lunes, 18 de junio de 2012

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ANDY SCHLECK SE QUEDA SIN TOUR

Los peores presagios quedaron confirmados esta misma semana. Su abandono en la Dauphiné Liberé par de días después de su caída en la crono (por el viento) no tenía muy buena pinta. No es que la gente pensara que tal fatídica caída supusiera que uno de los máximos favoritos a ganar el Tour de Francia se perdiera la Grande Boucle, pero los más conspiradores ya especulaban en que la caída podría provocar una “espantada” del Tour, para poner la guinda al pastel que se está generando en el equipo fusionado Radioshack Nissan Trek.

Para hablar de Andy y de cómo se pierde el Tour de Francia lo legal, lo justo, lo no malpensado sería simplemente revisar los hechos tal y como acontecieron a los ojos de la gente. El jueves 7 de junio durante la crono de  más de 50 kilómetros de la Dauphiné Liberé de este año, Andy Schleck cae al suelo víctima del fuerte viento que se había levantado en ese momento. Un duro contratiempo para el ciclista en su puesta a punto al Tour de Francia. El había salido a ni disputar, ni la crono ni ninguno de los días hasta ese instante, mientras otros peleaban la general o intentaban hacer una crono mínimamente decente, o mientras Samuel Sánchez peleaba tras un duro golpe por sumar días de carrera, Andy Schleck iba a su ritmo, y despreocupado. Todo iba OK cara a asaltar Francia.

No lo pensaría así Johan Bruyneel , ni lo pensaría la mayoría de la gente. Rara vez un aspirante a un Tour de Francia ocupaba posiciones más retrasadas al puesto 100º de carrera en la prueba previa a la gran cita francesa. Andy estaba el 118º antes de la crono, donde cedería (con la caída de por medio) más de 11 minutos con el ganador de la etapa. A pesar de que él seguía vendiendo la idea de que todo iba bien, nada estaba bien, mucho menos tras besar el asfalto francés.

Es entonces cuando todo empieza a precipitarse. Tras sobrevivir a la siguiente etapa, Andy Schleck se retira el sábado al poco de comenzar la jornada, acusando fuertes dolores. El daño estaba hecho, el luxemburgués abandonaba la carrera preparatoria para el Tour y posteriormente se convocaría esta semana una rueda de prensa. Pero ya se había filtrado la noticia: Andy no iría al Tour de Francia. Una fractura en el hueso sacro cercano a la zona de la pelvis, es la culpable.

Quedó confirmada la noticia y por todos los foros, medios de comunicación la gente parecía bastante unánime. Un ciclista de su caché, con su nivel, no puede jugar una carta en toda la temporada. Y Andy lleva tiempo haciéndolo. Con la pequeña salvedad de la Lieja Bastogne Lieja, única prueba que pelea con ganas Tour aparte, y quitando el día de rigor que empleaba para probarse un poco cara al Tour (el año pasado en Suiza, una etapa que terminó 2º tras De Gendt) el joven luxemburgués no hacía nada reseñable el resto del año. Es más, terminaba incluso haciendo el ridículo.

Este ridículo se refiere a simplemente mirar sus datos temporada tras temporada, donde tras el Tour de Francia suele seguir “participando” en carreras. O mejor dicho “tomando la salida” en las mismas. Puesto que después no suele terminarlas. Por Euskal Herria ya hemos visto en alguna Klasika Donostia como se las gasta. Y eso que es una prueba que los que terminan el Tour delante, suelen disputarla y tener opciones de ganarla o subir al cajón. Andy no, su 2º puesto del Tour justifica todo el año, mientras otros engrosan palmarés, el se conforma con subir al cajón del Tour.

La cosa es más grave. El año pasado, sin Contador de por medio, con Evans y Voeckler como rivales, cede el Tour. Mostrándose ofensivo un día. Pero solo uno, insuficiente. Y lo que es peor, si a Voeckler no le da ese arrebato de heroicidad absurda que termina con sus opciones de podio, Andy no hubiera pisado en Francia el segundo lugar del cajón. Eso no le importa, el es segundo y su hermano tercero. Por dentro el, pero solo el, es consciente de lo que han logrado: Dos hermanos en el podio del Tour.

