viernes, 9 de diciembre de 2011

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HACER DE LO DIFÍCIL ALGO HABITUAL

+Fútbol, Iñigo Martínez, Liga BBVA, Philippe Montanier, Real SociedadEl pasado domingo, un par de horas antes de que la Real le diera la vuelta al marcador para derrotar al Málaga, sonaban por megafonía los nombres de los once titulares del conjunto txuri-urdin. El último de ellos, el único con dorsal del filial, era Iñigo Martínez. La explosión de aplausos con que la parroquia de Anoeta contestó al de megafonía mientras aparecía el dorsal 26 en el videomarcador es de las que el jugador siempre recordará.

No era su debut en Anoeta por lo que le aplaudía la afición. Los ánimos venían en señal de agradecimiento, por ser el héroe de Sevilla, donde la Real derrotó al Betis 2-3 en el descuento. Lo que sucedió en ese último minuto de partido será algo que recordarán los libros de historia del club.

Con la Real encerrada con 5 defensas atrás, tras dilapidar una renta de 0-2, y estar casi pidiendo la hora, Iñigo pidió el balón. Su posición en el campo era la del extremo izquierdo. A pesar de ser central, en ese minuto el joven blanquiazul era el segundo jugador más adelantado del equipo. No lo dudó dos veces, pidió el balón, lo condujo mientras miraba a portería, y allí, con Casto demasiado adelantado, probó fortuna. O no.

El balón entró, tras tocar en el larguero. Un golazo desde el mediocampo. Para los que ese día desconocieran el pasado de este chico, pensarían en la fortuna, la suerte… es muy difícil, por más que se intente, marcar un gol desde esa distancia. Son muchos los que lo han intentado varias veces en su carrera. Entre ellos par de realistas como Javi De Pedro (que marcó al Mérida un gol desde su campo) y Xabi Alonso, que en Liverpool ya lograría algún tanto así.

Sin embargo en el caso de Iñigo Martínez, no es suerte, no es fortuna. Cuando un jugador intenta dos veces en apenas par de meses de distancia ese tiro, y en ambas el balón termina en la red, eso no se le debiera llamar suerte, es costumbre. Iñigo ha dado la vuelta al mundo con dos golazos, ambos escogidos en dos momentos especiales. Uno en el Derby, para empatar, aunque finalmente la Real caería derrotada, el otro en el último minuto de un partido donde el míster realista, Montanier, quien depositó en él toda su confianza, estaba al borde del K.O.

Así ha agradecido Iñigo la confianza depositada en él, con un gol que salva el puesto de su entrenador, en la cuerda floja. Pero no podemos mirar simplemente a este par de “hazañas” para hablar y alabar al defensa de Ondarroa. Con apenas 20 años, internacional sub-20 y con ya una oferta rechazada por la directiva txuri-urdin a nada más y nada menos que el Real Madrid (cuando el jugador aun no había debutado en el primer equipo) dicen muy a las claras de la perla que ha salido de Zubieta.

En dos años en el filial, había anotado dos tantos. En la Real, ya lleva tres, todos de bella factura, además de demostrar en las jugadas a balón parado que es, si no el mejor, uno de los mejores rematadores del equipo. A esa virtud de ser un buen rematador, y a la de haber anotado dos goles desde campo propio en una misma temporada (Algo solo logrado en una por Roger), hay que añadirle otras por las que es titular.

+Fútbol, Iñigo Martínez, Liga BBVA, Philippe Montanier, Real SociedadLa primera que viene a la cabeza es la necesidad de un defensa zurdo en la posición. Mikel González se ha malacostumbrado a jugar en ese puesto por necesidades, tanto con Ansotegi como con Labaka, como con Demidov de acompañantes. El propio noruego también le ha tocado la posición cuando tenía a Anso como acompañante en la defensa. Iñigo era el central zurdo que la Real necesitaba, y estaba en casa.

Lo segundo, algo pedido por Montanier, era la salida de balón. Posiblemente con el mejor golpeo en largo del equipo, y con todo el descaro del mundo a la hora de sacar la bola jugada, Iñigo se ganó pronto la confianza del francés.

Para culminar, un defensa, se supone, lo que debe hacer mejor es defender. Pues en ello, Iñigo también es alumno aventajado. Ha pasado a los tres centrales que tenía por delante en importancia, en apenas tres meses. Si hay un central indiscutible para entrenador y afición, ese es Iñigo. Y eso que los que están ocupando banquillo son héroes del ascenso como Mikel González o Ansotegi, así como un internacional absoluto como Vadim Demidov.

Apenas han pasado 14 jornadas de liga, de las cuales ha sido titular en 13, perdiéndose por expulsión el encuentro ante el Espanyol. Y la prensa, no sólo de Gipuzkoa, ya lo menciona como futurible para la selección. Está claro que pensar en la Eurocopa 2012 es una quimera y que aún le queda mucho camino por andar. Pero que Iñigo Martínez va camino de ser uno de los mejores canteranos de la historia de Zubieta, es un hecho irrefutable. El tiempo dirá donde queda, de momento a la afición ya la tiene en el bolsillo. Y cuenta con apenas 20 primaveras.

Imanol López

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