Definitivamente corren nuevos tiempos en la Premier League. Con el crecimiento constante del Chelsea en los últimos años y la aparición del Manchester City recientemente culminada con el campeonato logrado el pasado curso los protagonistas distan mucho de ser los mismos que hace apenas diez años. De aquella solo el Manchester United se mantiene al alza como gran dominador de la liga inglesa. Su antiguo feroz competidor ha quedado relevado a un segundo escalón obligado por las necesidades económicas.
Hablamos cómo no del Arsenal que encumbró Wenger. Si ya la despedida de Henry en dirección Barcelona dejó entrever algo, la marcha de Cesc el pasado año resultó bastante esclarecedora. Pero la certificación de este proceso llegó ayer con el cierre del traspaso de Robin Van Persie al otrora gran enemigo. Los red devils refuerzan su plantilla con un delantero de gran calidad que llega desde donde nunca se miró antes para fichar por la simple razón de que era un imposible.
Ni Ferguson vendía a los londinenses ni el técnico galo enviaba jugadores en dirección Old Trafford. Cuando este es además la principal estrella de los capitalinos llega a chocar un poco. Pero como decimos los tiempos han cambiado. Ya no es el Arsenal el principal rival del Man Utd. e incluso 'Fergie' ha tornado su habitual virulencia ante Wenger en apoyo inesperado. Claro síntoma también, teniendo en cuenta que el escocés es amable con aquellos entrenadores que no le cuestionan el liderazgo en la Premier.
Pero como decía la principal muestra de que los gunners ya no son el principal rival del sempiterno United es el hecho de que Wenger acceda a traspasar a su principal estrella a los red devils. Con este movimiento y por si no había quedado claro ya el técnico francés deja muy claro que su pelea ya es otra. Centrada en la lucha por la cuarta posición, entrar en Champions y no perder comba de cara a un futuro que esperan más agradable cuando el nuevo estadio y el coste de su construcción quede atrás y los prestamos a pagar sean una simple losa del pasado que ya pasó.
Los nuevos ricos
Enfrascados en esa pelea económica de la que están saliendo de una manera limpia y adecuada, siguiendo los pasos adecuados, sin volverse locos y año a año reduciendo la deuda, cabe esperar que a su fin el Arsenal pueda volver a lo más alto de la Premier League. Masa social importante, siempre con un buen proyecto deportivo y además cuentan con el tercer estadio en capacidad de las islas. Material más que suficiente para pensar que esto no es más que un "stop and go".
De mientras otros buscan ocupar el hueco que han dejado los gunners. Los ya nombrados Chelsea y Manchester City son los principales y nuevos rivales de los de Ferguson en la pelea por el título de la Premier League. Dinero llegado por otras vías, tan legítimas como otras, que ponen en peligro la hegemonía que siempre intentan establecer los de Old Trafford. El City, ese "molesto vecino" que denominó el escocés, ya han conseguido devolver la gloria a sus aficionados tras décadas bajo el yugo del vecino rico. Ahora los ricos y dichosos son ellos, los que van por detrás están al otro lado de la ciudad. Nada gusta más en Inglaterra que la victoria sobre tu más cercano rival.
Sin salidas importantes y con la única llegada de Jack Rodwell desde el Everton parece que la estabilidad se establece en el City of Manchester. Repetir título es la exigencia, además de dar la cara, esta vez sí, en la Champions League superando la fase de grupos como mínimo. Aunque por plantilla se les debería poder exigir más en la competición europea no deja de ser un equipo nuevo en una pelea incluso extraña para ellos (no para sus futbolistas). Habrá que ver si vuelven los problemas extradeportivos en un vestuario que por momentos ha parecido volcánico.
En Londres el Chelsea intentará contrarrestar el poder de los dos conjuntos mancunianos. Como única referencia de la capital y recientes campeones de la Champions sus aspiraciones son una vez más llegar a lo más alto de la tabla al final de temporada. Se encuentran enfrascados en un proceso de rejuvenecimiento de la plantilla de la mejor manera posible, con la máxima competición europea en su poder.
Mientras en Old Trafford con la llegada de Van Persie se perfila una de las delanteras más potentes del panorama continental. Con Rooney haciendo las veces de enganche el equipo necesita algo más que los Chicharito o Welbeck en la posición de nueve. Aún así, su mayor problema sigue estando en el centro del campo, donde se adolece de la falta de un mediocentro creativo, organizador, de garantías. Scholes demasiado veterano ya, se espera que Cleverley sea la respuesta inmediata a esta situación. Veremos.
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