Para todo aquel que no conozca lo que es “hacer la cobra”, vea este vídeo y lo entenderá. En el caso de Riccardo Riccó, es el ciclismo y su mundo el que se le acerca de brazos abiertos a recogerlo de nuevo en su rebaño. Riccó rechaza ese acercamiento y al ciclismo en general. Eso es lo que básicamente ha sucedido en estos últimos días.Seguramente no sea el mejor momento para realizar un comentario como el anterior ya que el ciclista italiano se encuentra hospitalizado y se llegó a temer por su vida. Pero no por eso deja de ser verdad. Tras su suspensión de 20 meses en 2008 y volver a competir en 2010, parece que su estado actual se debe a una autotransfusión de sangre realizada por el propio ciclista.
Por lo menos esa es la declaración de “La Cobra” ante las preguntas de los doctores, quienes ya han pasado la información a quien corresponde. La Fiscalía del Comité Olímpico Italiano y la fiscalía de Modena han abierto una investigación para comprobar si esas palabras son ciertas.
De ser así, lo más seguro es que Riccó sea sancionado de por vida. Reincidente, pocas opciones le quedarían de que en el futuro (lejano) alguien se animase a contar con sus servicios. Su prometedora carrera y su también prometedora vuelta el año pasado (7 victorias) quedarán en el olvido por culpa de su mala cabeza.
La gente de Vacansoleil, que confió en él, deben estar que trinan. Si se confirma que todo se debe a una autotransfusión uno de sus pilares quedará fuera del equipo. Una pena para el ciclismo, que pierde a un corredor que pudiera haber sido interesante en el futuro. Pero sobretodo una pena para los ciclistas, que siguen tirándose piedras contra su propio tejado.
Imagen vía Twisted Spoke
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