LAS COSAS DE SUSAETA

Y una vez más la polémica ha rondado al Athletic. Aunque en esta ocasión toda ha recaído sobre los hombros de un Markel Susaeta que a buen seguro ha tenido algún momento durante esta semana en el que no sabía dónde meterse. El jugador eibarrés se metió en un pequeño lío cuando le tocó hacer declaraciones tras convertirse por primera vez en uno más de 'La Roja'. O mejor dicho le metieron. 

La frase en cuestión, ese "representamos a una cosa", no tiene ningún tipo de maldad. Pero por supuesto hay quien quiere sacar punta a todo. Y, si pueden mezclar política con deporte mucho mejor, unen los dos grandes vicios de la sociedad española para atizar a un pobre chaval que, sencillamente, pasaba por ahí. Por supuesto la que se armó en los medios de comunicación y redes sociales fue de órdago.

A poco más y al pobre Susaeta le excomulgan. Las desproporcionadas reacciones de los de siempre, esos que deciden quién y cuánto de patriota es uno no podían aceptar que un chavalito de Eibar se equivocase o se explicara mal en su comparecencia ante la prensa. No. Ahí lo que había era una ofensa a vete tú a saber qué por parte de un vasco. Y claro, no solo sobraba la ofensa, sobraba él de una selección que por lo visto debe representar los más altos valores de la sociedad española.

Y ojo, que entre los que criticaban al extremo del Athletic no solo estaban los habituales reaccionarios, no. Ahí entró al trapo cualquiera. Hasta tipos a los que se les presupone dos dedos de frente. Nadie pensó que el chaval simplemente podía haberse equivocado al intentar explicarse. No. Sencillamente escogieron el camino fácil, poco menos que tacharle como el nuevo demonio. 

No me hubiera gustado estar en la piel de 'Susa'. Markel, como siempre ha afirmado Caparrós y Tomás Guasch rescataba en un excelente artículo defendiendo al eibarrés, es una persona noble, de esos que no tienden a hacer desplantes. Es complicado recordarle uno en sus 5 años y medio en la primera plantilla del Athletic. Ni a sus entrenadores ni a sus compañeros ni ante los medios de comunicación. Tampoco declaraciones malsonantes.

Pero eso a esos adalides les da igual. Básicamente ni siquiera conocen al jugador. Mismamente los compañeros de la prensa deportiva no habrán escuchado al '14' en sus comparecencias en Lezama. No es tampoco uno de los requeridos a aparecer en medios estatales. Es una persona de perfil bajo, al que no le resulta fácil o cómodo expresarse ante los comunicadores. Algo que, por cierto, es común en buena parte de la plantilla rojiblanca.

Volviendo al texto de Guasch hay que rescatar un apunte para hacernos una pregunta. Habla de Xavi Hernández en el mismo y yo me pregunto si de haber sido el catalán, alguien básico en el esquema de Del Bosque, el que realizara unas declaraciones semejantes la reacción hubiera sido la misma. Porque sinceramente es bastante fácil atacar a un recién llegado desde el Botxo o Euskadi, para gente que, como afirmaba Jon Rivas en otro buen artículo, apenas saben de la realidad vasca "lo bien que se come en Bilbao".

Otra cuestión que uno podría hacerse es cómo puede ser que un recién llegado, que apenas lleva qué se yo, ¿20?, ¿30? horas con el grupo de las cuales la mitad las ha pasado encerrado en un avión, sea el que deba hablar a su llegada a Panamá. Eso también da igual. ¿Le hubieran atacado con tanta saña si en vez de ser eibarrés fuera de Cuenca? Lo dudo y mucho. Pero eso debe dar igual. Las preguntas importantes, como qué hacen los jugadores de la selección española yendo en plena temporada a Panamá a jugar poco menos que un bolo veraniego, una pachanga con todas las letras, no se ha oído. Las cosas de Susaeta sí.

Imagen: Athletic Club

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