La mala pesadilla por la que ha pasado el Club de Remo Orio no tuvo final feliz. La trainera guipuzcoana no pudo eludir el descenso en la Liga ACT y terminó siendo relegada a la última posición en la penúltima jornada, no pudiendo salir de ella. La afición oriotarra sabía que iba a ser un año difícil y estaban preparados para ello… pero no se temían lo peor.
Orio iniciaba la temporada con una plantilla rejuvenecida y con bastante cantera, debido a la emigración de algunos de sus mejores remeros a otros destinos. Los amarillos, que el año pasado terminaron 2º en la Liga ACT, este año se han visto desde el principio de la Liga relegados a las posiciones finales por lo que el Play-Off de descenso era una realidad cada vez más cercana. Lo que no se esperaba era que a final de año ocuparan la última plaza.
Tras un mal inicio, los guipuzcoanos se vieron inmersos en la penúltima plaza desde casi el inicio de temporada y no pudieron abandonarlo. Aún así, lograban meter distancia a Camargo. Los cántabros parecían destinados al descenso directo mientras Orio ya iba vislumbrando sus rivales para evitar la plaza de play-off: Zumaia, San Pedro y Castro. Al término de la novena regata la distancia que sacaba Orio con Camargo era de 11 puntos, una distancia bastante difícil de recuperar para traineras que pelean cada regata por no terminar últimos.
Tras esa novena regata (la bandera de Getxo), Orio había llegado ocupando la penúltima plaza con esos 11 puntos sobre el descenso y a tan sólo 5 puntos de Zumaia y 7 de Castro. Más cerca de salir de la promoción que del descenso de la Liga ACT. Tan sólo quedaban siete regatas puntuables antes de dictaminar las últimas dos plazas y hacer la criba. Pero a partir de ahí todo se torció.
A ese punto Orio había sumado tan sólo un último puesto, y tres penúltimas plazas, mientras que su rival cántabro había sumado tres últimas plazas y tan sólo había logrado una vez en nueve regatas, no terminar entre las tres últimas traineras. Orio lo había evitado cinco veces, siendo 6ª en Pasai San Pedro apenas una semana antes de la bandera de Getxo.
Con todos los números a favor, a Orio sólo le bastaba con continuar su temporada mirando a Zumaia, la trainera más cercana en la clasificación. Sin embargo empezó su declive en ese momento, sumando en las siguientes cinco regatas un penúltimo puesto y cuatro últimos. Resultados excesivamente pobres que condenaron a Orio a estar, a falta de dos jornadas, apenas un punto por encima de Camargo. Llegaban a Orio.
Ahí, en casa, con toda su afición volcada, Orio debía salir de la pesadilla. Conformarse con el mal menor de disputar el play-off. No podían fallar ante su afición… y fallaron estrepitosamente. Últimos, en su casa, dejando culminar la remontada de Camargo, que terminaba cuatro puestos por delante, dejando a los oriotarras tres puntos por detrás, una distancia casi insalvable para una trainera que estaba de capa caída.
Al día siguiente, en la última regata para intentar eludir el descenso Orio dio la cara como no la había dado en casi toda la temporada. La necesidad y las lágrimas del agarrotamiento del día anterior se convirtieron en rabia. En la primera tanda de la bandera de Castro, Orio y Camargo se jugaban su futuro. Fue una regata tan reñida, que finalmente los amarillos en el último largo lograban vencer a los cántabros, pero por escasa diferencia. Primero y segundo de su tanda.
Sólo un milagro podía salvarles, quedaban dos tandas y debían colocar dos traineras entre ambos. 62 centésimas, esa era toda la distancia entre ambas. Que de ocho traineras dos terminaran entre el crono de 20:30,18 de Orio y el 20:30,80 de Camargo, era excesivamente difícil. No hubo milagro. Orio descendió de categoría por sus errores y su bajo nivel en las últimas semanas de campeonato, mientras que Camargo con un final de campeonato bastante bueno, salva momentáneamente la categoría, teniendo que ir al play-off.
Pero en Orio ya están pensando en la temporada que viene, en la del retorno. Donde se debe mostrar un nivel competitivo para intentar volver a la élite de la ACT. La afición no ha abandonado a los suyos, y confían en que esto sólo sea un pequeño gazapo en su larga historia en el remo.
Imanol López.
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