Esta misma semana David Zurutuza y la Real Sociedad llegaban a un acuerdo para prolongar el contrato del debarra hasta 2017. Se llevaba tiempo especulando sobre el futuro del canterano realista, que aun no había renovado y terminaba contrato en 2013. No había ningún peligro. Como el propio jugador ha asegurado, su intención era seguir en la Real. Y así lo ha hecho saber en la ampliación del contrato, siendo el jugador con contrato más largo junto a Xabi Prieto, otro que renovó este año.
Y es que los tiempos están cambiando en Anoeta en los últimos años. El proyecto iniciado en Segunda para sanear al club imponía utilizar la cantera. La Real había despilfarrado demasiado dinero mirando fuera y dejando pocas oportunidades a los canteranos en los que llevábamos de Siglo. El dramático descenso lo cambió todo.
Al principio lo que era obligación, se ha terminado convirtiendo en hábito. La Real inició un proyecto pensando en ascender en tres años. Y aunque las aguas fueron turbias, con cambios en la presidencia, y ley concursal incluida, en cuanto se calmaron las cosas el equipo tuvo un año tranquilo. Y ese tercer año, resucitó. Conscientes desde la directiva de que había que seguir apostando por Zubieta, y más con conocimiento de causa que de obligación, se pusieron manos a la obra.
Y en esa construcción de futuro sigue trabajando la directiva de la Real. No se renovó a Tamudo a pesar de que sus cifras iniciales fueron muy buenas, y aportó 7 goles para la causa de la salvación. Anteriormente no se había contado con el uruguayo Bueno, pichichi del equipo en Segunda. Y Rivas, a pesar de que desde gran parte de la afición se pedía su continuidad, dejó paso a Zubieta.
La Real se ha convertido en el equipo con más canteranos en Primera, y el que más suele utilizar asiduamente: nueve. Desde que De La Bella perdiera su puesto en el lateral izquierdo en detrimento de Estrada o Cadamuro, la Real ha contado con tan sólo dos jugadores no formados en Zubieta, en el once: Bravo y Vela.
Pero un proyecto de cantera necesita de cuidar lo que viene de abajo. No basta con verles crecer, ni siquiera con darles la oportunidad de jugar. Hace falta atar a los mejores jugadores. Por ello en verano, a pesar de tener muchas novias, renovó un jugador que viene llamando a la puerta del primer equipo: Rubén Pardo. El pasado lunes se estrenó como titular en Anoeta, y como goleador en Primera. Su ampliación, hasta 2015, aunque pronto tendrán que volverse a sentar para una mejora contractual.
El carrusel de renovaciones continuó durante el Otoño. Xabi Prieto, buque insignia de todo el proyecto, renovó hasta 2017. No sólo disipaba las dudas de sus intenciones (terminará contrato con 34 años) si no que abría la puerta a que otros canteranos vieran el camino a seguir. Renovó Elustondo, un jugador en el que hacía años que se tenían esperanzas y que parece haber dado el salto de calidad que se le presuponía (si bien las lesiones no le están dejando tener continuidad)y Agirretxe, Pichichi en la presente temporada con cinco tantos.
Ahora le ha tocado el turno a Zurutuza. Y las intenciones son las de mejorar y ampliar el contrato del mejor jugador de la presente campaña: Antoine Griezmann, posiblemente el eslabón débil ya que ha coqueteado con el Atlético de Madrid y con la idea de marcharse a un grande. Y a la vuelta de la esquina quedan dos objetivos pendientes, que no debieran requerir demasiados problemas.
Por un lado está Mikel González, titular indiscutible en las últimas jornadas y que tan sólo ha conocido dos derrotas como titular en la presente campaña. El otro, el capitán. Mikel Aranburu no tiene prisa por renovar. Su primera y única opción es la Real. La de la real, es que siga. Tan sólo habría una opción de no continuar: Colgar las botas. Algo que parece prematuro y más cuando sigue aportando, como dice Toshack, tanto cuando juega como cuando está en la grada.
Con contrato firmado hasta 2017 están los mencionados Zurutuza y Prieto. Y con finalización en 2015 están el resto de pilares de este equipo: Bravo, Iñigo Martínez, Illarra, Pardo, Elustondo, Griezmann y Agirretxe. Muchos de ellos han hablado francamente de sus intenciones de continuar. Y desde la directiva no parecen racanear a la hora de ofrecer renovaciones. El proyecto gusta a ambas partes, y si sigue consolidándose, podríamos ver a la Real en el lugar que nunca debió abandonar.
