El remo, entendido al modo euskaldun y de las provincias limítrofes, es un deporte de escasa repercusión mediática. Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia son las comunidades donde se le presta atención. Más allá de eso sólo en situaciones contadas se hace con un hueco en medios ajenos al mismo.Si pensamos en una regata esa es La Concha. Más allá de la ACT, el campeonato de Euskadi o el de España, la bandera donostiarra es la que goza de todos los honores y respetos. Aquella que todos los remeros y seguidores aspiran a ganar alguna vez. Casi la única con hueco en los medios de comunicación fuera de las comunidades antes mencionadas.
Más allá de eso el silencio. Y quizás por ello muchas personas están leyendo con especial atención las últimas noticias que han puesto el remo en boca de todos. O quizá por el hecho de ser un aspecto francamente negativo y una lacra para este y cualquier otro deporte: el dopaje.
Hace escasos días saltó la noticia de que la Fiscalía imputaba a cinco miembros de la trainera de Urdaibai por dopaje. Todo surge a partir de las declaraciones de José Luis Korta en el pasado mes de septiembre, cuando tras caer derrotado en La Concha sorprendía con unas incendiarias palabras.
Tomando esas palabras como punto de partida la Fiscalía decidió investigar qué había de cierto en ello. Según se ha ido informando en los últimos días desde todo tipo de prensa, los gastos en productos farmacéuticos parecen ser excesivos. Por lo visto, la compra de excesivas jeringuillas puede estar entre esos productos. De momento no se ha tirado de la manta en exceso y poco se sabe.
Pero según esta información de Eduardo Rodrigálvarez en El País hay más que simples compras en farmacias vascas o bermeotarras como se comentó en un inicio. Habla de compras en Cáceres, lo que puede acercar la ‘trama’ a Marcos Maynar, médico ya sancionado por prácticas dopantes.
De ser así, duro palo para el remo. Asociarse con ese u otros nombres no hará ningún bien a un deporte que durante el verano mueve a miles de personas por todo el Cantábrico. Pondría en entredicho la credibilidad de los clubes, remeros y de la misma ACT (Asociación de Clubes de Traineras).
Para rematar la situación el presidente de la Federación Vizcaína de Remo, Agustín Quintanilla, ha realizado unas declaraciones que no hacen si no echar más picante al asunto. Habla de algo ya sabido y conocido por muchos dentro del mundo, generalizado.
Especialmente duras son las palabras sobre la escasa calidad de los controles realizados en el remo para controlar el dopaje. En palabras textuales dice que “no valen nada”. Dice que hay un escaso interés en frenar el doping en las regatas. Y para terminar recuerda que hace pocos años “hubo un club que de 20 remeros en la plantilla 16 o 17 eran asmáticos”. Se refiere a Astillero, lo que para él “es curioso”.
¿Curioso? Quizás con esa palabra Quintanilla intente decir más de lo que parece. ¿A buen entendedor pocas palabras bastan? Lo que queda claro es que si tanto sabe debería hablar. Quizá no es los medios, pero debe compartir lo que sepa al respecto del dopaje en el remo para limpiar toda posible sospecha en este deporte.
Aunque viendo cómo se hacen las cosas en España con respecto al dopaje, hay dudas de que esto se solucione rápido. O incluso de que se solucione. En 2004 no hicieron caso a las palabras de Manzano. La actuación en la ‘Operación Puerto’ fue de chiste. Ahí está el caso de Alejandro Valverde que no fue sancionado hasta el año pasado y en base a la insistencia del CONI.
O la ‘Operación Galgo’ y la absolución de Bezabeh. O la misma absolución de Contador. Todo a contracorriente y mal. Esperemos que esto no suceda con el remo si hay serias sospechas de que haya una ‘trama’ de dopaje. Lo suyo sería que esta no existiese, pero de hacerlo que vayan para adelante con todo. Por el bien del remo.
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