus opciones cara a la Vuelta. El festival continuaba. Tras el mencionado año ante el Atlético (en el que se cae 1-2 en Anoeta, y se gana con un equipo plagado de suplentes 0-1 en el Calderón) la Real termina el Siglo XX cayendo ante el Logroñés por 2-1 la ida, y 0-1 en Anoeta. Dolorosa derrota y mala imagen.

Quizás es que comete algo mal Montanier, pero en este siglo la copa ha ido aun de mal en peor. Los verdugos realistas en el mejor de los casos eran equipos de la misma categoría. Por ejemplo en el trienio en Segunda la Real cae ante Las Palmas, Celta y Rayo, en dos de ellas en la primera ronda, con Lillo se logró al menos eliminar en casa al Zaragoza. Con Lasarte, el año del ascenso, cayeron 0-2 ante el conjunto vallecano en otro ridículo copero. Un año después, ya en Primera, en un duelo ante el Almería (de la misma categoría) se cae por 2-3 en Anoeta tras empezar 2-0 y animando a la afición, para perder 2-1 allí. Enésimo error en una competición que parece no interesar. Tras ello, han venido las dos muescas de Montanier.

Antes de la era de Segunda, se cayó en lo que llevamos de siglo ante el Beasain (2ªB), Hospitalet (2ªB), Zaragoza (2ª), Alavés (2ª), Mirandés (2ªB), Zamora (2ªB) y Málaga (2ª). En cinco de esas siete, se cayó en la primera ronda en la que participaba el club txuri urdin. Desde la temporada 95-96, la Real Sociedad tan solo ha sido capaz de en 18 años pasar seis rondas. El record está en la temporada 97-98 (el año que terminan 3º en liga) donde se pasaron dos rondas. Las otras cuatro han sido este Siglo, en 13 temporadas. Cifras ridículas que hay que hacérselas mirar, a la Real no parece interesarle la Copa de S.M. y eso se demuestra en los ridículos que han ido aconteciendo año tras año.

Pretender echar las culpas al enésimo entrenador del enésimo ridículo copero es escurrir el bulto en un problema mayor. La Copa no interesa. Solo ha parecido interesar un año. El pasado, y gracias a que jugaban la ida en Anoeta y se sacaba buenos resultados, y a un sorteo de copa que ilusionó a la afición. Todo se fue al traste en aquel doloroso 6-1 que no debió ocurrir. Ya se veía un derby en cuartos, y salvo sorpresa mayor, quien pasara esa ronda tendría casi la final (previo paso por el sorprendente Mirandés). Hacía falta echarle ganas, un poco de suerte y jugar el derby como un derby requiere (y no como la Copa).

Ya no importa. Este año tocaba el Barcelona. Más disfrutará la ciudad de Córdoba de la visita del mejor equipo de los últimos años, que una Real que no solo se acostumbra a verlo ,si no que viajar al Camp nou se convierte año tras año en un martirio (dos de los últimos tres años en Primera, han caído cinco goles, misma cantidad que cayó, por ejemplo, el año anterior al del descenso). Eso no importa. Lo mismo si se pasaba de ronda y se caía con suplentes 5-0 en el Camp nou volverían a pedir dimisiones. La copa no ha interesado en años, pretender echar pestes por fallar una vez más, cuando el cuadro (con Barcelona, Real Madrid o Málaga) no invita al optimismo, es echar culpas por echar.

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