Y es que los tiempos están cambiando en Anoeta en los últimos años. El proyecto iniciado en Segunda para sanear al club imponía utilizar la cantera. La Real había despilfarrado demasiado dinero mirando fuera y dejando pocas oportunidades a los canteranos en los que llevábamos de Siglo. El dramático descenso lo cambió todo.
Al principio lo que era obligación, se ha terminado convirtiendo en hábito. La Real inició un proyecto pensando en ascender en tres años. Y aunque las aguas fueron turbias, con cambios en la presidencia, y ley concursal incluida, en cuanto se calmaron las cosas el equipo tuvo un año tranquilo. Y ese tercer año, resucitó. Conscientes desde la directiva de que había que seguir apostando por Zubieta, y más con conocimiento de causa que de obligación, se pusieron manos a la obra.
Y en esa construcción de futuro sigue trabajando la directiva de la Real. No se renovó a Tamudo a pesar de que sus cifras iniciales fueron muy buenas, y aportó 7 goles para la causa de la salvación. Anteriormente no se había contado con el uruguayo Bueno, pichichi del equipo en Segunda. Y Rivas, a pesar de que desde gran parte de la afición se pedía su continuidad, dejó paso a Zubieta.
La Real se ha convertido en el equipo con más canteranos en Primera, y el que más suele utilizar asiduamente: nueve. Desde que De La Bella perdiera su puesto en el lateral izquierdo en detrimento de Estrada o Cadamuro, la Real ha contado con tan sólo dos jugadores no formados en Zubieta, en el once: Bravo y Vela.
Pero un proyecto de cantera necesita de cuidar lo que viene de abajo. No basta con verles crecer, ni siquiera con darles la oportunidad de jugar. Hace falta atar a los mejores jugadores. Por ello en verano, a pesar de tener muchas novias, renovó un jugador que viene llamando a la puerta del primer equipo: Rubén Pardo. El pasado lunes se estrenó como titular en Anoeta, y como goleador en Primera. Su ampliación, hasta 2015, aunque pronto tendrán que volverse a sentar para una mejora contractual.El carrusel de renovaciones continuó durante el Otoño. Xabi Prieto, buque insignia de todo el proyecto, renovó hasta 2017. No sólo disipaba las dudas de sus intenciones (terminará contrato con 34 años) si no que abría la puerta a que otros canteranos vieran el camino a seguir. Renovó Elustondo, un jugador en el que hacía años que se tenían esperanzas y que parece haber dado el salto de calidad que se le presuponía (si bien las lesiones no le están dejando tener continuidad)y Agirretxe, Pichichi en la presente temporada con cinco tantos.
Ahora le ha tocado el turno a Zurutuza. Y las intenciones son las de mejorar y ampliar el contrato del mejor jugador de la presente campaña: Antoine Griezmann, posiblemente el eslabón débil ya que ha coqueteado con el Atlético de Madrid y con la idea de marcharse a un grande. Y a la vuelta de la esquina quedan dos objetivos pendientes, que no debieran requerir demasiados problemas.
Por un lado está Mikel González, titular indiscutible en las últimas jornadas y que tan sólo ha conocido dos derrotas como titular en la presente campaña. El otro, el capitán. Mikel Aranburu no tiene prisa por renovar. Su primera y única opción es la Real. La de la real, es que siga. Tan sólo habría una opción de no continuar: Colgar las botas. Algo que parece prematuro y más cuando sigue aportando, como dice Toshack, tanto cuando juega como cuando está en la grada.
Con contrato firmado hasta 2017 están los mencionados Zurutuza y Prieto. Y con finalización en 2015 están el resto de pilares de este equipo: Bravo, Iñigo Martínez, Illarra, Pardo, Elustondo, Griezmann y Agirretxe. Muchos de ellos han hablado francamente de sus intenciones de continuar. Y desde la directiva no parecen racanear a la hora de ofrecer renovaciones. El proyecto gusta a ambas partes, y si sigue consolidándose, podríamos ver a la Real en el lugar que nunca debió abandonar.
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