Si hay un jugador en Inglaterra que sea capaz de desequilibrar cualquier tipo de encuentro en cualquier momento ese es Wayne Rooney. Para su desgracia y la de sus equipos sufre de un carácter volcánico, ese que suele verse en muchos genios, díscolo y protestón como él solo ante rivales y, especialmente, colegiados. En su última acción fue una entrada dura y sin ningún sentido la que le ha hecho perderse los dos primeros duelos de esta Eurocopa, entre ellos el primero y quizá más relevante en un inicio ante Francia.
Por suerte para los pross ha vuelto en la primera final que juegan los ahora entrenados por Roy Hodgson. Porque hasta eso ha cambiado desde que fuera expulsado ante Montenegro en la fase de clasificación. El entrenador que estuvo a su lado y le apoyó ante la previsible sanción ya no está al cargo. Capello es historia y ahora debe jugar para un Hodgson que adoptó el cargo de manera inesperada cuando todos esperaban a un Harry Redknapp ahora denostado al frente de los ingleses.
Llega como decía en el mejor momento. El partido ante Ucrania decidirá si los pross se meten o no en la siguiente fase. Es en este tipo de encuentro cuando al del United mejor se le ve. Y, como él mismo dijo en el día de ayer, por frescura no va a ser tras ver los dos primeros partidos desde la barrera, donde aún así no hemos perdido detalle de cómo sufría en la grada.
La duda está en quién será el jugador que deje su sitio al de Liverpool. Opciones principalmente dos. A pesar de que en el partido inicial el ex técnico de Fulham, Liverpool y West Bromwich Albion empleó a Ashley Young por detrás de Danny Welbeck, ya en el duelo ante Suecia volvió a su 4-4-2 habitual con una referencia clara como Andy Carroll en punta de ataque. Teniendo en cuenta que en bandas Young y Milner parecen fijos a pesar del bajo estado de forma del último, la duda queda en si será el delantero del United o el del Liverpool quien inicie el partido en el banquillo.
La cuestión no es sencilla. La presencia de Carroll supone tener un jugador sobre el que pivotar el juego en caso de sufrir en la creación y transición ofensiva. Y además una mayor capacidad de remate en los balones llegados desde la banda. Con Welbeck en el once jugarían juntos dos hombres acostumbrados a compartir minutos sobre el césped. Pero el fútbol inglés necesitaría una mejora en el aspecto ofensivo. Pasarían casi de manera obligada a necesitar dominar el encuentro para aprovechar la movilidad de los jugadores con los que afrontaría el partido en punta de ataque.
Conociendo a Hodgson y su querencia por los hombres altos y con fortaleza aérea como referencia arriba parece que será Carroll el escogido, un jugador que en caso de ser suplente mostrará su enfado de una u otra manera. Eso permitirá a Rooney además tener una mayor libertad llegando desde atrás y pudiendo participar en la creación de juego inglesa, ayudando a Gerrard y Parker en esa labor.
Quedan horas para la última jornada de la fase de grupos de la Eurocopa y la última estrella que debía aparecer hará por fin acto de presencia. En su país le esperan con los brazos abiertos y también lo hace un equipo que sabe de su factor diferencial. Además desean que ayude en una labor importante, pelear por evitar el cruce con España en los cuartos de final, un equipo muy superior al inglés aún a pesar de mostrarse algo por debajo de lo esperado en el torneo.
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