Dicen que en el deporte se disfruta más un éxito cuanto más se sufre. Quizá por eso cuando anoche en Santurtzi sonó la bocina que marcaba el fin del encuentro la felicidad, tanto en la grada como en la cancha, era máxima.
Hace un mes el equipo estaba casi desahuciado, virtualmente descendido y con pocas perspectivas de mejora. Los jugadores y el cuerpo técnico, una vez consumado el regreso de Raúl Ruiz al banquillo morado, han tirado de orgullo para sacar adelante al conjunto bizkaino.
En la noche de ayer los santurtziarras tardaron en entrar en el partido. La primera canasta del mismo daba mala espina, un alley-oop a una mano espectacular del Leyma Coruña llevado a cabo por Adams. Asombro y murmullos en la grada. No tardó el equipo local en responder de la mano de un Unai Calbarro que empezó el partido como una moto.
Donde sí dieron la cara los de Raúl Ruiz fue en defensa, lugar desde el que establecieron las bases para un 12-2 inicial que les dio la tranquilidad en buena parte del choque a pesar de terminar el cuarto inicial sólo cuatro arriba (14-10).
El segundo cuarto siguió la historia del primero, con un Saski Santurtzi muy metido en faenas defensivas y que no dejaba a los gallegos anotar fácil. La renta se estiraba y crecía hasta una máxima de trece puntos (30-17) gracias en gran medida a la muy buena primera mitad de Ryan Read, que se fue al descanso con 13 puntos en su haber (33-21).
Tras la reanudación cambió el panorama. Los coruñeses arreglaron los desajustes tácticos de la primera mitad llevando al Santurtzi a caer en varios fallos ofensivos consecutivos. Un parcial de 0-6 para abrir el tercer cuarto dejaba el marcador en un 33-27 que obligaba a pedir un tiempo muerto a Raúl Ruiz.
Cuando más se pegaba el rival una doble técnica a los gallegos daba aire a los bizkainos. Poco antes del final se daba una situación curiosa en este final de temporada santurtziarra ya que la primera canasta de Marcos Casado en el partido no llegó hasta los últimos dos minutos del tercer cuarto. Al final siete de ventaja (47-40) y parecía que los morados disfrutarían de un camino plácido a la victoria.
De nuevo un mal inicio cambió el guión esperado. 48-49 cuando sólo se llevaban tres minutos de la recta final. A partir de ahí infarto y emoción a partes iguales. Un triple de Sergio Sánchez desataba la euforia en los 600 espectadores que se acercaron al polideportivo santurtziarra. El ambiente era una caldera.
Toma y daca constante entre ambos equipos. Dos triples espectaculares de los bizkainos con Read y Torres ejecutando a la perfección a pesar de estar cayéndose hacia atrás dejaban claro que no sólo había ganas, intensidad y esperanza por ganar. Había ese puntito extra de suerte buscada, trabajada, que permite pensar que pase lo que pase el triunfo no se escapa.
Los aciertos y desaciertos de los contendientes llevaron el duelo a un minuto final donde la tensión se palpaba en el ambiente. 59-58 con 53 segundos por disputarse tras una canasta de Casado. La posterior pérdida de los gallegos hizo que Santurtzi contase con la posibilidad de ir cerrando el partido.
Un espectacular Higgs remató su faena con un triple desde la cabeza de la bombilla. Si esa canasta levantó a la grada, su baile posterior marca de la casa sacaba la sonrisa a un respetable que temía por un final adverso. Tras una personal en ataque de los visitantes, la línea de tiros libres esperaba a los santurtziarras para cerrar la victoria (64-60).
Bravo por el partido de Higgs (11 pts, 8 reb) y Read (22 puntos al final) pero sin desmerecer la labor del resto. Desde Casado (base del mes en la categoría), excelente en la dirección, a Renan Leichtweis, que en sólo 13 minutos capturó 9 rebotes. Todos, nombrados o no, estuvieron de diez para dejar claro que Santurtzi no se va de Leb Plata. No mientras dependa de ellos.