Ese es uno de los grandes problemas de este ciclista, y Bruyneel lo sabe desde (si no es antes) pretemporada, donde ya insinuó que no tenía arreglo mentalmente el ciclista, y se hablaba de que podría “separar” a la pareja de “siameses” del Tour de Francia. Quizás era una forma dolorosa de terminar con todo esto, pero era una solución. Andy se preocupa de una carrera y media al año, de 22 días de competición, el resto, le da igual. Pero peor de eso aun es que jugándosela a una única carta esté tan pendiente de su hermano mayor.

Ese hermano mayor con el que ya se meten todos en los foros. Una vez cogida la fama es difícil quitársela. Sin embargo en Suiza está demostrando, como ha demostrado otras veces, que el sabe correr solo. Y en efecto, cuando Frank disputa una carrera con ganas (y no solo el Tour) se le suele ver delante, mejor o peor, pero se sacrifica. Sabe correr sin su hermano. Andy, a sus 27 años, aun es incapaz de dar ese paso adelante, un problema serio al que Bruyneel quiso poner fin.

La primera separación extraña fue en el Giro de Italia. No estaba previsto pero Frank Schleck terminó acudiendo a la ronda italiana. Eso le importó poco al mayor del dúo del ducado, que antes de las dos semanas, y a pesar de haberse estado esforzando sin tener el mejor golpe de pedal, abandonó, aquejado de una caída y no recuperar. El director belga no tragó la escusa y su mosqueo fue considerable, llegando a reconocer que nadie excepto Fabian Cancellara tenía la plaza cubierta para el Tour.

Después de eso llegó la imagen tan paupérrima de Andy en la Dauphiné. Preocupante, muy preocupante. Todos estaban alucinando con su bajo nivel, posiblemente incluso dentro del equipo, excepto el propio ciclista que seguía destacando que todo iba sobre la marcha, hasta su caída. La rueda de prensa posterior donde aparece Andy con un médico (y sin director deportivo) dice mucho de cómo están las cosas en el seno del equipo, algo que ya se veía venir en pretemporada y que se sigue viendo. Algo huele a podrido en la escuadra.

El caso es que Bruyneel no ha ganado para disgustos en todo el año. En pretemporada el danés Fuglsang se quejaba de que había mucho capo y que el no quería currar para seis líderes (le iban a dar liderato en el Giro, pero no pudo correrlo). Después el abandono de Frank en la ronda transalpina. El líder del Tour finalmente no podrá estar en la partida. Pero es que al mismo tiempo tenemos a Horner, ese cuarentón tan joven, que no parece que vaya a estar en la partida del Tour por un problema interno “negarse a participar en Suiza, queriendo preparar la grande boucle en su casa” (vamos, como acostumbra a hacer).

Sin embargo dentro del equipo no cuajó la idea. Incluso Andreas Kloden llegó a soltar en alto (por internet) que el que quiere correr una grande de tres semanas tiene que antes participar con el equipo en otros frentes. Una frase destinada directamente al norteamericano, y que deja  entrever como están las relaciones entre ambos compañeros (el año pasado fueron podio ambos en la Itzulia).

Por si fuera poco para el belga, aun estamos en junio, no ha llegado el Tour de Francia, y ha saltado a la palestra (como cada fecha antes de Tour) algún escándalo sobre Lance. Este parece ir en serio, aunque posiblemente quede en nada como los anteriores. En simple “remover mierda” y no sacar nada. Pero es más madera para prender fuego a un Radioshack Nissan Trek que está siendo (BMC aparte) la gran decepción de la temporada.

Respecto a Andy las cosas parecen claras, pretende recuperarse para disputar (correr) los Juegos Olímpicos, donde sus opciones son  más bien escasas por tipo de ciclista y tipo de prueba, y preparará la Vuelta a España. Es otro de los sinos de este ciclista, que un año donde Contador no pueda disputar el Tour de Francia Andy se lo pierda. La participación en la Vuelta puede ser de escándalo con los 2 mejores hombres-Tour de los últimos años, disputando una Vuelta. Aunque en lo último generan dudas. La última vez que el joven Andy pisó la ronda española terminó siendo echado del equipo por fiestero.

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