Con el Bilbao Basket metido de lleno en la disputa del TOP-16 de la Euroliga en la primera participación de su historia en dicha competición, mucho se sentirán animados para hablar de la buena salud del baloncesto vizcaíno. La mala noticia en ese sentido llegó en verano con la imposibilidad del Santurtzi para salir en Adecco Leb Plata ante las dificultades para cubrir el presupuesto, dejando vacío un lugar que resultaba importante para el fomento y crecimiento de este deporte en Bizkaia.Pero en esto, como en casi todo en la vida, hay una visión mucho más amplia del asunto. El sábado a las 18.30 de la tarde se disputaba en Gernika un atractivo encuentro que enfrentaba al conjunto local, el Gernika K.E.S.B frente a Irlandesas. Derby vizcaíno en Liga Femenina 2, a la sazón segunda máxima categoría del basket femenino estatal. Poco después del inicio de este duelo regional finalizaba en Logroño el partido del tercer conjunto del territorio histórico, el Orion Gdko.
La victoria en este último partido tomó dirección Bizkaia mientras que la lucha que enfrentaba a gernikarras y leioaztarras hacía imposible el pleno de victorias (el triunfo cayó del lado de las locales). Si bien en los tres casos el objetivo de la temporada, manetener la categoría, parece encarrilado en vista de que desciende el último clasificado y Bons Aires Palma no ha alcanzado a estrenar su casillero de victorias esta temporada tras la disputa de la primera jornada de la segunda vuelta, lo que nos ocupa no es la salud de cada equipo en la categoría (buena, recalcamos), si no la salud global de estos conjuntos.
Sin meternos en materia económica, a buen seguro aspecto que trae de cabeza a dirigentes de cada conjunto, el interés de este pequeño texto lo llevamos a la grada. Clubes en la Segunda División estatal de su deporte pero que apenas reciben reconocimiento y espacio en los medios de comunicación, más allá de casos aislados o locales. Equipos que no cuentan con un fuerte patrocinador o mecenas detrás que ayude a generar un fuerte tirón tras las instituciones, sin estrellas rutilantes que aglutinen en su figura el interés de los medios. Y aún así, semana a semana, lo que si tienen detrás es un gran apoyo de sus respectivas aficiones que no dudan en echar una mano con su presencia, tanto en lo económico como en lo moral.
Si hace dos semanas un servidor tuvo la suerte de presenciar in situ un encuentro del Orion Gdko en su cancha, con la grada repleta tras lo que había sido un día de fiesta para el baloncesto local y provincial, este último sábado en Gernika las previsiones quedaron destrozadas cuando a falta de unos 10 minutos para que diera comienzo el derby la afición ya empezaba a dejar pocos asientos libres para los más rezagados en llegar al Polideportivo Maloste. Cuando los que más arriesgaron, llegados ya después del inicio del partido, observaron que no les quedaba más remedio que resignarse a ver el encuentro de pie, uno llega a la conclusión de que el baloncesto femenino vizcaíno, al menos en esta Liga Femenina 2, cuenta con buena salud.
El apoyo local resulta primordial para quien busca un objetivo deportivo más allá de cuestiones meramente económicas. Que jugadoras, cuerpo técnico y directiva de cada club aprecien el calor y el cariño del público es un extra que les anima y ayuda a seguir en la brecha, en una pelea en la que el principal motivo de implicación es el “amor al arte” en la mayoría de las ocasiones. El empujón anímico que ese soporte de aficionados supone es el principal impulso para seguir tirando adelante.
Si comenzábamos el curso baloncestístico en el primer número de KIROLMANIA Magazine dando las malas noticias de que el Santurtzi debía abandonar el sueño de continuar en Leb Plata, nos alegra poder destacar un pequeño espacio para un tema como el que nos ocupa en estas líneas. Ver que hay vida más allá de los deportes mediáticos y que los equipos locales cuentan con una salud fuerte que les ayudará a seguir mirando hacia adelante. En tiempos de crisis donde mirar por la economía supone sangre, sudor y lágrimas, ver el apoyo del que te sigue de manera fiel genera confianza para no cejar en el empeño de confirmar los sueños de los proyectos alejados de los focos.
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