Tras tanto sufrimiento esta temporada, con demasiados vaivenes en lo deportivo tanto en resultados como en su dirección y jugadores, hacen que esta permanencia tenga un sabor extra dulce.
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Hace un mes el equipo estaba casi desahuciado, virtualmente descendido y con pocas perspectivas de mejora. Los jugadores y el cuerpo técnico, una vez consumado el regreso de Raúl Ruiz al banquillo morado, han tirado de orgullo para sacar adelante al conjunto bizkaino.
En la noche de ayer los santurtziarras tardaron en entrar en el partido. La primera canasta del mismo daba mala espina, un alley-oop a una mano espectacular del Leyma Coruña llevado a cabo por Adams. Asombro y murmullos en la grada. No tardó el equipo local en responder de la mano de un Unai Calbarro que empezó el partido como una moto.
Donde sí dieron la cara los de Raúl Ruiz fue en defensa, lugar desde el que establecieron las bases para un 12-2 inicial que les dio la tranquilidad en buena parte del choque a pesar de terminar el cuarto inicial sólo cuatro arriba (14-10).
El segundo cuarto siguió la historia del primero, con un Saski Santurtzi muy metido en faenas defensivas y que no dejaba a los gallegos anotar fácil. La renta se estiraba y crecía hasta una máxima de trece puntos (30-17) gracias en gran medida a la muy buena primera mitad de Ryan Read, que se fue al descanso con 13 puntos en su haber (33-21).
Tras la reanudación cambió el panorama. Los coruñeses arreglaron los desajustes tácticos de la primera mitad llevando al Santurtzi a caer en varios fallos ofensivos consecutivos. Un parcial de 0-6 para abrir el tercer cuarto dejaba el marcador en un 33-27 que obligaba a pedir un tiempo muerto a Raúl Ruiz.
Cuando más se pegaba el rival una doble técnica a los gallegos daba aire a los bizkainos. Poco antes del final se daba una situación curiosa en este final de temporada santurtziarra ya que la primera canasta de Marcos Casado en el partido no llegó hasta los últimos dos minutos del tercer cuarto. Al final siete de ventaja (47-40) y parecía que los morados disfrutarían de un camino plácido a la victoria.
De nuevo un mal inicio cambió el guión esperado. 48-49 cuando sólo se llevaban tres minutos de la recta final. A partir de ahí infarto y emoción a partes iguales. Un triple de Sergio Sánchez desataba la euforia en los 600 espectadores que se acercaron al polideportivo santurtziarra. El ambiente era una caldera.
Toma y daca constante entre ambos equipos. Dos triples espectaculares de los bizkainos con Read y Torres ejecutando a la perfección a pesar de estar cayéndose hacia atrás dejaban claro que no sólo había ganas, intensidad y esperanza por ganar. Había ese puntito extra de suerte buscada, trabajada, que permite pensar que pase lo que pase el triunfo no se escapa.
Los aciertos y desaciertos de los contendientes llevaron el duelo a un minuto final donde la tensión se palpaba en el ambiente. 59-58 con 53 segundos por disputarse tras una canasta de Casado. La posterior pérdida de los gallegos hizo que Santurtzi contase con la posibilidad de ir cerrando el partido.
Un espectacular Higgs remató su faena con un triple desde la cabeza de la bombilla. Si esa canasta levantó a la grada, su baile posterior marca de la casa sacaba la sonrisa a un respetable que temía por un final adverso. Tras una personal en ataque de los visitantes, la línea de tiros libres esperaba a los santurtziarras para cerrar la victoria (64-60).
Bravo por el partido de Higgs (11 pts, 8 reb) y Read (22 puntos al final) pero sin desmerecer la labor del resto. Desde Casado (base del mes en la categoría), excelente en la dirección, a Renan Leichtweis, que en sólo 13 minutos capturó 9 rebotes. Todos, nombrados o no, estuvieron de diez para dejar claro que Santurtzi no se va de Leb Plata. No mientras dependa de ellos.
Tras tanto sufrimiento esta temporada, con demasiados vaivenes en lo deportivo tanto en resultados como en su dirección y jugadores, hacen que esta permanencia tenga un sabor extra dulce.
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