El Gescrap Bizkaia Bilbao Basket logró anoche posiblemente su mayor gesta al conseguir el billete para el Top 16 de Euroliga en su primera participación en la máxima competición del baloncesto europeo, merced a un Caja Laboral hundido que, también por primera vez, se ve fuera de la competición a las primeras de cambio.Los hombres de negro pusieron patas arriba Miribilla para recibir al Baskonia, en un duelo que se antojaba fratricida. Los dos equipos vascos ya sabían desde el sorteo que en la última jornada se verían las caras, pero la condición de favoritos de los baskonistas dentro del grupo hacía entender que no supondría problemas pasar de ronda y que este duelo no sería importante para sus opciones. Varios tropiezos inesperados y consecutivos llevaron a ambos equipos a una situación nada deseada, que hacía que el partido de ayer tuviera tintes épicos… y dramáticos.
Al GBB le bastaron apenas 15 minutos soberbios, de muy buen baloncesto, y mucho mejor acierto cara a canasta, y a una gran defensa, para obtener el billete a la siguiente ronda y dejar fuera a uno de los equipos destinados a llegar, al menos, a Cuartos de final. El Gescrap no para de hacer historia, y lo de ayer fue una muestra más de que, muy posiblemente, este equipo aun no haya tocado techo.
El primer cuarto quedó “nulo”. Con un buen inicio de ambas defensas que anularon los ataques del rival, el que empezó saliendo mínimamente fortalecido fue el Caja Laboral. Con un buen Bjelica, los baskonistas llegaron a ir ganando el partido y lograr su máxima renta del partido al ir venciendo de cinco puntos, pero el Bilbao Basket no se quedó atrás y en ningún momento llegaron a, en esos peores momentos, desperdiciar las posesiones.
El 20 iguales del final del primer cuarto mostraba la igualdad que existe entre ambos equipos en sus enfrentamientos. A partir de ahí empezó el mejor baloncesto de los locales, que en el segundo “round” del combate lograron llegar a una renta de nueve puntos, merced a un gran acierto tanto en el juego interior como en la línea de triples. El baskonia no encontraba modo alguno, ni de detener las acometidas rivales, si bien no estuvieron mal en defensa, ni mucho menos de llegar a acertar con la canasta contraria.
Los triples fueron, durante el término del primer cuarto y el inicio del segundo los que mantuvieron vivos a los vitorianos. Un triple, en la última posesión, fue el que maquilló y dejó en seis puntos la diferencia al descanso. Miribilla ya era una fiesta, y el baskonia veía como se le escapaba el partido, si bien desde Italia llegaban buenas noticias, ya que el Cantú iba ganando (si bien por poco) su partido.
A la vuelta del descanso siguió el acierto de los bilbaínos. Hasta entonces había predominado la figura de Marko Banic. Sin embargo, en el inicio de ese cuarto fueron unos cuantos los que tuvieron la muñeca caliente, para llevar a los de negro en volandas a la victoria. Llegando a una renta de 12 puntos, y dejando el partido muy cuesta arriba para los de Dusko, que seguían con quebraderos de cabeza cada vez que les tocaban sus 24 segundos de posesión. No veían hueco, y lo peor de todo, ya fallaban todos los triples.Pero hubo reacción. Como en sus mejores noches europeas, el Baskonia no podía irse así de la Euroliga y llegó a “tímidamente” acercarse en el marcador. Terminarían el cuarto seis puntos por debajo, la misma distancia que al descanso, pero habiendo salvado momentáneamente el encuentro en un cuarto que suele ser maldito para los baskonistas. Eso sí, la última posesión, para acortar a tres o cuatro puntos la renta, la tuvieron ellos, que terminarían fallando, como en casi toda la noche en los momentos clave.
El último cuarto, el que lograría consagrar al GBB dentro de europa, no tuvo mucha historia, si bien el Baskonia estuvo cerca, no llegó a cuajar la remontada merced a unos torpes ataques, y a una gran defensa de los locales. La mínima distancia fue de dos puntos, y durante gran parte del cuarto se estuvieron tanteando entre cinco y siete, para terminar el partido entre tres y cinco. Y ni con esas el Baskonia llegó a igualar.
A pesar de terminar los últimos minutos cerca, no se jugaban triples, habían perdido la fe en sí mismos, y dejaron de intentarlo de tiro exterior, para intentar buscar por dentro, lo que en más de 30 minutos no habían logrado. La buena labor de los hombres de Katsikaris en esos minutos finales (más en defensa que en ataque)permitió que la noche quedara para el recuerdo de los aficionados bilbaínos (77-72), que logran entrar entre los 16 mejores de la competición, apeando al otro equipo vasco en un duelo fratricida.
La eliminación, siendo cerca de casa, donde el conjunto vecino, y en la primera ronda de una Euroliga, ha escocido a los vitorianos, que ven como su conjunto se queda muy lejos de recordar al de la pasada década. Habrá que esperar al año que viene para que puedan quitarse la espina. Mientras tanto, en Bilbao seguirán escuchando el “I fell devotion” durante, al menos, seis encuentros más.
Imanol López
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