La Final Four de la NCAA es uno de los grandes momentos del deporte americano cada año y esta vez no defraudó. Sin cenicientas de por medio y casi sin ningún género de duda sin sorpresas en su definición. Si en 2011 la final la conformaron UCONN y Butler, en este 2012 el protagonismo del partido más importante de la temporada ha caído en dos clásicos como los Wildcats y los Jayhawks, o lo que es lo mismo, las Universidades de Kentucky y Kansas.
A estos dos College se les sumaban en ese cuadro final Louisville y Ohio State. Entre las cuatro contaban con un total de cuarenta y nueve presencias en el torneo que decide el título. Y entre los dos finalistas veinte intentos de conquistar el ansiado cetro universitario, un bien preciado que a muchos en Europa cuesta entender el por qué de su valor mientras que en Estados Unidos es venerado temporada sí, temporada también. No había más que ver el Superdome de New Orleans, espectacular lugar de la final, con una grada a reventar y hablamos de un estadio de fútbol americano.
A la calidad que se le supone a ambos contendientes se le añadía el morbo de ver a dos previsibles Top 5 del Draft 2012 frente a frente en el duelo final. Por parte de Kansas el líder era Thomas Robinson, un buen cuatro capaz de hacer de todo en ambas canastas. Anota con facilidad, siendo además la primera referencia de su equipo, y rebotea en cantidad, no en vano sumó hasta 17 capturas bajo los tableros. En el otro lado de la cancha estaba Anthony Davis, un siete pies cargado de clase y buen manejo de balón gracias a su pasado como base (es de estirón tardío) y que además de ser un anotador compulsivo su tamaño hace que se haya convertido en un bastión defensivo. Rebotes, tapones e intimidación a raudales son sus señas de identidad. Se le espera como número 1 del futuro Draft.
La diferencia estaba en el acompañamiento. Mientras el de Thompson era de buen nivel el del Davis era de primera calidad. El reclutamiento de su entrenador, John Calipari, viene siendo tema de debate en los últimos tiempos al no dudar el técnico de los Wildcats en hacerse con los servicios de jugadores que solo piensan emplear en la Universidad el año obligado por la NBA antes de poder presentarse al Draft. En ese sentido pueden meter en las elecciones de este año hasta a 6 jugadores, cinco de ellos quizá en Primera Ronda.
De ahí que el favoritismo cayera sin duda del lado de los de Calipari. Pronto el encuentro decayó hacia los Wildcats en vista de que a los Jayhawks les costó arrancar y mucho. La diferencia de 14 puntos al descanso a favor de los primeros obligaba al equipo entrenado por Bill Self a realizar una machada de las importantes. La estadística jugaba a su favor ya que en las segundas partes han conseguido dejar a sus rivales en un 25% de acierto en el lanzamiento. Pero aún así 14 puntos era mucha renta y la calidad de Kentucky pesaba mucho.
No pudo ser y a pesar de que metieron el miedo en el cuerpo a los Wildcats al ponerse a 5 y 6 puntos en los instantes finales, estos últimos sumaron su octavo entorchado. Para Calipari se trataba del primer título y se quitaba así la espina de la derrota en 2008 ante su rival en la noche del lunes cuando entrenaba a Memphis. Mientras Davis se erigía como MVP del partido y eso que apenas tuvo influencia en el ataque de su equipo. A cambio en defensa fue decisivo y mostró como un gran jugador puede conseguir ser el más importante de su conjunto sin anotar. 16 rebotes, seis tapones y un intangible con el que frenó incontables ataques de sus rivales: su simple presencia en la zona intimidaba de tal manera que cualquier lanzamiento interior era poco menos que un suplicio para aquel que lo intentará.
Terminó el March Madness, terminó la Final Four y Kentucky que se lleva un nuevo triunfo a casa. Se queda a tres de UCLA. Kansas deberá esperar para repetir lo que lograron en 2008 y al resto de mortales solo nos queda aguantar un año más para volver a disfrutar de esta sana locura que es el marzo universitario americano.
A estos dos College se les sumaban en ese cuadro final Louisville y Ohio State. Entre las cuatro contaban con un total de cuarenta y nueve presencias en el torneo que decide el título. Y entre los dos finalistas veinte intentos de conquistar el ansiado cetro universitario, un bien preciado que a muchos en Europa cuesta entender el por qué de su valor mientras que en Estados Unidos es venerado temporada sí, temporada también. No había más que ver el Superdome de New Orleans, espectacular lugar de la final, con una grada a reventar y hablamos de un estadio de fútbol americano.
A la calidad que se le supone a ambos contendientes se le añadía el morbo de ver a dos previsibles Top 5 del Draft 2012 frente a frente en el duelo final. Por parte de Kansas el líder era Thomas Robinson, un buen cuatro capaz de hacer de todo en ambas canastas. Anota con facilidad, siendo además la primera referencia de su equipo, y rebotea en cantidad, no en vano sumó hasta 17 capturas bajo los tableros. En el otro lado de la cancha estaba Anthony Davis, un siete pies cargado de clase y buen manejo de balón gracias a su pasado como base (es de estirón tardío) y que además de ser un anotador compulsivo su tamaño hace que se haya convertido en un bastión defensivo. Rebotes, tapones e intimidación a raudales son sus señas de identidad. Se le espera como número 1 del futuro Draft.
La diferencia estaba en el acompañamiento. Mientras el de Thompson era de buen nivel el del Davis era de primera calidad. El reclutamiento de su entrenador, John Calipari, viene siendo tema de debate en los últimos tiempos al no dudar el técnico de los Wildcats en hacerse con los servicios de jugadores que solo piensan emplear en la Universidad el año obligado por la NBA antes de poder presentarse al Draft. En ese sentido pueden meter en las elecciones de este año hasta a 6 jugadores, cinco de ellos quizá en Primera Ronda.De ahí que el favoritismo cayera sin duda del lado de los de Calipari. Pronto el encuentro decayó hacia los Wildcats en vista de que a los Jayhawks les costó arrancar y mucho. La diferencia de 14 puntos al descanso a favor de los primeros obligaba al equipo entrenado por Bill Self a realizar una machada de las importantes. La estadística jugaba a su favor ya que en las segundas partes han conseguido dejar a sus rivales en un 25% de acierto en el lanzamiento. Pero aún así 14 puntos era mucha renta y la calidad de Kentucky pesaba mucho.
No pudo ser y a pesar de que metieron el miedo en el cuerpo a los Wildcats al ponerse a 5 y 6 puntos en los instantes finales, estos últimos sumaron su octavo entorchado. Para Calipari se trataba del primer título y se quitaba así la espina de la derrota en 2008 ante su rival en la noche del lunes cuando entrenaba a Memphis. Mientras Davis se erigía como MVP del partido y eso que apenas tuvo influencia en el ataque de su equipo. A cambio en defensa fue decisivo y mostró como un gran jugador puede conseguir ser el más importante de su conjunto sin anotar. 16 rebotes, seis tapones y un intangible con el que frenó incontables ataques de sus rivales: su simple presencia en la zona intimidaba de tal manera que cualquier lanzamiento interior era poco menos que un suplicio para aquel que lo intentará.
Terminó el March Madness, terminó la Final Four y Kentucky que se lleva un nuevo triunfo a casa. Se queda a tres de UCLA. Kansas deberá esperar para repetir lo que lograron en 2008 y al resto de mortales solo nos queda aguantar un año más para volver a disfrutar de esta sana locura que es el marzo universitario americano.
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