La Super Bowl XLVII pasará a la historia por muchas cosas. Tuvo de todo,
emoción, grandes jugadas, remontada, apagón, etc. Con todo este cóctel los
aficionados pueden darse por más que satisfechos. Baltimore Ravens consiguió
llevar a cabo el mejor homenaje posible a su gran capitán. Ray Lewis se despide
del football con su segundo anillo.
El 34-31 refleja bastante bien lo que se vivió anoche. La primera parte no
tuvo color. Los Ravens fueron infinitamente superiores a unos 49ers que nunca
llegaron a tener ritmo en los dos primeros parciales. Flacco dirigió con maestría
a su equipo anotando tres touchdowns para desesperación de la defensa rival.
Muy pronto comenzaron a mandar en el marcador ya que tras un gran drive
Anquan Boldin hizo subir los primeros puntos al luminoso cortesía de un gran
pase de Flacco. La dupla que han formado el QB y el WR en estos playoffs ha
sido imparable. Nadie ha sabido ni siquiera neutralizarlos minimamente.
Ver cómo Anquan Boldin repetidamente fue rompiendo la moral del cornerback
Culliver fue de los hechos más significativos. Si se busca un ejemplo de
dominación sobre un par defensivo aquí lo tuvimos. En pases largos, en pases
cortos, con bloqueos, imparable. Llegó a tal punto que hasta las faltas de
Culliver eran ridículas propias de la impotencia de verse completamente
superado.
A pesar de que las cosas pintaban realmente mal, en San Francisco nunca
perdieron la calma. Sólo tenían que mirar atrás para ver que a pesar de tener
un gran déficit en el marcador eran capaces de remontar. Bien es cierto que
esta diferencia era consecuencia de dos errores suyos. Un fumble de LaMichael
James y una intercepción de Colin Kaepernick.
Los 49ers en ataque tuvieron unos números similares a los Ravens en la
primera parte. Sin embargo entre que no definieron bien y que cometieron dos
turnovers estaban metidos en un hoyo bastante profundo. Esto no quita que los
chicos de John Harbaugh, el entrenador de Baltimore, estuviesen de lujo
aprovechando al máximo sus opciones.
Con el descanso de más de media hora (más tiempo del habitual) Jim Harbaugh
tenía tiempo de sobra para sentar a sus muchachos y explicarles que el partido
estaba completamente abierto. Sólo había que parar el primer drive de los
Ravens y posteriormente anotar un touchdown en su primera posesión.
San Francisco revive
Lo que nadie esperaba es que Jacoby Jones se marcase un retorno de kick off
de 108 yardas para TD. Todo lo que se había planeado se había ido al garete.
Baltimore lo tenía en el zurrón salvo que se produjese un señor milagro. El
marcador era enormemente favorable (28-6) y el momentum era completamente suyo.
En el siguiente drive de los 49ers pasó lo único que podía hacer cambiar el
partido. Apagón en el Mercedes-Benz Superdome y 35 minutos de parón. Era
evidente que si a alguien le beneficiaba todo este impás era a los
californianos. Toda la efervescencia que vivían los Ravens se fue al garete por
arte de magia.
Solucionado el tema de la iluminación se retomó el partido. De ser un
dominio aplastante 'raven' a pasar a ser un partido completamente dominado por
San Francisco tanto en ataque como en defensa. Colin Kaepernick se puso el mono
de trabajo y a base de grandes pases desde el pocket y algunas jugadas de
option consiguieron recortar diferencias. Touchdown de Crabtree y el partido se
abría.
En el siguiente drive los Ravens apenas duraron un minuto sobre el césped.
Además para completar este momento su punt fue realmente malo posibilitando una
gran posición de campo al rival. Dos jugadas les bastaron a los 49ers para que
volviesen a anotar. Carrera de seis yardas de Gore tras un gran bloqueo del TE
Walker y ya estaban a tiro de piedra.
El partido estaba muy revolucionado y en la siguiente posesión incluso cogió
aún más cadencia con el fumble de Rice, provocado por un gran placaje de Tarell
Brown. San Francisco no pudo rematar este turnover con un TD pero consiguió los
tres puntos del field goal. 28-23 y todo un mundo por jugar (mas de un cuarto).
Sin dejar de llevarse por el pánico Baltimore puso cordura en su juego.
Volvió a los fundamentos que tan buenos réditos le había dado en la primera
parte. Flacco sacó de nuevo su fusil y neutralizó el ansia de los
californianos. Sólo consiguieron un FG pero con sólo esta anotación pusieron un
poco de hielo al partido.
Kaepernick se doctora
Poco después de comenzar el último cuarto San Francisco volvió a la carga
gracias a un imperial Colin Kaepernick. Con la pistol offense funcionando a la
toda máquina se presentaron en campo rival en un suspiro. Un scramble del
espigado quarterback le llevó hasta la end zone. 31-29 a falta de la
conversión. 'Jimbo' mandó jugársela de dos pero sin suerte.
Los 49ers remaron y remaron y estaban ya soplando la nuca de los Ravens.
Flacco ni se inmutó ante este hecho. Pase aquí pase allá. Handoff por aquí y
todo solucionado. FG de Tucker y casi cuatro minutos y medio para que
Kaepernick llevase de nuevo a San Francisco a la tierra prometida. El espíritu
de Montana en NOLA.
El estadio era un hervidero. La presión se salía por todos los lados pero a
Kaepernick le dio completamente igual. El drive llevado a cabo por Colin fue
impropio de un chaval que no lleva ni un año de titular. Definitivamente (por
si quedaban algunas dudas) se doctoró llevando a su equipo hasta escasos metros
de la end zone rival.
Tuvieron cuatro downs para meter ese TD que les hubiese dejado el Lombardi
Trophy prácticamente en sus manos. Sin embargo un deficiente play calling fue
la tumba de los 49ers. Remar tanto para morir en la orilla. Muy dura la forma
de perder. San Francisco lloraba, Baltimore reía. El gran Ray Lewis se retira
con su segundo anillo y deja el equipo en manos de Joe Flacco. Ahora él reina
en Maryland.
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3 comentarios:
Estimado Sr. Liaño,
Estoy completamente de acuerdo con el análisis del partido. No obstante, me parece que es digno de mención como John "El Llorón" Harbaugh tras el 4&out de 49ers en la yarda 5 de Baltimore, y de que los Ravens no pudieran salir de ahi, en un amago de punt ordena encajar el safety (encajar dos puntos) para poder despejar el balón dede su propia yarda 20 en vez de desde el interior de su zona de anotación, con un trabajo excepcional del punter Sam Koch que consigue arañar unos segundos e impedir una hipotética buena posición de campo de los 49ers con escasos segundos por jugar.
Y se me ha olvidado comentar, como tras esa jugada, John "El Llorón" Harbaugh, para mi pasa a ser Excelentísimo Doctor Harbaugh, ya que hay que tener unos arrestos y unas agallas (vaya, "pelotas" en castellano común) enormes para hacer eso a escasos segundos de finalizar una Super Bowl, con el riesgo que la jugada suponía.
Estimado señor Lopez jeje:
Completamente de acuerdo en la jugada del punt. Es una decisión que a mí se me pasó por completo. Dicho esto probablemente haya que darle también un buen chapeau a Rosburg (el Specials Team Coordinator).
Para mí definitivamente John Harbaugh ha dado ese saltito que le coloca en la elite de los entrenadores. Es un poco lloroncete pero es un motivador y sobre todo un estratega cojonudo (salvo cuando juega contra Pittsburgh que se le va un poco la pinza).
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