Una nueva decepción y van... El Athletic de Joaquín Caparrós encara el momento decisivo de la temporada con rumbo incierto. Y es que la derrota ante el Real Madrid, una más ante un grande desde que el técnico utrerano dirige a los leones, dolió más por cómo se produjo. Los rojiblancos no dieron señales de vida el pasado sábado en San Mamés ante un conjunto blanco lleno de suplentes y que jugaba con una marcha menos al tener la mente en el partido de hoy ante el Tottenham. Sin mostrar sus virtudes pero sí enseñando numerosos defectos.
Fatigados y con clamorosos fallos individuales, el planteamiento inicial ya daba signos de que sería poco menos que imposible sacar algún punto del encuentro. Ultrarevolucionados en todas sus acciones y con la única idea de lanzar balones en largo a Fernando Llorente o Gaizka Toquero, el planteamiento de José Mourinho echó por tierra estas ideas.
El portugués plantó a Pepe por delante de los dos centrales, incrustándose en ocasiones el defensa internacional con sus compañeros de zaga. Eso hacía imposible la viabilidad de los balones largos que mandaban los rojiblancos. Y por el suelo los leones no existieron.
Desgranar más aspectos del partido o hacer un análisis en profundidad carece de sentido. Los signos que muestra el equipo son realmente malos y parece que volveremos a caer en un final de temporada negativo. Uno más de la era Caparrós, el cual no es nuevo en estas lides a lo largo de su carrera.
Esperemos que si los bilbaínos no reaccionan haya algún conjunto peor que los rojiblancos. El Espanyol parece haber perdido por completo su buena trayectoria de la primera vuelta. ¿Duelo por la séptima plaza?
Los mejores de KIROLMANIA
3 puntos - Xabi Castillo: Sorprendente su aparición en el lateral zurdo del equipo tras no contar para Caparrós en toda la temporada. No hizo un partidazo pero fue de lo más potable del equipo.
2 puntos - Iker Muniain: Lo intentó a pesar de no tener uno de sus mejores días. Quiso que el balón fuera por el suelo y no en EasyJet.
1 punto - Ander Iturraspe: No fue un partido de grandes alardes para el de Abadiño pero intentó darle al equipo sensatez desde la medular.
No nos gustó...
Nada. Simple y llanamente. Ni la hora del partido, ni el árbitro, ni el encuentro en sí y mucho menos el Athletic.
El Míster
1 de 5. En la línea del resto. El entrenador no juega pero es el que marca las líneas maestras de lo que luego deben hacer sus pupilos en el campo. Y el pasado sábado no acertó con la tecla. Se equivocó de pleno en el planteamiento de partido. Jugar a colgar balones al área con Gabilondo y David López en el banquillo se convierte ya en un clásico al que por desgracia debemos acostumbrarnos. Se sigue con EasyJet como plan de viaje.
El rival
Hizo poco pero todo bien. Ese puede ser perfectamente el resumen de lo que el Real Madrid ofreció en San Mamés. El planteamiento de Mourinho pudo parecer rácano pero fue el acertado. Di María, más allá de piscinazos y vuelos varios, estuvo a un nivel excelso. Incluso Kaká dio señales de recuperación.
La anécdota
El horario fue suficiente anécdota. Que un clásico de esta envergadura se dispute a las 18.00 de un sábado demuestra el disparate en el que las televisiones están convirtiendo esta Liga BBVA. Los aficionados con la comida en la tripa, posiblemente sin previa en los bares colindantes al estadio y con sol y no luna en el cielo. Raro.
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Imagen vía Athletic-Club
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