viernes, 8 de junio de 2012

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LEBRON MANDA, DECIDIRÁ FLORIDA

Hay días que es mejor no salir de casa. Eso debieron pensar los Celtics anoche cuando desde el primer minuto vieron el recital que ofreció Lebron James en el Garden de Boston (45 puntos, 15 rebotes, 5 asistencias). Cuando 'The Choosen One' pone la directa y decide que ese partido lo gana él solo no siempre ocurre. Pero cuando sí el espectáculo es de un nivel increíble. Anoche ofreció una exhibición de principio a fin ante la que los locales no pudieron hacer nada más que mirar. 

El consuelo que les queda a los aficionados presentes ayer en el santuario verde es haber formado parte de una de esas noche que quedan grabadas en la retina de aquellos que lo ven en vivo y en directo e incluso de quienes lo ven desde el sofá de sus casas. Y quizá por eso 'Doc' Rivers no quiso insistir en exceso con sus jugadores más importantes y decidió darles descanso antes del final pensando en ese séptimo partido que Lebron James ha querido que exista de manera casi unilateral.

El partido tuvo más, sí, pero quedó completamente mediatizado por la actuación del 23 de Miami. Se plantó en el descanso con 30 puntos en su casillero con 12 canastas de 14 intentos y solo un triple anotado. Además se permitió el lujo de fallar cuatro tiros libres en una suerte que le está siendo esquiva en esta Final del Este. Y, repetimos, eso solo al descanso. ¿Qué podría hacer el animal en la reanudación? Era una de las dudas que quedaban en la noche. La victoria de los de Florida no tuvo respuesta local (79-98).

Las referidas a los Celtics hablaban de las posibilidades de los verdes para darle la vuelta a un encuentro en el que estaban doce abajo. En su favor el hecho de que Lebron estaba imparable y que había sido el único Heat que rindió como se esperaba hasta ese momento. Pero además en sus filas había abandono generalizado. Solo Rajon Rondo firmó una actuación a su nivel (21 puntos, 10 asistencias). Ni Kevin Garnett, por debajo de sus excelentes prestaciones en playoff toda la noche, ni Ray Allen, minimizado por sus problemas físicos, ofrecieron mucho a su equipo. Al menos el 5 ponía el carácter y el espíritu en defensa. Ofensivamente negado toda la noche al igual que el capitán de los verdes.

Paul Pierce sufrió lo indecible para anotar en un encuentro nefasto por su parte. Las cosas como son. También con problemas físicos, firmó un pobre 4 de 18 en el lanzamiento, unas cifras que lastraron en exceso las posibilidades de los suyos. Por eso en Boston sigue habiendo esperanza aún a pesar de que el séptimo y decisivo partido se jugará en el American Airlines Arena de Miami. Porque no rindieron al nivel que debían ante una afición entregada y porque Lebron estuvo a un nivel superior. Siguen pensando que estarán en la gran final. Y ese es el motivo por el que 'Doc' Rivers ha pedido a los suyos que hagan la maleta para una semana y viajar desde Miami a Oklahoma para empezar la pelea por el anillo.

Algunos lo llamaran soberbia, otros orgullo verde. El 'Celtic Pride'. Pero aquí si una cosa está clara es que Miami heat ha recuperado el favoritismo en la eliminatoria. Se la juegan en su campo y su mejor jugador está con rabia. Ayer se le veía en el gesto toda la noche. Y ese hombre es mejor jugador que cualquiera de los que están en la pista. Por eso los de Boston para que no se repita lo de 2010, cuando llegaron al sexto de las Finales contra los Lakers en ventaja y a uno del anillo, necesitan a todo su plantel al completo. Oklahoma espera a un Big. ¿Será el 'Big Three' o el 'Big Four'? 

Siguiente partido: Miami Heat (3) - Boston Celtics (3), madrugada del sábado al domingo 2.30 h., American Airlines Arena, Miami, Florida.

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