Pocas veces se presenta un derbi entre Real Sociedad y Athletic con unos condicionantes tan marcados y a la vez tan extraños. A lo largo de los años se han sucedido partidos con morbo clasificatorio, con morbo por la presencia de jugadores que se pasan al otro bando, con reivindicaciones políticas, etc...Este año al aspecto deportivo que viene marcado por la bonanza de unos y la mediocridad de otros se suma el extraño horario del partido. Desde la pasada temporada los tejemanejes de Astiazaran (hombre muy 'querido' en San Sebastián) y Tebas han ido colocando al fútbol español en el disparadero de la polémica. Primero fue el partido del lunes ahora son el partido del domingo a las doce de la mañana y el de las diez de la noche. El derbi tan esperado se jugará a las doce de la mañana. Una hora completamente errónea para un partido de esta categoría.
La historia nos ha enseñado que en estos duelos se levantan pasiones y decepciones a partes iguales. El año 1975 fue testigo uno de los escenarios que se recuerda con absoluta claridad en los aficionados más curtidos. Kortabarria e Iribar salieron al viejo Atotxa unidos por una ikurriña. Eran tiempos difíciles. Franco había muerto y en Euskadi se respiraba por fin una cierta libertad, aunque lo cierto es que tuvieron que esconder la bandera hasta el último segundo.
Años más tarde (1982) Atotxa vivió una noche para recordar en la que la Real se proclamó campeón de Liga al ganar por 2-1 al Athletic. Los goles de Zamora y López Ufarte fueron suficientes para mantener la Liga conseguida el año pasado. Curiosidades del destino dos años después se dio la misma situación pero invirtiendose los papeles y en el 'botxo'. Los dos goles de 'Rocky' Liceranzu le dieron el título a los bilbainos.
En 1993 se jugó el último derbi en el estadio de Atotxa. El mítico recinto donostiarra echaba el cierre a estos grandes encuentros con una victoria de los 'txuri urdin'. El gol de Alkiza siempre estará en el recuerdo de los aficionados realistas.
Pero no tanto como el partido de la temporada 94-95. En el segundo derbi disputado en el estadio de Anoeta la Real Sociedad infligió un humillante 5-0 en el que destacó por encima de todo el hat-trick del bosnio Meho Kodro. Hasta entonces las relaciones entre ambos clubs iban dentro de lo medianamente aceptable pero este resultado hizo mucho daño. Poco más tarde el fichaje de Joseba Etxeberria por el Athletic acabó de dinamitar el entendimiento entre ambas entidades.
La guerra fría que hubo no fue obstáculo para ver bonitos partidos. Las aficiones estaban de uñas pero poco a poco el clima de belicismo instalado entre ambos 'mundos' fue remitiendo. Los dos equipos fueron descendiendo a nivel competitivo llegando al extremo del descenso a Segunda División por parte de la Real Sociedad. El 0-2 con doblete de Iraola fue una de las losas que no pudo levantar los 'txuri urdin'.Estar tres años sin derbi fue algo duro para la afición realista. Tres años sin partidos frente al Athletic que significaban purgar por campos que hacía tiempo no pisaban. El partido no respondió a las expectativas porque ni uno ni otro hicieron un buen partido. Dos fallos de la retaguardia rojiblanca posibilitaron a la Real llevarse un partido que se recuerda más por el precioso homenaje que se se le tributó a Iribar y Kortabarria portando de nuevo aquella ikurriña.
Este año se vuelven a ver las caras dos rivales que se odian pero que se quieren a partes iguales. Dos aficiones que se tiran 'puyas' mutuas con ánimo festivo. La parte vieja de Donosti en el pre partido es el caldo de cultivo perfecto para disfrutar del espectáculo. ¿Eliminará este nefasto horario el 'pintxopote'? El próximo domingo tendremos respuesta.
Mikel Liaño
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